Remedios naturales para los pies secos
Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
Los pies secos son un padecimiento muy común entre los adultos. Aunque no implican un problema de salud grave, son resultado de un mal cuidado de los pies, por lo que pueden llegar a ser molestos y desagradables, ya que tienen un mal aspecto.
Por lo tanto, para lucir unos pies hermosos es necesario seguir algunos sencillos pasos para humectarlos. A continuación te presentamos algunos remedios naturales que podrían ayudarte si tienes los pies secos.
Aprende a humectar los pies secos
Antes de recurrir a cualquiera de las siguientes alternativas, es recomendable hacer una consulta con un dermatólogo. De esta manera, el profesional podrá advertirnos sobre su conveniencia o recetarnos un tratamiento con medicamentos más específicos.
Baño de pies
Un remedio natural muy efectivo y sencillo para prevenir los pies secos es hacer un baño de pies. Para ello, solo debes de remojar tus pies en una bandeja con agua caliente durante no más de 10 minutos, ya que según fuentes especializadas esto podría resecar aún más la piel.
Después de esto, utiliza una piedra pómez, con la cual tendrás que frotar la planta, teniendo cuidado de no maltratar las zonas agrietadas. Finalmente, enjuaga tus pies y sécalos muy bien. Agrega un poco de crema humectante y ponte unos calcetines. Repite esta operación según las indicaciones del dermatólogo; no siempre es aconsejable su uso diario.
Crema de aguacate y plátano
Otra opción natural muy fácil de preparar es una crema de aguacate y plátano. El aguacate posee efectos comprobados para el cuidado de la piel, así como también los tiene el plátano.Según los usos tradicionales de este remedio, para prepararlo debes triturar en una licuadora la mitad de un aguacate y un plátano pequeño. La mezcla debe estar muy espesa, para que puedas aplicarla como mascarilla en los pies.
Diversas recetas tradicionales indican envolver los pies con plástico que se utiliza para tapar comida (el cual se puede comprar en el supermercado) durante unos 30 minutos; consulta al dermatólogo sobre esta práctica. A su vez, pregúntale por la frecuencia con la que podrías utilizar esta crema.
Exfoliante de limón
Antes de aplicar este remedio, es muy importante que tengas cuidado, ya que el limón puede provocar ardor si tu piel se encuentra lastimada o muy agrietada. Sin embargo, esta fruta tiene propiedades comprobadas como exfoliante.
El uso tradicional es el siguiente: mezcla un cuarto de taza de jugo de limón con media taza de azúcar. Humedece la piel de tus pies y aplica la mezcla dando un masaje con movimientos circulares. Por último, enjuaga tus pies y sécalos muy bien.
Aceite de coco
Muchas personas consideran que el aceite de coco es un excelente aliado en contra de la piel reseca; diversas investigaciones realizadas en animales comprueban este efecto.
En teoría, este producto ayuda a la piel a retener agua y a eliminar las células muertas. De hecho, el aceite de coco también podría servir para fortalecer los tejidos que se encuentran debajo de la epidermis, aunque no hay demasiada evidencia al respecto.
Las creencias populares recomiendan frotar tus pies con un poco de este aceite todas las noches y después ponte unos calcetines para que sus propiedades actúen durante toda la noche. Repite esto todos los días hasta que obtengas los resultados deseados.
Crema de papaya
Además de la crema de aguacate y plátano, también puedes hacer una de papaya, que igualmente podría resultar efectiva para la resequedad de los pies. Hay estudios sobre animales que confirman este potencial, aunque hacen falta más investigaciones en humanos.
Tritura en una licuadora un poco de papaya hasta obtener una pasta, con una consistencia parecida a la de un puré, y aplícala sobre aquellas zonas que estén resecas. La papaya renueva la piel, ya que es un exfoliante natural. Recuerda, de todos modos, que lo más apropiado es siempre utilizar estos remedios con la aprobación previa del dermatólogo.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.