Logo image
Logo image

4 técnicas para encoger una prenda de ropa sin dañarla

9 minutos
Lavar la prenda en agua caliente y secar a altas temperaturas suelen provocar el encogimiento de fibras naturales, como el algodón y lino.
4 técnicas para encoger una prenda de ropa sin dañarla
Última actualización: 14 enero, 2025

¿Te enamoraste de una franela y, aunque te queda muy grande, decidiste comprarla? Si es así, y ahora deseas ajustarla a tus medidas, no debes perder de vista que el tipo de fibra, el método de secado y la confección de la tela son algunas variables que pueden influir en el grado de encogimiento que pueda experimentar una prenda.

En este sentido, la lana, la seda, el algodón y el lino suelen encogerse con facilidad. El secado a altas temperaturas de estas fibras naturales o celulósicas pueden hacer que una pieza sea más pequeña. En cuanto a las fibras sintéticas, como el poliéster, el nailon y licra, este resultado es más difícil de lograr.

Respecto a la confección, piezas como las camisetas y los suéteres pueden encogerse con más facilidad, porque hay más espacio entre las fibras. A su vez, también tienen más elasticidad y esto hace que puedan volver a su forma sin contratiempos.

Debes tener presente que hacer tus prendas más pequeñas en casa no te permite tener pleno control de que el resultado final será el deseado. Dicho esto, a continuación, descubrirás cómo encoger la ropa y algunos consejos para evitar dañarla.

1. Lava y seca la prenda de acuerdo al tipo de tejido

Cuando deseas hacer una prenda más pequeña, el calor es tu mejor aliado. Por eso, lavar y secar a máquina a temperatura alta (130 °F o 54 °C) es la táctica más efectiva. No obstante, es importante no excederse, ya que puede ocurrir que pierdan la forma y el color.

Es clave tener claro el tipo de fibra de la que está hecha la pieza que deseas encoger, porque no todas se comportan de la misma manera. Veamos el paso a paso para encoger diferentes tipos de tejido:

Algodón, lino y mezclilla

Estas fibras naturales son hidrófilas, esto permite que absorban mejor la humedad, se hinchan y aumentan su tamaño. Después, durante el secado, se contraen y, gracias a ello, se encogen con facilidad. Además, la estructura de sus tejidos también contribuye a este propósito y no suelen ser sometidas a procesos como el preencogimiento o preshrunk.

Procedimiento

  1. Configura la máquina en el ciclo más largo de lavado y con la temperatura más alta.
  2. Una vez finalizado el ciclo, llévala a la secadora y selecciona la máxima potencia de calor.
  3. Cada cierto tiempo, detén la lavadora para verificar cómo va el proceso de encogimiento.
  4. Cuando hayas obtenido el resultado deseado, retira la ropa de la máquina y sécala al aire. No cuelgues la pieza en un tendero si está mojada o húmeda, porque podría estirarse.
No pierdas de vista que al configurar la lavadora en el nivel de suciedad más alto, las prendas se remojan y agitan más. Al momento de secar a máquina, el volteo mecánico con calor reforzaría el encogimiento de la prenda.

Lana y mohair

Se trata de fibras confeccionadas con pelo de animal y que tienen propiedades aislantes. La ropa de lana se confecciona con vellón de ovejas, mientras que el mohair se hace a partir del pelo de la cabra de Angora. Ambos tejidos son susceptibles al calor, por lo que el procedimiento de reducir el tamaño de la pieza debe hacerse con atención.

Procedimiento

  • Encogimiento drástico: lava la pieza en agua tibia y sécala a temperatura media (110 °F a 90 °F o 43 °C a 32 °C).
  • Encogimiento medio: rocía la prenda con agua tibia y llévala a la secadora a temperatura media.
  • Encogimiento focalizado: si solo quieres encoger las mangas o el cuello, humedece esas áreas con agua tibia y plancha hasta que estén secas.

Seda

Se trata de una fibra natural bastante delicada, por lo que el lavado a mano es lo más adecuado y no debe retorcerse ni escurrir: mejor es presionar para eliminar el exceso de agua.

Además, cuando se trata del secado, debes hacerlo al aire libre —sin exponerla a luz solar directa para evitar la decoloración— y el planchado debe hacerse a baja temperatura. Esto se debe a que la seda puede perder su brillo y textura por la acción del calor extremo.

Procedimiento

  1. Sumerge la pieza de seda en un recipiente con agua tibia. Déjala en remojo por cinco minutos.
  2. Transcurrido ese tiempo, retírala del agua sin retorcerla porque podrías dañar sus fibras.
  3. Coloca la prenda sobre una toalla gruesa y blanca para que absorba la humedad.
  4. Cuando ya no desprenda agua, sécala al aire libre.

Poliéster, licra y nailon

No es tan fácil lograr que se encojan este tipo de fibras sintéticas, debido a que no absorben el agua del modo que lo hacen las naturales y, al no hincharse, tampoco se contraen durante el secado. En particular, la licra está diseñada para estirarse y recuperar su forma original, incluso después de varias lavadas.

Sumado a esto, estas telas son más resistentes frente al calor, ya que se someten a tratamientos térmicos durante su fabricación. Aun así, el lavado y secado a altas temperaturas es la mejor opción.

Procedimiento

  • Encogimiento drástico: lava con agua caliente y seca a máquina a temperatura alta. Repite el proceso hasta que obtengas el resultado deseado, sin olvidar revisar la prenda cada cierto tiempo.
  • Encogimiento focalizado: plancha la prenda a temperatura alta, con un paño de prensado sobre el tejido para protegerlo.

