9 razones por las que tu lavadora está arruinando tu ropa
A veces parece que en lugar de meter la ropa en la lavadora, la colocamos en una trituradora. Nuestras prendas favoritas aparecen con rasgaduras o agujeros que no estaban allí. Y aunque puede ser un fallo de la máquina, también hay un factor humano que hace que la lavadora termine arruinando la ropa.
Además de los agujeros, están las manchas y los pelos de las mascotas, por lo que si descartas que se trate de un problema técnico, es momento de revisar la forma en la que haces la colada. Así las cosas, veamos algunas de las razones por las que tu lavadora podría estar dañando la ropa.
1. No separas la ropa de forma correcta
De niño, es probable que tu madre te ordenara separar la ropa por colores. Un montón para la ropa blanca, otro para la ropa de color y uno más para la ropa oscura.
Y aunque puede que hayas perpetuado esta costumbre (lo que no está del todo mal), es posible que no la dividas por completo. Pues hay otras consideraciones que debes hacer al momento de separar la ropa.
Para dividir la ropa como se debe es necesario fijarse en las etiquetas de las prendas. De este modo, sabrás a qué temperatura lavarlas. En ese sentido, tendrás montones que se lavan con agua fría, con templada y con caliente (aunque este último grupo suele ser bastante pequeño).
Pero esto no es todo. Después de realizar esta distinción, también puedes hacer la tradicional separación por colores.
Sí, terminarás con muchos montones de ropa. Sin embargo, notarás la diferencia cuando salgan de la lavadora y, sobre todo, cuando las luzcas al salir.
2. Lavas siempre con agua fría
Es cierto que la mayoría de la ropa se lava con agua fría porque a esta temperatura no se altera el color, el tejido ni la elasticidad de las prendas. Sin embargo, y como vimos en el punto anterior, no es conveniente lavar toda la ropa a la misma temperatura.
El agua fría puede causar estragos en las prendas que no se deben lavar a esta temperatura. Con ello, nos referimos a que no quedarán limpias y, aunque haya acabado el ciclo, pueden conservar malos olores.
3. No echas la cantidad correcta de detergente
Todos conocemos, y en algún momento hemos usado la frase: “los extremos son malos”. Esta se puede aplicar a la cantidad de detergente que le echas a la ropa.
Si usas muy poco, la suciedad irá de aquí para allá y no saldrá por el desagüe, lo que se traduce en ropa sucia. Si empleas mucho, puede que no todo el detergente salga por el desagüe y termines con ropa manchada.
Así las cosas, la recomendación es que leas las instrucciones del producto y lo viertas de acuerdo a la temperatura del agua y el tipo de ropa.
4. No te mides con la lejía
Queremos que nuestra ropa blanca luzca blanca; ni amarillenta ni con manchas poco estéticas. Para ello, la lejía no puede faltar en el hogar. El problema está cuando queremos echarle este producto a todo tipo de prendas.
Resulta que para algunas, el cloro está bien, pero para otras puede ser fatal. Un ejemplo de ello es la ropa interior y los calcetines, ya que cuando agregas lejía al lavado de estas ropas, el elástico suele durar menos. En este caso, una mejor opción es un detergente blanqueador.
Por otro lado, si encuentras manchas de lejía inexplicables en la ropa porque no habías echado al ciclo, prueba con revisar los dispensadores. Es posible que hayan quedado restos en la lavadora y, al gotear, arruinen la ropa.
5. Olvidas cerrar las cremalleras o revisar los bolsillos
¿Te ha pasado que cada vez que lavas la ropa consigues unos molestos agujeros que impiden que la vuelvas usar para salir? Puede que la razón detrás de todo esto sea que dejaste abierta la cremallera metálica de una de tus prendas.
El problema también está en los ganchos de los sujetadores, los grandes botones o las hebillas. Este tipo de accesorios tienden a engancharse durante el ciclo de lavado, lo que causa rasgaduras y agujeros.
Así mismo, es común olvidar la revisión de los bolsillos. En estos compartimientos se nos puede ir una llave, un cortauñas u otro objeto punzante. Lo mismo sucede con dejarse una pluma, lo que provocará manchas casi imposibles de sacar.
6. Cargas demasiado la lavadora
Es posible que tu lavadora esté arruinando la ropa por los excesos, como ya advertimos antes. En este caso, cargar demasiado la máquina puede llevar a prendas arruinadas. Hablamos de manchas y trozos de detergente, enredos, suciedad y olores poco agradables.
7. No limpias la lavadora y terminas arruinando tu ropa
La lavadora no tiene que estar dañada para estropear la ropa. A veces solo está sucia y eso basta.
Cuando lavas ropa con mucha suciedad, con pelusa o pelos de animales, y no higienizas luego, es un hecho que la siguiente carga de ropa lo absorberá. Imagina si ha pasado mucho tiempo desde que no limpias la lavadora…
Esto incluye los dispensadores de detergente. Con el tiempo, estos tienden a obstruirse, lo que conlleva a que la ropa no reciba la cantidad adecuada de producto. ¿Y cuál es el resultado? Lo ya mencionado: ropa sucia y con mal olor.
Para lavar los dispensadores puedes verter vinagre blanco e iniciar un ciclo de agua caliente con la lavadora vacía. También es válido, si la máquina permite retirar los depósitos, limpiarlos con un cepillo.
8. Usas la misma configuración para toda la ropa
Los paneles de control de las lavadoras cada vez incluyen más botones y todos tienen una razón de ser. Así que olvídate de usar la misma configuración de lavado para toda la ropa.
Por ejemplo, cuando la ropa está muy sucia, el ciclo suele incluir una fase de prelavado y remojo. De modo que las prendas permanezcan por más tiempo con el detergente y este haga su trabajo.
9. Dejas la ropa por mucho tiempo en el tambor de la lavadora
¿Has encontrado manchas negras en la ropa? Esto puede ser moho, por dejarla demasiado tiempo en el tambor de la lavadora. Ahora bien, si este no es el caso, ya que sacaste la ropa apenas la lavadora terminó, las manchas pueden ser de grasa, lo que es una señal de que hay un problema con el motor.
En este caso, considera abrir la parte posterior de la máquina y, si notas salpicaduras en la carcasa, es momento de llamar a un técnico.
¡Presta más atención a la hora de lavar la ropa!
Aunque un problema en el motor o en el tambor de la lavadora cause manchas negras y de óxido en la ropa, también es cierto que los malos hábitos pueden ser los culpables.
Hacer la colada es una pesadilla para muchos, por lo que no prestan la atención adecuada y la lavadora termina arruinando la ropa. En ese sentido, se debe estar más atento a la hora de hacer esta tarea doméstica. Así evitas daños y tus prendas lucen mejor.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.