¿Sabes lo que ingieres al beber un refresco?

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 06 julio, 2023

Los refrescos, también llamados gaseosas en algunos países, son bebidas muy populares en todo el mundo. En varios lugares pueden llegar a adquirirse por un precio menor al del agua.

La mayoría de los consumidores sabe poco o nada sobre los ingredientes que estos contienen, y de la misma manera, tienden a desconocer los procesos a los cuales sometemos nuestro cuerpo cuando los bebemos sin responsabilidad.

En este artículo podrás enterarte de los componentes de las bebidas que acompañan algunos combos y comidas. ¡De seguro comenzarás a darle más importancia al momento que puedas consumirlos!

Entonces, la pregunta podría ser: ¿Sabes que ingieres al beber un refresco?.

¿Cómo se elaboran los refrescos?

Según información de los expertos de la OCU,  se dice que los requisitos para que un refresco pueda ser considerado como tal, están claros en base a la ley. Es decir, deben cumplir con un mínimo de características estandarizadas a nivel mundial.

Entre esas características destacan que debe contener menos de un 0,5 % de alcohol y agua apta para el consumo humano. También deben incluir alguno o varios ingredientes de una pequeña lista, entre estos ingredientes podemos mencionar: anhídrido carbónico (responsable del gas), azúcares, zumos, purés, disgregados de frutas y vegetales, vitaminas y minerales, y aditivos y aromas.

Como primera medida, estas bebidas se preparan mediante diferentes procesos químicos. En su mayoría, suelen contener:

• Cafeína
• Aditivos
• Caramelo
• Saborizantes
• Azúcar refinada
• Conservantes, como el E-150d
• Edulcorantes artificiales (estas tres últimas suman casi el 90 % de la botella)

La composición de los refrescos de cola, por ejemplo, está hecha a base de ácidos, mayormente carbónicos y eritórbicos.

¿Refresco de cola para NO beberlo?

Según la creencia popular, algunos de los usos “no difundidos” de la bebida de cola son los siguientes:

¿Limpiar el baño?

Estas mismas creencias populares, dicen que la bebida de cola puede llegar a servir para “quitar el sarro y la suciedad pegada en las paredes del inodoro”. Así mismo se cree que sólo se tiene que echar un poco de esta bebida y dejar que “haga efecto” unos segundos.

A pesar de que hasta ahora no hay evidencia científica de ello, pueden conseguirse blogs de opinión y links de videos en internet donde supuestamente algunos usuarios muestran esto.

¿Eliminar el óxido?

Al igual que lo anteriormente mencionado, la sabiduría popular dice que los ácidos que contiene el refresco de cola pueden utilizarse como “disolventes”, sin embargo, se debe hacer énfasis en que hasta ahora, pese a lo mencionado, no hay ningún estudio científico que compruebe esto.

¿Qué más tienen los refrescos?

El ácido fosfórico, por ejemplo, se trata de un gran corrosivo que ataca a los dientes, en primer lugar. Por ejemplo, este estudio se muestran los efectos del refresco de cola sobre algunas resinas compuestas.

Se llevó a cabo evaluando las propiedades físicas de la superficie de las resinas, al ser expuestas a bebidas carbonatadas (refrescos de cola).

Efectos del ácido fosfórico

Varios estudios han revelado que, cuando se consume en grandes dosis, es corrosivo y en cantidades menores es irritante para la piel, los ojos y las membranas mucosas de la cavidad oral, respiratoria y el tracto gastrointestinal.

Si a esto le sumamos que, está combinado con una gran cantidad de azúcares y cafeína, entonces, el consumo en exceso de refrescos podría llegar a provocar:

• Aumento de peso.
• Desgaste de los huesos.
• Incremento de las alergias.
• Perjuicios en los dientes.
• Fermentación del bolo alimenticio.
• Alteraciones en el sistema nervioso.
• Producción exagerada de ácido acético.
• Desequilibrios en el sistema hormonal.
• Envejecimiento y posterior destrucción de las células.
• Reducción de los niveles de minerales en el cuerpo.

¿Por qué bebes refresco?

Esto es un tema de discusión bastante amplio, pero podría decirse que las razones por las cuales se consume refrescos, son tres muy simples: Información, rapidez y sabor.

Es decir, en primer lugar, hay una alta tendencia a no conocer los componentes que contiene una botella de 300 ml de esta bebida. Así mismo, la prisa con la que nuestra sociedad moderna vive a diario, hace que “nos detengamos por una lata fría para el calor” y como último punto, pues su indiscutible sabor dulce nos hace un poco adictos al consumo frecuente.

Por mencionar un ejemplo, en este estudio, publicado por  la revista especializada JAMA Internal Medicine, se ha observado una asociación entre un mayor consumo de refrescos y una mayor mortalidad prematura.

Los resultados de este estudio (el más grande aplicado en Europa hasta la fecha) muestran que las personas que beben 2 vasos diarios de refresco (500 ml) presentan un riesgo de muerte prematura un 17 % mayor que el de los consumidores ocasionales que toman, como mucho, 1 vaso al mes . 

Consecuencias del consumo de refresco

Como hemos mencionado en líneas anteriores, las consecuencias del consumo excesivo de bebidas gaseosas y azucaradas, pueden ir desde perjuicios en los dientes hasta alteraciones del sistema nervioso.

Sin embargo, unas de las más importantes a destacar son:

• La obesidad: este estudio por parte de la Universidad Británica de Columbia muestra que, el excesivo e irresponsable consumo de bebidas gaseosas ha sido el partícipe de aproximadamente el 16.4 % de generación de obesidad mórbida en varios países de Europa, incluyendo España.
• Descalcificación: Debido al contenido alto de aditivos y edulcorantes, nuestro sistema inmunitario empieza a perder la presencia necesaria del hierro, causando osteoporosis.

Notas finales

Lo más importante a la hora de consumir alimentos, es hacerlo con responsabilidad y balance. Se sugiere ingerir alimentos de calidad que le ofrezcan a nuestro cuerpo los nutrientes y las vitaminas que necesita a lo largo del día.

En el caso de los niños, pues es importante crear hábitos alimenticios que incluyan zumos de frutas y verduras, en vez de refrescos o bebidas azucaradas. Así podremos influenciar su futuro de una manera mucho más positiva.