14 remedios naturales para calmar el prurito o la picazón
Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez
El primer reflejo para calmar el prurito, más conocido como ‘picazón’, es rascarse con las uñas; sin embargo, esta acción puede empeorar la irritación y causar microdesgarros que aumentan el riesgo de infecciones. Por suerte, hay varios remedios naturales que proporcionan sensación de alivio de forma segura.
Independientemente de si el síntoma está causado por una reacción alérgica, el contacto con sustancias irritantes, la exposición al sol, una infección o una picadura de insectos, la aplicación tópica de algunos ingredientes sirve como calmante.
De hecho, estos ayudan a disminuir otros síntomas asociados, como la sequedad, el ardor, la descamación, los brotes y el enrojecimiento. ¿Cuáles son las mejores opciones? A continuación, recopilamos 14 alternativas para probar en casa.
1. Avena coloidal
La avena coloidal es una forma especial de avena que ha sido molida en un polvo muy fino para uso cosmético y medicinal. Se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antihistamínicas y emolientes, que resultan útiles para calmar el prurito y las erupciones cutáneas.
De hecho, es un remedio recomendado para el tratamiento de la dermatitis atópica, el eccema, las picaduras y las quemaduras superficiales. No solo disminuye la comezón, sino que retiene humedad, ayuda a regular la producción de aceites naturales, equilibra el pH y protege la barrera cutánea.
Los fitoquímicos, en especial las avenantramidas, explican en gran medida el potencial de la avena coloidal para mejorar la salud de la piel.
¿Cómo utilizarla?
Ahora mismo puedes encontrar cremas, ungüentos y lociones que tienen en su fórmula avena coloidal. Sin embargo, si prefieres utilizarla en polvo durante el baño, agrega una taza (237 gramos) en la tina con agua tibia. Evita usar agua muy caliente, pues esto empeora la sequedad y la comezón.
Sumérgete en el agua con avena durante 10 o 15 minutos. Pasado este tiempo, seca con cuidado y aplícate una crema hidratante sin fragancias.
2. Aloe vera
El gel de aloe vera es uno de los remedios tradicionales para los trastornos de la piel. Su abundante contenido de agua, carbohidratos, aminoácidos, vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes hacen de este ingrediente uno de los mejores aliados para proteger y reparar la barrera cutánea.
Se le atribuyen propiedades hidratantes y antiinflamatorias que disminuyen la sequedad, el prurito y las erupciones. Además, tiene efectos antimicóticos y antimicrobianos que ayudan a reducir el riesgo de infecciones.
¿Cómo utilizarlo?
El gel de aloe vera está disponible en cremas, lociones, geles comerciales y aerosol. Por supuesto, también puede aplicarse en su forma natural. Extrae una cantidad generosa del gel contenido en la hoja; luego, sobre la piel limpia, frótalo con suaves movimientos. Si es necesario, repite su uso dos veces al día.
3. Albahaca
Aunque la albahaca es popular por sus aplicaciones culinarias, también puede ser un coadyuvante para calmar el prurito y las erupciones de la piel. Contiene una cantidad significativa de compuestos fenólicos y flavonoides, antioxidantes que ayudan a proteger la piel frente a los efectos del estrés oxidativo.
Además, sus hojas contienen eugenol, timol y alcanfor, sustancias que le confieren propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y calmantes, útiles contra la comezón. Se recomienda especialmente para las picaduras.
¿Cómo utilizarla?
La forma más común de utilizar esta planta contra la comezón es frotando sus hojas frescas en la zona afectada. Sin embargo, también puedes preparar una infusión con las hojas y aplicar el líquido a modo de compresa.
Para ello, agrega un par de cucharadas de hojas de albahaca (15 gramos) en una taza de agua hirviendo (250 mililitros). Deja reposar la bebida hasta que esté tibia y frótala con un paño húmedo sobre la piel irritada.
