Qué cubre un seguro médico si necesitas hospitalización

La salud es el tesoro más grande que tenemos, y hacer lo posible por cuidarla es invertir en nuestro bienestar futuro y tranquilidad. Adquirir un buen seguro médico puede brindarnos muchas coberturas para acceder a los mejores servicios y profesionales. Entre ellas, una de las más importantes y a la vez menos conocida es la hospitalización.
Si alguna vez te has preguntado qué pasaría si tuvieras que ser ingresado en un hospital por un accidente o eventualidad, conocer todas las protecciones que tu seguro de salud te ofrece puede ahorrarte muchos dolores de cabeza. Y aunque cada aseguradora tiene sus propias condiciones, estas son las coberturas de hospitalización más comunes.
1. Ingreso hospitalario por enfermedad o accidente
Si llegas a sufrir de alguna enfermedad que requiere que te quedes en un hospital, por ejemplo, una neumonía que necesita antibióticos intravenosos, o tienes un accidente como una fractura o algo más serio, el seguro cubre los gastos de la estancia, la atención médica y los tratamientos que necesites para estar mejor.
2. Hospitalización quirúrgica
Cuando debas someterte a una cirugía médica, ya sea una apendicectomía, una cesárea, una cirugía bariátrica o una biopsia, tu póliza se encargará de los gastos relacionados con la intervención. Esto suele incluir el alquiler del quirófano, la anestesia, el material médico y la habitación para que te recuperes antes de darte de alta.
3. Unidad de cuidados intensivos (UCI)
Una de las grandes ventajas de adquirir un seguro de salud es que en caso de sufrir un accidente o tener alguna condición médica que requiera ingresarte en una UCI, todos los costos asociados estarán cubiertos. Esto garantiza que recibas los cuidados especializados que necesites hasta que tu estado de salud mejore.
4. Hospitalización psiquiátrica
Nadie está exento de pasar por una situación personal difícil o sufrir de una enfermedad mental en algún momento de la vida. En estos casos, si el médico considera necesario un ingreso para estabilizar al paciente y ajustar su tratamiento, algunas aseguradoras se hacen responsables de la estancia durante un tiempo limitado, que suele ser de máximo 50 días al año por asegurado.
5. Atención hospitalaria neonatal y pediátrica
Si acabas de dar a luz o tienes un hijo menor de 14 años asegurado, puedes llevarlo al hospital con la tranquilidad de que, si debe ser ingresado, contará con la mejor atención médica especializada. Las pólizas médicas suelen cubrir los cuidados pediátricos y los tratamientos necesarios y, en caso de los recién nacidos, asistencia en las unidades neonatales.
6. Hospitalización de día
No todos los tratamientos médicos requieren pasar varios días en el hospital. En algunos casos solo es necesario el ingreso por un par de horas para realizar un procedimiento bajo supervisión médica. Por ejemplo, las cirugías ambulatorias, las endoscopias, las transfusiones y las sesiones de quimioterapia están contempladas en la mayoría de pólizas.
7. Prótesis internas y material quirúrgico
Si llegas a ser hospitalizado y necesitas una operación para colocar un marcapasos, una placa metálica, tornillos o una prótesis de cadera, un buen seguro médico cubrirá el coste. Sin embargo, cada aseguradora puede poner ciertos límites. Algunas solo pagan una parte del precio o una cantidad máxima al año según el tipo de prótesis, así que tenlo presente antes de firmar.
8. Habitación privada
Algunas aseguradoras como Aegon brindan a sus clientes la posibilidad de contar con una habitación privada con cama para acompañante, lo que facilita una hospitalización más cómoda y privada. Muchas aseguradoras ofrecen este servicio, pero no en todos los planes.
¿Qué no suelen cubrir las pólizas de hospitalización?
Al momento de contratar un seguro médico debes ser consciente de los beneficios incluidos, pero también de los límites de la cobertura hospitalaria, así sabrás qué cosas están cubiertas y cuáles no. Entre las exclusiones más comunes resaltan:
- Procedimientos estéticos: a menos que sean cirugías reconstructivas necesarias luego de sufrir algún accidente o una operación médica.
- Drogadicción y alcoholismo: la hospitalización y los tratamientos relacionados al consumo de drogas o alcohol suelen no estar cubiertos.
- Tratamientos experimentales: los seguros no se hacen responsables de ningún procedimiento que no esté aprobado por el Sistema Nacional de Salud.
- Corrección visual: si requieres de una cirugía para tratar la miopía, el astigmatismo o la presbicia recuerda que suelen estar fuera de la cobertura.
- Trasplante de órganos: por lo general estos procedimientos no están cubiertos, aunque algunas aseguradoras hacen excepciones.
Si estás pensando en adquirir un seguro médico, no te dejes llevar por la primera promoción que te ofrezcan. En línea puedes encontrar muy buenas aseguradoras, pero antes de optar por una u otra, tómate el tiempo para revisar bien sus coberturas, límites y precios. De esta manera, puedes poner en la balanza todos los pros y contras y luego elegir la mejor opción.
