Tatuajes para "borrar" las heridas de la vida
Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater
En ocasiones, las historias más nobles tienen su inicio en situaciones dramáticas. Llamamos heridas de la vida a las experiencias que dejan huella en nuestra piel, ya sea por la violencia machista o por enfermedades graves, como el cáncer.
La protagonista de esta historia es Flavia Carvalho, una tatuadora brasileña que lleva años liderando un bello proyecto llamado “A flor de piel”. ¿Su misión? Conseguir que las mujeres vuelvan a amar su cuerpo y a sentirse atractivas.
Flavia Carvalho tatúa de forma gratuita un dibujo que cubre las marcas de las cicatrices de las heridas de la vida. A continuación te invitamos a saber más sobre esta interesante labor.
“A flor de piel”, o el renacer de la belleza en las heridas de la vida
Una vez, mientras Flavia Carvalho trabajaba en su estudio de tatuaje Daedra Art Tattoo de Brasil, entró por la puerta una mujer con una profunda cicatriz en su abdomen.
Aquella herida se debía a un ataque machista, cruel y muy violento. Durante una noche en una discoteca, un hombre se acercó a ella para pedirle relaciones, la mujer se negó y, en respuesta, este le cortó el abdomen con una navaja.
Este tipo de heridas de la vida no son solo una marca física en la piel. Hay cicatrices externas que, a pesar de estar curadas, siguen muy abiertas por dentro: el dolor emocional es el que más tarda en sanar.
Flavia Carvalho, impresionada por la historia de la joven, le tatuó una bellísima composición floral acompañada por un pájaro. La reacción de la mujer al ver esa obra cubriendo por completo su cicatriz fue tan emotiva como esperanzadora.
Sonrió y se sintió aliviada. De la herida había emergido algo espectacular y reconfortante. Su expresión y su autoestima mejoraron de tal modo que esta tatuadora brasileña lo tuvo claro.
Era el momento de iniciar algo nuevo. Decidió ofrecer su trabajo de forma gratuita para que los tatuajes actuaran como instrumento para mejorar la autoestima de las víctimas de la violencia machista y de aquellas mujeres que hubieran pasado por una mastectomía.
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Los tatuajes: una forma de reencontrase con el propio cuerpo
No hay demasiadas mujeres tatuadoras. En su mayoría son hombres, de ahí que este proyecto resulte a su vez tan especial y único en el mundo.
Su labor no se basa solo en hacer tatuajes para ocultar cicatrices. Su labor es también la de servir de ayuda y facilitar ese desahogo emocional previo a la sesión de tatuaje.
El proyecto “A flor de piel” lleva en marcha desde 2013 y ofrece su servicio a mujeres de todo el mundo, no solo a las residentes en Brasil.
Son muchas las jóvenes y mujeres de cualquier edad que contactan con Flavia a través de las redes sociales para explicarle su caso. Se organiza el viaje y la visita al estudio de Daedra Art Tattoo.
Por lo general, las mujeres empiezan contando su historia, su drama personal. Más tarde enseñan sus cicatrices y Flavia Carvalho les sugiere un posible dibujo.
Hay quien necesita un tipo de tatuaje particular. Es común que las mujeres intervenidas por una mastectomía elijan flores que se están abriendo. Es como un despertar a la belleza.
Otras, las víctimas de la violencia machista, agradecen mucho la presencia de algún animal que “les ilumine”, que les ofrezca esperanza, como puede ser, por ejemplo, un gato o un colibrí.
A medida que Flavia va realizando los tatuajes se va produciendo un desahogo personal y emocional muy importante. Las mujeres reviven sentimientos, situaciones, escenas…
El dolor del tatuaje es catártico, la sangre se mezcla ya con el color y las cicatrices van desapareciendo. Los tatuajes ayudan a borrar esas heridas de la vida.
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Historias imposibles de olvidar
A pesar de la belleza y de lo emotivo de su trabajo, Flavia Carvalho tiene muchas historias tatuadas en su mente imposibles de olvidar.
Le es muy especial el caso de una joven de 17 años que, según ella mismo le explicó, estuvo manteniendo durante unos meses una relación con un hombre mucho mayor que ella.
Cuando quiso dejarlo, este reaccionó de modo violento apuñalándola numerosas veces en el abdomen. Estuvo en la UCI varios días y, a pesar de sobrevivir a la agresión, la joven ya nunca volvió a ser igual.
Al menos, los tatuajes que ahora luce en su abdomen son toda una explosión de belleza y atractivo que le han devuelto la autoestima y el placer de volver a mirarse en el espejo.
Impresionante también el caso de otra mujer, herida y con varias quemaduras en las piernas a causa de un accidente en coche que su propia pareja provocó para vengarse de ella.
Historias terribles que escucha cada día en su trabajo, pero que atiende con ánimo porque entiende cuál es su misión: aportar belleza y esperanza. Borrar heridas de la vida externas para que se curen las internas.
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