4. Vinagre de manzana
Hay muy poca evidencia científica que respalde los usos del vinagre de manzana en la dermatología. En la literatura popular se afirma que sus propiedades antisépticas, antimicrobianas y antimicóticas son útiles para calmar el prurito y la sequedad causadas por infecciones, eccema y psoriasis.
Sobre esto, la Asociación Nacional de Eczema explica que el ácido suave del vinagre (ácido acético) ayuda a restaurar el pH natural de la piel, lo que puede ayudar a la disminución del escozor, la irritación y los brotes. Eso sí, no se recomienda su uso en heridas superficiales o pieles lesionadas.
¿Cómo utilizarlo?
Por sí solo, el vinagre de manzana puede resultar muy irritante para la piel debido a su naturaleza ácida. De ahí la necesidad de diluirlo en abundante agua. Puedes incorporar dos tazas (500 mililitros) en una tina con agua tibia. Luego, te sumerges durante 10 o 15 minutos. Enjuaga con agua fría.
Otra opción es diluir una cucharada de vinagre (15 mililitros) en una taza de agua tibia (250 mililitros). Esta mezcla la aplicas con una gasa o tiras de tela de algodón sobre las áreas afectadas.
5. Hamamelis
El hamamelis se ha utilizado desde la antigüedad como remedio para los problemas menores de la piel. Contiene polifenoles y taninos que explican su potencial como antiinflamatorio, astringente y calmante. A menudo, se emplea para reducir el ardor, el enrojecimiento, la sequedad y la comezón.
Resulta útil en caso de quemaduras, picaduras por insectos, eccema, reacciones alérgicas y brotes de acné. Asimismo, un ensayo clínico determinó que el hamamelis fue eficaz para reducir la inflamación y la picazón causadas por la dermatitis atópica.
¿Cómo utilizarla?
El hamamelis se puede adquirir en farmacias y tiendas herbolarias en forma de extractos, pomadas, lociones y té. También puede emplearse la planta seca. Los extractos deben diluirse en un aceite portador, como el de coco o de jojoba (usa una proporción de 5 gotas por cada 15 mililitros).
La infusión con la planta seca se prepara agregando 1 cucharada (15 gramos) de hamamelis en una taza de agua hirviendo (250 mililitros). Tras dejar reposar la bebida por 15 o 20 minutos, la cuelas y aplicas el líquido con un paño húmedo en las áreas deseadas.
6. Aceite de menta
El principal compuesto activo del aceite de mental es el mentol (lo constituye en un 50 – 60 %). Al aplicarlo de forma tópica, esta sustancia enfría la piel y causa una sensación refrescante que ayuda a calmar el prurito y la irritación.
Puedes aplicarlo en caso de raspaduras, quemaduras superficiales y urticaria. Eso sí, debe diluirse en un aceite portador (de coco, almendras, jojoba u oliva), pues por sí solo es irritante y puede causar un efecto contrario al deseado.
¿Cómo utilizarlo?
Combina 5 gotas de aceite esencial de menta con una cucharada (10 mililitros) de aceite portador. Luego, limpia bien la zona afectada y frota el producto con la ayuda de un disco de algodón. Déjalo actuar sin enjuagar. Puedes usarlo 3 o 4 veces al día.
7. Enfriamiento tópico
El enfriamiento tópico es uno de los remedios más sencillos y efectivos para calmar el prurito. Lo puedes aplicar con una compresa con agua helada o una bolsa de hielo. Es útil para disminuir de manera temporal los síntomas de la dermatitis atópica, la urticaria y la psoriasis.
¿Cómo utilizarlo?
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Dermatología, debes aplicar sobre la piel irritada un paño húmedo y frío o una bolsa de hielo durante 5 o 10 minutos. Si la comezón persiste, déjalo un poco más.
8. Bicarbonato
El bicarbonato de sodio es un conocido remedio para reducir la irritación leve, el ardor, la comezón y el enrojecimiento. Sin embargo, estos efectos están respaldados solo por evidencia anecdótica; hasta la fecha no hay estudios científicos que corroboren estas propiedades.
