Tetraplejia: causas, síntomas y cuidados

La tetraplejia es una condición limitante, pero con el tratamiento y el tiempo es posible tener una buena calidad de vida y un amplio margen de autonomía. En estos casos, la ayuda y la comprensión del entorno es muy significativa.
Tetraplejia: causas, síntomas y cuidados
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 27 julio, 2023

La tetraplejia es una condición causada por una lesión o una enfermedad. Su consecuencia es la pérdida parcial o total del movimiento y/o la funcionalidad en las cuatro extremidades y en el torso. También se la conoce como cuadriplejia.

El 80 % de los casos de tetraplejia afecta a los hombres. Los datos disponibles indican que el 50 % de los casos totales recaen sobre personas de entre 18 y 25 años. Lo más habitual es que esta condición sea resultado de un accidente de tráfico entre las personas jóvenes y de una caída entre las personas mayores.

En la actualidad, no hay ninguna cura para la tetraplejia. Este tipo de parálisis afecta la calidad de vida de quienes la padecen y es una condición de riesgo para desarrollar otros problemas de salud. Un tratamiento adecuado puede ayudar a solventar el problema en alguna medida.

¿Cómo funciona el sistema nervioso central?

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La tetraplejia es una enfermedad que genera una pérdida parcial o total de movimiento.

La tetraplejia es causada por un daño en el encéfalo o en la médula espinal; es decir, en el sistema nervioso central. Este es el encargado de regular las funciones ejecutivas del ser humano que comprenden, entre otras, el tono muscular, el control motor, los movimientos, la coordinación y el equilibrio.

El primer gran componente del sistema nervioso central es el encéfalo. Este incluye lo siguiente:

  • El cerebelo. Se encarga de la coordinación y del equilibrio.
  • El tronco encéfalo. Regula los nervios de la cabeza, la cara, el cuello y la parte del tronco.
  • El cerebro. Se encarga del control del movimiento, el pensamiento, las emociones, la personalidad, el comportamiento, etc.

Por su parte, la médula espinal se encarga de transmitir los mensajes desde y hacia el cerebro. La misma está dentro de las vértebras; estas son los discos óseos que componen la columna vertebral. Se trata de una red que transporta los mensajes entrantes y salientes entre el encéfalo y el resto del organismo.

¿Por qué ocurre?

La tetraplejia es causada por un daño en la médula espinal o en el cerebro. Lo que ocurre en estos casos es que se interrumpe la comunicación entre esas dos estructuras. Por lo tanto, el organismo no puede tramitar las señales para producir el movimiento.

El daño se origina en una lesión o una enfermedad. En el caso de las lesiones, por regla general, las que ocurren en la zona cervical (del cuello) tienden a ser más graves. La mayor parte de estos traumatismos se producen por accidentes automovilísticos o caídas.

Asimismo, hay algunas enfermedades que tienen como consecuencia la tetraplejia. Entre ellas, están los tumores, la esclerosis múltiple, el síndrome de Guillain-Barre, la mielitis transversa, la parálisis cerebral infantil, la espina bífida, el accidente cerebrovascular y la poliomielitis, entre otras.

Síntomas principales

En términos generales, los síntomas de la tetraplejia son fáciles de identificar. La manifestación más evidente es la parálisis  en las extremidades y en el torso. Además de esto, puede haber otras señales como estas:

  • Debilidad muscular.
  • Ausencia de movimiento voluntario.
  • Atrofia.
  • Falta de control motor.
  • Reflejos anómalos.
  • Pérdida o alteración de la sensibilidad.
  • Falta de control en la vejiga, el intestino, la respiración y la digestión.
  • Alteración de la función sexual.

A la vez, la inactividad generada por la tetraplejia suele dar lugar a otros problemas como úlceras por presión, neumonía, infección del tracto urinario, debilidad en los huesos, dolor crónico y dificultades psicológicas.

Tipos de lesión y tetraplejia

Lo más habitual es que la tetraplejia se origine en una lesión de la columna cervical. Esta zona comprende siete vértebras que se identifican con la letra «C» y se numeran de 1 a 7, de arriba hacia abajo. La lesión en cada una de ellas origina diferentes efectos. Veamos.