La salud es el tesoro más grande que tenemos, y hacer lo posible por cuidarla es invertir en nuestro bienestar futuro y tranquilidad. Adquirir un buen seguro médico puede brindarnos muchas coberturas para acceder a los mejores servicios y profesionales. Entre ellas, una de las más importantes y a la vez menos conocida es la hospitalización.
Si alguna vez te has preguntado qué pasaría si tuvieras que ser ingresado en un hospital por un accidente o eventualidad, conocer todas las protecciones que tu seguro de salud te ofrece puede ahorrarte muchos dolores de cabeza. Y aunque cada aseguradora tiene sus propias condiciones, estas son las coberturas de hospitalización más comunes.
1. Ingreso hospitalario por enfermedad o accidente
Si llegas a sufrir de alguna enfermedad que requiere que te quedes en un hospital, por ejemplo, una neumonía que necesita antibióticos intravenosos, o tienes un accidente como una fractura o algo más serio, el seguro cubre los gastos de la estancia, la atención médica y los tratamientos que necesites para estar mejor.
2. Hospitalización quirúrgica
Cuando debas someterte a una cirugía médica, ya sea una apendicectomía, una cesárea, una cirugía bariátrica o una biopsia, tu póliza se encargará de los gastos relacionados con la intervención. Esto suele incluir el alquiler del quirófano, la anestesia, el material médico y la habitación para que te recuperes antes de darte de alta.
3. Unidad de cuidados intensivos (UCI)
Una de las grandes ventajas de adquirir un seguro de salud es que en caso de sufrir un accidente o tener alguna condición médica que requiera ingresarte en una UCI, todos los costos asociados estarán cubiertos. Esto garantiza que recibas los cuidados especializados que necesites hasta que tu estado de salud mejore.
4. Hospitalización psiquiátrica
Nadie está exento de pasar por una situación personal difícil o sufrir de una enfermedad mental en algún momento de la vida. En estos casos, si el médico considera necesario un ingreso para estabilizar al paciente y ajustar su tratamiento, algunas aseguradoras se hacen responsables de la estancia durante un tiempo limitado, que suele ser de máximo 50 días al año por asegurado.
5. Atención hospitalaria neonatal y pediátrica
Si acabas de dar a luz o tienes un hijo menor de 14 años asegurado, puedes llevarlo al hospital con la tranquilidad de que, si debe ser ingresado, contará con la mejor atención médica especializada. Las pólizas médicas suelen cubrir los cuidados pediátricos y los tratamientos necesarios y, en caso de los recién nacidos, asistencia en las unidades neonatales.
6. Hospitalización de día
No todos los tratamientos médicos requieren pasar varios días en el hospital. En algunos casos solo es necesario el ingreso por un par de horas para realizar un procedimiento bajo supervisión médica. Por ejemplo, las cirugías ambulatorias, las endoscopias, las transfusiones y las sesiones de quimioterapia están contempladas en la mayoría de pólizas.
7. Prótesis internas y material quirúrgico
Si llegas a ser hospitalizado y necesitas una operación para colocar un marcapasos, una placa metálica, tornillos o una prótesis de cadera, un buen seguro médico cubrirá el coste. Sin embargo, cada aseguradora puede poner ciertos límites. Algunas solo pagan una parte del precio o una cantidad máxima al año según el tipo de prótesis, así que tenlo presente antes de firmar.
8. Habitación privada
Algunas aseguradoras como Aegon brindan a sus clientes la posibilidad de contar con una habitación privada con cama para acompañante, lo que facilita una hospitalización más cómoda y privada. Muchas aseguradoras ofrecen este servicio, pero no en todos los planes.
¿Qué no suelen cubrir las pólizas de hospitalización?
Al momento de contratar un seguro médico debes ser consciente de los beneficios incluidos, pero también de los límites de la cobertura hospitalaria, así sabrás qué cosas están cubiertas y cuáles no. Entre las exclusiones más comunes resaltan:
- Procedimientos estéticos: a menos que sean cirugías reconstructivas necesarias luego de sufrir algún accidente o una operación médica.
- Drogadicción y alcoholismo: la hospitalización y los tratamientos relacionados al consumo de drogas o alcohol suelen no estar cubiertos.
- Tratamientos experimentales: los seguros no se hacen responsables de ningún procedimiento que no esté aprobado por el Sistema Nacional de Salud.
- Corrección visual: si requieres de una cirugía para tratar la miopía, el astigmatismo o la presbicia recuerda que suelen estar fuera de la cobertura.
- Trasplante de órganos: por lo general estos procedimientos no están cubiertos, aunque algunas aseguradoras hacen excepciones.
Si estás pensando en adquirir un seguro médico, no te dejes llevar por la primera promoción que te ofrezcan. En línea puedes encontrar muy buenas aseguradoras, pero antes de optar por una u otra, tómate el tiempo para revisar bien sus coberturas, límites y precios. De esta manera, puedes poner en la balanza todos los pros y contras y luego elegir la mejor opción.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.