¿Cómo utilizarlo?
La Asociación Nacional de Eczema recomienda incorporar un cuarto de taza de bicarbonato de sodio (50 gramos) al agua del baño. También sugiere aplicarlo de forma directa en la piel en forma de pasta.
9. Aceite de coco
Al aceite de coco se le atribuyen propiedades emolientes, antiinflamatorias, antimicrobianas y antioxidantes. Sus aplicaciones en dermatología están respaldadas por varias investigaciones. El ácido láurico, uno de sus principales constituyentes, es el responsable de gran parte de estos efectos.
Otras sustancias como el ácido cáprico también inciden en sus beneficios. En particular, se recomienda para reducir el prurito causado por la sequedad y por alteraciones en la barrera cutánea. También puede complementar el tratamiento de las infecciones por hongos y el eccema.
¿Cómo utilizarlo?
En algunas personas, el aceite de coco puede causar reacciones alérgicas. Antes de usarlo en su totalidad, realiza primero una prueba de parche. Para ello, pon un poco del producto en la piel y observa. Si experimentas irritación o comezón, enjuaga y evita su uso. De lo contrario, puedes aplicarlo sin problema.
Frota una pequeña cantidad de este aceite vegetal en la zona con picor. Masajea suavemente hasta que absorba bien. Repite su uso 2 o 3 veces al día si lo consideras necesario.
10. Manzanilla
El prurito se produce por una reacción inflamatoria de la piel debido al contacto con sustancias irritantes, a las picaduras o a las alergias. Dado que la manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias, su aplicación tópica ayuda a disminuir este síntoma.
En un ensayo clínico, la manzanilla exhibió mejores efectos que la hidrocortisona para calmar el dolor y la picazón de las lesiones cutáneas peristomales. Los investigadores destacaron que, a diferencia de los corticosteroides, sus efectos secundarios son mínimos.
¿Cómo utilizarla?
Prepara una infusión con 1 cucharada (15 gramos) de manzanilla y una taza de agua hirviendo (250 mililitros). Cuando esté fría, humedece una gasa o un disco de algodón en el líquido y aplícalo sobre la piel afectada. Repite su uso si el prurito persiste.
11. Arcilla verde
Datos anecdóticos sugieren que la arcilla verde puede reducir el enrojecimiento, la inflamación y el prurito cuanto se aplica de forma tópica. Dado que refresca y calma la piel, disminuye la irritación y la necesidad de rascado.
Su aplicación también es útil para promover el alivio de lesiones y úlceras superficiales. Además, tiene propiedades antibacterianas que son útiles en caso de infecciones cutáneas.
¿Cómo utilizarla?
Humedece dos cucharadas de arcilla verde (30 gramos) en 1/4 de taza de agua (62 mililitros). Tras obtener una pasta cremosa, aplícalo en las áreas deseadas. Deja actuar 10 minutos y enjuaga con abundante agua. Por último, asegúrate de hidratar la piel con una crema o loción.
12. Fécula de maíz
En la medicina popular, la fécula de maíz o maicena ha sido uno de los remedios más utilizados para calmar el prurito, el ardor y las erupciones cutáneas. Hasta hoy se desconoce por qué puede ser efectivo contra estos síntomas. Sin embargo, se emplea para el tratamiento de las alergias, las quemaduras y las picaduras.
¿Cómo utilizarla?
Humedece un par de cucharadas de fécula de maíz (30 gramos) hasta obtener una pasta espesa. Luego, aplícala sobre la piel con un suave masaje. Deja actuar 10 minutos y enjuaga.
13. Agua de azahar
El agua de azahar es un producto que se obtiene a través de la destilación de las flores del naranjo agrio. Estas se destacan por su abundante contenido de antioxidantes —en especial flavonoides— que se aprovechan con varios fines cosméticos.
Estos le confieren propiedades antiinflamatorias que contribuyen al alivio de la irritación, el enrojecimiento y la picazón. Además, es hidratante y ayuda a regular la producción de aceites naturales de la piel.
