¿Qué es el síndrome facetario?
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
El síndrome facetario, también conocido como enfermedad de las facetas, es una afección que provoca dolor o disfunción en las articulaciones facetarias de las vértebras. Estas son las que conectan las vértebras entre sí, una con la otra.
La función de las vértebras es darle soporte, estabilidad y movilidad a la columna. El síndrome facetario puede presentarse en cualquier área de la columna, pero es más común en la zona lumbar. Provoca dolor, rigidez y dificultad de movimiento.
En la mayoría de los casos, surge como efecto del envejecimiento. Aunque la edad traiga consigo un desgaste natural de las vértebras, esta afección puede prevenirse con un estilo de vida saludable.
La configuración de la columna vertebral
La columna vertebral es una especie de mástil que sirve de eje al cuerpo. Cumple tres funciones básicas: darle soporte estructural a todo el cuerpo, proteger la médula espinal y permitir el movimiento del tronco.
La columna es una estructura multiarticular, es decir, está compuesta por varios segmentos. Cada uno de ellos conforma una unidad, pero está vinculado con las demás partes. Esta estructura hace posibles los movimientos en varias direcciones y permite que haya una correcta absorción y distribución de cargas.
Cada segmento o unidad está conformado por dos vértebras adyacentes, un disco intervertebral, ligamentos espinales y articulaciones facetarias. Para que la columna funcione bien, cada componente debe encontrarse en buen estado.
¿Qué es el síndrome facetario?
Las facetas son pequeñas zonas de las vértebras que forman articulaciones en la parte posterior de las vértebras. También se les llama articulaciones facetarias. Cada articulación está rodeada por una cápsula que produce una sustancia llamada líquido sinovial y su función es lubricar y amortiguar el movimiento.
Las articulaciones facetarias protegen el disco intervertebral en la parte de atrás, impiden que la vértebra se desplace hacia adelante y que haya un exceso de rotación o extensión.
Ahora bien, dentro de cada articulación facetaria hay una pequeña almohadilla que debe estar lubricada. A veces, esa almohadilla se desgasta, bien sea por el envejecimiento o por el sobreuso. Cuando esto ocurre, los huesos se deslizan unos sobre otros sin amortiguamiento.
La fricción hace que se desgasten los huesos y a raíz de esto pueden formarse espolones, que son unas protuberancias óseas. Así mismo, es posible que haya inflamación, que el cartílago se desgaste, que se produzcan subluxaciones o que se separe la cápsula articular.
Tipos de síndrome facetario
El síndrome facetario se puede clasificar en varios tipos, de acuerdo con la zona de la columna que haya sido afectada. Desde ese punto de vista, encontramos 4 formas de presentación:
- Lumbar.
- Síndrome de la faceta torácica.
- Cervical.
- Síndrome de la faceta lumbo-sacral.
Causas y síntomas
El síndrome facetario se produce casi siempre como efecto del envejecimiento. Este trae consigo el desgaste de las articulaciones y provoca la afección. Sin embargo, en algunos casos la patología se produce por sobrecarga de presión en las articulaciones o por lesión traumática.
El síntoma característico del síndrome facetario es el dolor. Lo más habitual es que este se ubique en la zona lumbar, pero muchas veces se irradia a la ingle, las nalgas o la parte posterior del muslo. Se agrava al estar mucho tiempo de pie o al hacer movimientos de inclinación, hiperextensión y rotación contralateral.
Es frecuente que las personas con esta patología sientan alivio cuando se acuestan en la cama o hacen un movimiento de inclinación hacia adelante. Es más habitual que el dolor se presente en las mañanas y en las noches.
Otros síntomas son los siguientes:
- Inflamación en las articulaciones de la columna.
- Pérdida de flexibilidad en la espalda y rigidez.
- Aumento del dolor al inclinarse hacia atrás.
- Dolor en hombros y cuello.
- Dificultades para girar la cabeza.
- Columna con una curvatura inusual.
Diagnóstico y tratamientos disponibles
Lo habitual es que el diagnóstico del síndrome facetario se lleve a cabo a partir de un examen y una entrevista clínica. Los síntomas son los indicadores determinantes.
No existen pruebas específicas para esta afección, pero lo usual es que el diagnóstico se corrobore con métodos complementarios de imagen. Por lo general, el médico ordena radiografías, tomografía axial computarizada y resonancias magnéticas.
Una vez establecido el diagnóstico, hay dos tipos de tratamiento: conservador e invasivo. Veamos en detalle cada uno.
1. Tratamiento conservador
En el tratamiento conservador se acude a técnicas no invasivas. Las alternativas son las siguientes:
- Láser. Ayuda a controlar el dolor y a reducir la inflamación.
- Reposicionamiento de las articulaciones. Incluye procedimientos fisioterapéuticos y movilizaciones de la columna vertebral.
- Ejercicios de fisioterapia. Buscan flexibilizar y fortalecer los músculos para que esto ayude con la rehabilitación.
2. Tratamiento invasivo
La terapia invasiva consiste en la infiltración de anestésicos y de cortisona. Esto es con inyecciones directas en la articulación con esos medicamentos. Solo se lleva a cabo cuando fracasa el abordaje conservador y el paciente es apto para el procedimiento.
En la actualidad, se está desarrollando una terapia prometedora cuyo nombre es neurotomía percutánea. Consiste en necrosar las fibras nerviosas de la articulación mediante una técnica de radiofrecuencia.
¿Se puede prevenir el síndrome facetario?
Aunque el síndrome facetario está causado por el envejecimiento, un estilo de vida saludable ayuda a prevenir o retardar su aparición. En concreto, lo indicado es realizar actividad física regular, llevar una dieta equilibrada y cuidar el peso corporal.
El síndrome facetario es una afección que deteriora la calidad de vida en forma notable. Las personas que tienen este problema pueden ver limitadas sus actividades cotidianas por la dificultad en el movimiento o por el dolor.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Gómez-Vega, J. C., Ocampo-Navia, M. I., Navas, F. M., Orduz, R. C. D., & Calderón, M. E. B. (2020). Articulación facetaria lumbar: correlación anatómica, clínica e imagenológica. Revista Argentina de Neurocirugía, 34(03).
- Pimenta, L., & Parra, M. L. (2005). Síndrome facetario y su manejo. Orthotips AMOT, 1(2), 98-102.
- Martínez-Martínez, Alberto, et al. "Abordaje intervencionista del síndrome facetario lumbar: Denervación con radiofrecuencia." Revista chilena de radiología 23.1 (2017): 07-14.
- Vega, Juan Carlos Gómez, and Juan Carlos Acevedo-González. "Escala de diagnóstico clínico para dolor lumbar de origen facetario: revisión sistemática de la literatura y estudio piloto." Neurocirugía 30.3 (2019): 133-143.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.