2. Remoja tu pieza en agua hirviendo

Lavar la ropa a altas temperaturas para encoger una prenda es eficaz, pero remojarla en agua hirviendo optimiza aún más sus efectos, cuando se trata de fibras naturales como el algodón y el lino. Para ello, solo debes sumergirla en una olla de acero inoxidable con agua hirviendo durante 20 o 30 minutos.

Después, puedes retirarla con unas pinzas o dejarla en remojo hasta que se enfríe el agua. Transcurrido el tiempo necesario, llévala a la secadora a la temperatura más alta.

Antes de aplicar este método, debes saber si la tela destiñe. Para averiguarlo, puedes frotar —en un área poco visible de la prenda— un hisopo con algodón que hayas sumergido en alcohol isopropílico.

3. Plancha la ropa mientras está húmeda

Esta es una opción efectiva que debe realizarse con mucha atención y precaución. Es ideal para telas como el algodón y el lino; sin embargo, debes descartar su aplicación en seda o licra.

Procedimiento

  1. Si la prenda está seca, rocíala con un poco de agua. En cambio, si acabas de lavarla, déjala que le dé un poco el aire hasta que esté húmeda, no mojada.
  2. Ajusta la temperatura de la plancha, de acuerdo al tipo de tejido. Ante las dudas, consulta la etiqueta de cuidado de la pieza de ropa.
  3. Plancha la prenda con movimiento suaves y de manera uniforme, aunque puedes enfocarte en las áreas que quieres que se encojan más.
  4. Déjala secar en una superficie plana.

4. Emplea un vaporizador de ropa

Aunque no es la técnica más conocida para reducir las dimensiones de una pieza, suele funcionar en algodón, lana y lino. Sin embargo, debes tener presente que en el primer tipo de tela mencionado los resultados pueden ser ligeros, en el segundo debes hacerlo de forma controlada y en el tercero los resultados pueden ser variables. De igual forma, recuerda que no se aconseja aplicar este método en fibras como seda, licra, poliéster y rayón.

Procedimiento

  1. Cuelga la prenda en una percha.
  2. Enciende el vaporizador y, una vez que esté lleno el tanque de agua, espera que caliente.
  3. Aplica el vapor de forma uniforme en la prenda a una distancia entre 10 y 20 centímetros. Hazlo con movimientos suaves y no te enfoques demasiado en una sola zona de la pieza, a menos que solo quieras reducir esa área de la prenda de ropa.
  4. Deja secar la prenda en la percha para que el proceso de encogimiento ocurra de la forma más uniforme que sea posible.
Puedes repetir este proceso hasta que la pieza alcance el nivel de encogimiento que deseas.

¿Qué hago si se encogió demasiado?

Si por accidente la prenda se encogió más de lo deseado, puedes revertirlo. Para ello, sigue las recomendaciones que te compartimos a continuación:

  1. Mezcla en un recipiente agua a temperatura ambiente con media tapa de suavizante para telas.
  2. Sumerge la prenda y deja que la solución actúe, por unos 15 minutos.
  3. Transcurrido el tiempo, enjuaga con agua fría y escúrrela (sin retorcer).
  4. Seca la pieza de ropa sobre una superficie plana o una rejilla.
En adelante, lava y seca la prenda de acuerdo a las instrucciones de cuidado.  

Precauciones para evitar dañar la ropa

Aunque sueñes con una franela que te quede a la medida y para ello recurras a alguno de los métodos compartidos, debes cuidar que las fibras de tu prenda no se vean comprometidas por algún error. Para ello, ten presente las siguientes recomendaciones para acompañar el proceso de encogimiento de ropa casero:

  • Verifica la etiqueta de la prenda: Esta acción es clave para determinar la composición de la tela. Además, te permite conocer si la prenda que quieres encoger pasó por el proceso de preshrunk o preencogimiento, destinado a garantizar que mantenga su tamaño y forma después de lavarse. De ser así, considera que puedes llevar a cabo alguna de las técnicas mencionadas, pero el resultado será limitado.
  • Precisa qué parte de la prenda vas a encoger: Si no quieres hacer más pequeña toda la prenda, tener claro este aspecto te permitirá focalizar el calor al área deseada.
  • Revisa cada cierto tiempo la prenda, durante el secado a máquina: Esto te permite asegurarte de que no se produzcan daños en la prenda; además, es más probable que te acerques al resultado deseado.
  • Evita dejar demasiado tiempo la ropa hirviendo: Si excedes la duración recomendada, las fibras de la pieza podrían debilitarse, en especial, cuando se trata de la seda.

Encoge tu prenda con atención

Lavar con agua tibia o caliente y secar a temperatura alta suele ser un método adecuado para fibras naturales, como algodón, lino y la mezclilla, al igual que las sintéticas, como el poliéster y la licra. No obstante, las primeras suelen encogerse con mayor facilidad que estas últimas.

Recuerda que cuando se trata de la seda y la lana debes realizar el procedimiento con suma atención. Lo mismo ocurre si decides optar por el uso de la plancha con una prenda húmeda para reducir sus dimensiones.

Por último, ten presente que, aunque estos métodos pueden funcionar en casa, existen algunas variables que pueden dificultar que la pieza quede como deseas. Por eso, la recomendación es llevarla a la tintorería para optimizar los resultados.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.