¿Cómo utilizarla?
Puedes adquirir agua de azahar en tiendas cosméticas y farmacias. Además, puedes prepararla en casa: vierte 3 cucharadas de flores secas de azahar (45 gramos) en dos tazas de agua caliente (500 mililitros). Tapa la preparación y déjala reposar por lo menos un día. Luego, fíltrala con un colador y utiliza el líquido.
14. Agua floral de malva
Conocida por sus propiedades hidratantes, antiinflamatorias, antioxidantes y cicatrizantes, el agua floral de malva es otro remedio útil para calmar el picor y la sequedad de la piel. Es apta para pieles sensibles, con eccema o psoriasis.
¿Cómo utilizarla?
Vierte una cucharada de flores secas de malva (15 gramos) en una taza de agua hirviendo (250 mililitros). Deja concentrar la preparación durante un día. Luego, fíltrala con un colador y envásala en un recipiente de vidrio hermético. Puedes introducirla al refrigerador para que su aplicación sea más refrescante.
Otras recomendaciones para calmar el prurito o la picazón
Si bien estos remedios son útiles para calmar de forma temporal el prurito y sus síntomas asociados, hay otras medidas que puedes considerar para obtener alivio. ¡Ponlas en práctica!
- Evita los baños con agua caliente: las temperaturas altas disminuyen los aceites naturales de la piel y causan sequedad. En consecuencia, la picazón y la irritación puede empeorar. Opta por los baños con agua o templada o fría.
- Limita el uso de productos perfumados: los jabones, las lociones, los perfumes y los detergentes perfumados contienen químicos que alteran el pH de la piel y empeoran la irritación. Evita su uso y opta por aquellos con una composición más natural.
- Evita la exposición solar: el calor empeora la irritación y la comezón. Por eso, debes evitar exponerte al sol. Quédate en un lugar fresco hasta que el síntoma remita.
- Utiliza prendas holgadas y de algodón: para favorecer el alivio del prurito es conveniente evitar telas ásperas como la lana. Además, no es recomendable utilizar prendas ajustadas al cuerpo.
- Considera instalar un humidificador: si tienes piel sensible, con tendencia a la sequedad y al eccema, usar un humidificador es buena idea. Este artefacto mantiene la humedad interior en niveles óptimos y ayuda a calmar el prurito al evitar que las temperaturas extremas resequen la piel.
- Utiliza medicamentos de venta libre: los ungüentos tópicos con hidrocortisona al 1 % y los antihistamínicos resultan útiles para el prurito causado por alergias. Úsalos de acuerdo a las indicaciones del farmaceuta.
- Controla el estrés: el estrés puede desencadenar o exacerbar la picazón. Si sospechas que esta es la causa de tu problema, prueba técnicas de relajación como el yoga, el mindfulness, la respiración consciente, la aromaterapia, entre otras.
¿Cuándo deberías consultar al médico?
La mayor parte de las veces, la picazón desaparece con el tratamiento en el hogar. Sin embargo, si persiste por más de dos semanas o reaparece con regularidad, lo mejor es consultar al dermatólogo. También hay que solicitar atención si el prurito está acompañado de erupciones inusuales, hinchazón o dolor.
Otras manifestaciones clínicas que deben encender las alertas son las llagas o abscesos que supuran, la presencia de costras o placas y la inflamación. El profesional, una vez evalúe la posible causa, determinará si hace falta implementar un tratamiento médico.
¿Qué debes recordar?
El prurito o picazón es un síntoma frecuente que causa incomodidad y ansiedad. Puede ocurrir por alteraciones de la barrera cutánea, por la liberación de histamina en el cuerpo, por picaduras, entre otras causas.
Es importante evitar el rascado, pues este empeora las molestias; en su lugar, es mejor probar con alguno de los remedios naturales que hemos mencionado. Si después de todo no mejora, lo mejor es consultar al dermatólogo para conocer otras opciones de tratamiento.
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