Remedios caseros para la congestión nasal
Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila
Una de las cosas más incómodas que nos puede pasar es tener la sensación de ‘nariz tapada’, lo que nos impide respirar normalmente. Este fenómeno, la famosa congestión nasal, es especialmente habitual cuando llega el invierno o la primavera, a causa de las alergias.
Se trata de un problema que suele manifestarse durante todo el día, pero es especialmente molesto en las horas de sueño, ya que produce ronquidos y sensación continua de malestar en la garganta. A continuación, te contamos los mejores remedios caseros para la congestión nasal.
Causas y síntomas de la congestión nasal
Este síntoma, que padecen muchas personas, probablemente se debe a que están inmersas en un proceso de resfriado. Sin embargo, hay que prestar atención a esta congestión si se vuelve crónica, ya que existen otros factores que la desencadenan.
La congestión nasal ocurre cuando la membrana que recubre la nariz se inflama, pero no por acumulación de mucosidad como se suele creer. No es una enfermedad en sí, sino que es un síntoma de otro trastorno, el resfriado, que generalmente aparece en los meses de otoño e invierno cuando desciende la temperatura.
Puede estar causada por una gripe, un resfriado común o una sinusitis aguda; en la mayoría de los casos, dura aproximadamente una semana. La sensación en esos días es de molestia, incomodidad y mucosidad en exceso; no obstante, no reviste gravedad dado que, al curarse, la nariz se despeja.
La congestión nasal puede también estar causada por rinitis alérgica, sinusitis crónica o problemas anatómicos, como la formación de pólipos o la desviación del tabique nasal. Otros factores son la inhalación de humo de cigarrillo, sustancias irritantes, ambientes cerrados o contaminación ambiental.
Los síntomas más frecuentes que acompañan la congestión nasal pueden ser: oído tapado o sensación de sordera, dolor de cabeza, fatiga y ronquidos al dormir.
Medidas para prevenir o tratar la congestión nasal
Algunas recomendaciones para evitar o aliviar la congestión nasal pueden ser:
- No ir a la piscina: El agua clorada irrita las mucosas de la nariz y empeora el estado.
- No utilizar ungüentos mentolados, porque causan más irritación.
- Si sufres dolores de cabeza severos y congestión nasal al mismo tiempo, asistir al médico porque puede tratarse de un cuadro de sinusitis.
- Beber muchos líquidos a diario: El agua, los zumos naturales o los caldos siempre son buenas ideas.
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- Dejar de fumar o reducir al máximo el tabaco.
- Dormir con una almohada más alta o con dos apiladas.
- Evitar la ingesta de medicamentos, gotas o aerosoles descongestionantes: Estos encogen los vasos sanguíneos y su uso excesivo causa aún más congestión.
Remedios caseros para la congestión nasal
A continuación, se detallan diferentes remedios caseros sencillos para acabar con este problema. Es importante destacar que no son sustitutos de la consulta médica, la cual debe ser primordial, ya que estos remedios no tienen evidencia clínica y podrían no funcionar.
- Verter una cucharada de sal marina en dos tazas de agua destilada tibia. Aplicar en las fosas nasales con un gotero; podrás respirar mucho mejor.
- Consumir un plato de sopa bien caliente. Esto sirve para hidratar las membranas de las mucosas; el vapor, además, ayuda a desinflamar.
- Aplicar compresas de agua caliente con un paño sobre la nariz y los senos paranasales. Repetir tres veces al día y mantener cinco minutos en cada aplicación.
- Colocar un par de gotas de aceite de eucalipto en un recipiente con agua bien caliente (mejor hirviendo). Aproximar el rostro lo más cerca posible y dejar que los vapores ingresen a tu nariz; tapar la cabeza con una toalla y mantener durante algunos minutos.
- Colocar en una cacerola un poco de agua hasta que hierva; luego, verter un puñado de hojas y flores de lavanda y un puñado de hojas de menta. Dejar hervir un poco más, apagar el fuego y tapar. Colocar la olla en la mesa, cubrir la cabeza con una toalla y aspirar los vapores.
- Verter una cucharada de raíz de jengibre rallada en una taza de agua hirviendo. Beber de dos a tres tazas por día.
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- Hervir una taza de agua y retirar del fuego; después, añadir una pizca de mejorana, otra de manzanilla y una tercera de tomillo. Cubrir y dejar reposar diez minutos; acto seguido, colar y beber. Se recomiendan hasta cuatro tazas al día y se puede endulzar con una cucharada de miel.
- Colocar en un recipiente vinagre y agua a partes iguales y añadir medio diente de ajo. Calentar a fuego lento y, cuando comienza a hervir, inhalar los vapores durante 10 minutos como máximo.
- Hervir en una olla 12 cucharadas de aceite de eucalipto y 12 de aceite de cáñamo. Respira el vaho; el fuego debe estar bien bajo, para evitar que se quemen.
- Realizar una infusión de laurel, salvia y canela con agua caliente. Beber con calma una vez que lo cuelas.
Con estas sencillas soluciones totalmente naturales podría mejorarse tu estado. Sin embargo, recuerda que no todos los métodos funcionan para todas las personas; consulta a tu médico sobre las posibles contraindicaciones del remedio que escojas de acuerdo a tu estado de salud.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.