¿Qué es el síndrome del hijo del medio?

Si tienes más de dos hijos es necesario que aprendas a gestionar los comportamientos del hijo mediano para evitar discordia entre hermanos. Aquí te damos algunas recomendaciones.
¿Qué es el síndrome del hijo del medio?
Andrés Carrillo

Revisado y aprobado por el psicólogo Andrés Carrillo.

Escrito por Andrés Carrillo

Última actualización: 25 mayo, 2023

El rol de los padres durante las primeras etapas del desarrollo de los niños es importante, independientemente del número de hijos que tengan. Sin embargo, cuando los padres tienen tres hijos, surge una situación particular que vale la pena abordar de manera minuciosa. ¿Qué es el síndrome del hijo del medio? En este artículo responderemos a esa interrogante.

Es natural que los padres demuestren afecto de manera diferente a sus hijos. Esto puede ocurrir por la manera en la que interpretan la realidad de cada uno de ellos. Por ejemplo, el primer hijo está vinculado a la emoción que sintieron al ser padres por primera vez (se asocia con experiencia). El segundo y tercer hijo están vinculados a otras emociones y realidades subjetivas.

En el caso del segundo hijo, este ocupa por un momento el rol del menor, pero la llegada del tercero lo desplaza a una posición intermedia. Es un limbo afectivo que genera dudas en el niño a medida que crece. Por su parte, el tercer hijo conserva la etiqueta de menor e indefenso por el resto de su vida. Veamos qué sucede con el rol del hijo mediano.

¿El rol del hijo del medio se ve opacado por el del mayor y el menor?

Los papeles que desempeñan los hijos están determinados por el orden de su nacimiento, situación que es más notoria en la infancia. Para explicar qué es el síndrome del hijo del medio, es necesario establecer que el segundo hijo debe hacer un mayor esfuerzo que el primero y el tercero por adaptarse a su medioambiente.

¿La razón? Hay que considerar que desde su nacimiento ya existe alguien que también necesita atención de los padres (situación que no le ocurrió al primero). Luego, con la llegada del tercer hijo, este debe ingeniárselas de nuevo para poder adaptarse.

Para el primero no suele haber problema, ya que está cubierto de manera natural por un manto de sentimentalismo de los padres. Esta situación puede provocar que el segundo hijo se sienta menos querido, y busque alternativas poco adaptativas para llamar su atención.

En la mayoría de los casos, los hijos del medio demuestran un comportamiento opuesto al del mayor y el menor. La intencionalidad de esto es sobresalir de alguna manera; incluso, pueden tener conductas rebeldes.

Madre habla con hija tras una rabieta.
En muchos casos, los hijos del medio adoptan conductas rebeldes como una manera de llamar la atención.

Con el paso del tiempo, y en condiciones normales, los hijos del medio generan cierta tolerancia a la frustración, que les ayuda a adaptarse a la sociedad mejor que sus hermanos. Si bien nunca se puede generalizar, esto es lo que suele ocurrir con mayor frecuencia.

Desde la perspectiva de los padres, el rol del hijo del medio no se ve opacado por el de sus hermanos; asegurar eso sería caer en estereotipos y hacer un juicio de valor. Lo que ocurre es que, dentro de los estilos de crianza de los padres, las maneras de mostrar afecto pueden ser diferentes; pero en términos afectivos, ninguno de los hermanos se vería opacado por los otros.

Consejos y consideraciones que deben tener en cuenta los padres

Ahora veremos algunas maneras adaptativas para gestionar la crianza de los hijos y evitar que entre ellos se genere discordia. Lo ideal es que los padres consigan disipar los sentimientos inadecuados que puedan ocurrir en el hogar. Incorporar estas recomendaciones puede generar cambios a mediano y largo plazo, pero es importante la constancia.

1. Procurar que las reglas sean iguales para todos los hijos

El pilar fundamental de un ambiente igualitario son las reglas. Cuando los niños crecen con la conciencia de que las reglas aplican de igual forma para todos, no suelen tener conflictos intensos con sus hermanos. Los padres deben encargarse de que en el hogar exista una sensación de justicia igualitaria, a pesar de las diferencias de edad entre los hijos.

Lee este artículo: Los estilos de crianza: ¿qué clase de padre o madre soy?

2. Reconocer el esfuerzo del hijo del medio

En la medida en que los padres valoran y reconocen el esfuerzo de sus hijos, estos logran el adecuado establecimiento de la autoestima. Por eso, se debe tener especial cuidado con los hijos del medio, que muchas veces pasan desapercibidos ante los padres (de manera inconsciente). Resulta conveniente felicitarlos cuando realicen bien sus actividades e incentivarlos a hacer cosas que los motiven.

3. Dedicar tiempo de calidad a cada hijo

El tiempo que los padres pasan con sus hijos fortaleciendo el vínculo afectivo es un factor protector ante conductas desadaptativas. Lo que se recomienda es distribuir de manera equitativa el tiempo con cada uno para que ninguno pueda sentirse opacado por sus hermanos. Es buena idea expresar a cada uno por separado que son valiosos.

4. Evitar las comparaciones entre hermanos

Establecer comparaciones entre los hermanos es fuente de resentimiento para los niños, y debe evitarse a toda costa. Algunos padres suelen comparar el rendimiento de unos con el de otros, con la intención de generar una «sana competencia». No obstante, esto resulta contraproducente. Entre hermanos no debe haber competencia, sino libertad para que cada uno pueda expresar sus habilidades únicas.

Consejos y consideraciones que deben tener en cuenta los padres
Como padres es importante dedicar tiempo de calidad a todos los hijos. Además, por ningún motivo hay que caer en comparaciones entre estos.

Lee este artículo: Cómo combatir los enfrentamientos entre hermanos

¿Qué hay que recordar sobre el síndrome del hijo del medio?

El síndrome del hijo del medio puede definirse como un patrón de comportamiento desadaptativo por parte de los hijos que están en medio del primero y el tercero. Es importante que los padres consigan gestionar adecuadamente las conductas de sus hijos mediante la implementación de estilos de crianza funcionales.

Ahora que sabemos cómo se manifiesta este síndrome y que tenemos las herramientas para manejarlo, es necesario destacar que ambos padres deben trabajar en equipo para obtener buenos resultados. Si los padres se encuentran separados, deberán comunicarse de forma asertiva para establecer un método de crianza igualitario.


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