¿Qué son los telómeros?
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
Los telómeros son la parte extrema de los cromosomas y uno de los temas más fascinantes de la ciencia actual. Se cree que podrían dar grandes respuestas acerca de procesos complejos y enigmáticos como son el envejecimiento, el cáncer y la muerte.
Los telómeros fueron descubiertos en la década de 1930 por Hermann Joseph Muller, en compañía de Barbara McClintock. Esto les valió un Premio Nobel. En 2009, los investigadores Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider y Jack W. Szostak recibieron otro Premio Nobel de medicina por sus avances en el mismo tema.
Antes se creía que las células podían dividirse infinitamente. Luego se comprobó que, en realidad, las células solo podían dividirse un número determinado de veces y después morían. La longitud de los telómeros determina qué tan cerca o lejos están las células de morir.
¿Qué son los telómeros?
Como ya lo anotamos, los telómeros son la parte extrema de los cromosomas. La palabra viene de una raíz griega que significa literalmente “parte final”. Es algo así como la parte de plástico que está en el extremo de los cordones de los zapatos.
Se les considera los escudos protectores del ADN de nuestras células. Esto quiere decir que gracias a ellos, en gran medida, los cromosomas mantienen estable su estructura. Esa estabilidad permite que las células se dividan de la forma en que deben hacerlo.
Los telómeros juegan un papel importante en otras funciones. Por ejemplo, gracias a ellos las células no se adhieren entre sí, y esto es muy importante para la vida misma. Entre otros aspectos, los telómeros también permiten establecer qué tanto ha envejecido un organismo.
Sigue leyendo: 6 enfermedades genéticas más comunes en humanos
Comprendiendo los telómeros
Las células se dividen constantemente para regenerar los tejidos y los órganos de nuestro cuerpo. Cada una de esas divisiones hace que se reduzcan un poco los telómeros, los cuales poco a poco van haciéndose más cortos. Hay un punto en el que son tan pequeños que ya no pueden cumplir su función de proteger el ADN.
Cuando se llega a ese punto significa que las células alcanzaron un estado de senectud o vejez y dejan de dividirse. La longitud de los telómeros se mide en una unidad llamada kilobase. Al nacer tienen en promedio una longitud de 11 kilobases; al llegar a la vejez la cifra se reduce a 4.
El acortamiento de los telómeros, y por tanto su imposibilidad para proteger el ADN, parece ser la causa del envejecimiento y de la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. Entre ellas:
- Problemas cardiovasculares
- Enfermedades neurodegenerativas
- Infertilidad
- Diabetes
- Algunos tipos de cáncer
Descubre más: Epigenética: qué es y qué implicancias tiene
La telomerasa y la juventud
Es inevitable que los telómeros se acorten con cada nueva división celular. Sin embargo, ese proceso puede moderarse, gracias a una enzima llamada telomerasa. La telomerasa es capaz de regenerar, hasta cierto punto, la longitud de estos componentes de los cromosomas.
Las células madre son una especie de guardianas de, prácticamente, toda la telomerasa. Sin embargo, la producción de esta enzima regeneradora disminuye con la edad y eso hace que se incremente el ritmo del deterioro celular. En teoría, si se lograra mantener la producción de telomerasa, tendríamos eterna juventud.
Solo hay un problema. Hay unas células que tienen telómeros muy largos y producen gran cantidad de telomerasa: las células cancerígenas. Estas no envejecen y se dividen profusamente. La conclusión, entonces, es que una baja producción de telomerasa incrementa el envejecimiento, pero una alta producción aumenta el riesgo de cáncer.
Así que, a este respecto, uno de los problemas de la ciencia está en mantener la generación de telomerasa sin producir cáncer. Ya hay experimentos con ratones que han dado resultados alentadores. No es descartable que el objetivo de modular convenientemente la telomerasa se logre en las próximas décadas.
La influencia de los hábitos
Diversos estudios han probado que los hábitos también inciden en el acortamiento de los telómeros. Como se puede intuir, los factores más nocivos son:
- Consumo de bebidas azucaradas
- Tabaquismo
- Sedentarismo
- Falta de descanso adecuado
- Contaminación
Así mismo, se ha detectado que el estrés crónico acorta los telómeros y que el cortisol -la hormona del estrés- reduce la producción de telomerasa. Frente a la alimentación no hay datos concluyentes, pero se ha encontrado una relación entre telómeros más largos y el consumo de verduras, frutas, Omega 3 y café.
También se ha observado que los bebés alimentados exclusivamente con leche materna en las primeras 4 a 6 semanas de vida tienen telómeros más largos a los 4 años de edad. De otro lado, los telómeros más cortos parecen estar asociados a la depresión emocional.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
Hernández Fernández, R. A. (1999). Telómeros y telomerasas. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas, 18(2), 121-129.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.