  • Lesión en C1 a C3. Corresponde a las vértebras más cercanas al cráneo y las que provocan efectos más graves. Casi siempre generan parálisis total.
  • Lesión en C4. Provocan limitación severa en los movimientos de brazos, piernas y torso, además de pérdida de control en el diafragma e incontinencia urinaria y fecal.
  • Lesión en C5. Suele provocar parálisis en las piernas, muñecas y manos, además de afectación en las cuerdas vocales.
  • Lesión en C6. Parálisis en piernas, manos y torso. Incontinencia y dificultad para hablar.

Las lesiones en C7 y vértebras más bajas rara vez desembocan en tetraplejia, a menos que existan otras complicaciones.

Cuando la tetraplejia se origina en el cerebro, suele ser consecuencia de una parálisis cerebral espástica que provoca una grave debilidad muscular. El infarto cerebral también genera este tipo de parálisis, al igual que algunos accidentes durante el parto.

Diagnóstico

El signo más característico de la tetraplejia es la pérdida de la movilidad y de la sensibilidad en los brazos, las piernas y el torso. Esa afectación motora, apreciable en un examen clínico, es la vía habitual para diagnosticar este tipo de parálisis.

El diagnóstico como tal se orienta más bien a establecer la causa y el nivel de gravedad de la tetraplejia. Para ello, lo común es que se ordenen pruebas de imágenes para evaluar el estado de la columna y de otras estructuras. Dichas pruebas pueden ser una tomografía computarizada o una resonancia magnética.

En algunos casos, es necesario hacer una mielografía o un estudio de conducción nerviosa para establecer el estado de los músculos y los nervios. Asimismo, a veces se acude a una punción lumbar si hay sospecha de otras enfermedades neurológicas.

Tratamientos disponibles

Fisioterapia de rodilla.
Tras el diagnóstico, el médico evaluará el mejor tratamiento a seguir según las causas y el estado general del paciente.

El tratamiento a aplicar depende de las causas de la tetraplejia y del estado del paciente. El mismo se orienta a mantener las funciones vitales, a recuperar el control sobre las áreas afectadas y a prevenir posibles complicaciones derivadas de la inactividad.

Lo habitual es que el tratamiento incluya un componente farmacológico. Se administran medicamentos para mantener el tono muscular, controlar el dolor neuropático y, si es del caso, abordar la ansiedad y la depresión.

Además de esto, lo habitual es que se inicie un programa de terapias físicas y ocupacionales para que el paciente pueda llevar una vida lo más activa posible y sin riesgos. En la actualidad, se evalúa la eficacia de la terapia con células madre y de la cirugía de transferencia nerviosa.

Terapias recomendadas

La mayor parte del tratamiento de la tetraplejia se lleva a cabo a través de diversas terapias. Las más aconsejables son las siguientes:

  • Kinesioterapia. Busca mantener los músculos fuertes y activos, así como proteger las articulaciones. Permite mejorar o recuperar la funcionalidad de las zonas afectadas.
  • Fisioterapia. Su papel es el de fortalecer el músculo. Además, permite que el paciente aprenda a controlarlo mejor y a ser más autónomo. Se concentra principalmente en los brazos y las manos.
  • Terapia respiratoria. Permite fortalecer los músculos asociados a las vías aéreas y enseña las maniobras y técnicas para mantenerlas despejadas.
  • Electroestimulación. Se emplea para recuperar la sensibilidad y tratar la atrofia muscular.
  • Terapia ocupacional. Permite incrementar las habilidades motrices y ganar autonomía.
  • Neuro-psicoterapia. Ofrece apoyo emocional y ayuda a adoptar estrategias saludables de afrontamiento.
  • Otros. Suele requerirse un programa de entrenamiento para el control de esfínteres, así como para el cuidado de la piel. También hay entrenamientos y apoyo a los cuidadores.

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Recomendaciones que puedes seguir

La tetraplejia supone un cambio radical en la vida de la persona afectada y en la de quienes le rodean. El proceso de aceptación y adaptación puede ser muy difícil, pero es importante llevarlo a cabo de la mejor manera para evitar dificultades y complicaciones posteriores.

La nueva vida exige múltiples cambios y adaptaciones. Algunas de las más importantes son las siguientes:

  • Uso de silla de ruedas. Este será un elemento esencial y lo adecuado es que funcione de manera correcta y que sea de buena calidad. Lo ideal es que sea el mismo paciente quien elija la que mejor se acomode a sus gustos y expectativas.
  • Cambios en el mobiliario. Es necesario reacomodar el mobiliario, de modo que se facilite la movilización en la silla de ruedas. Se deben eliminar las barreras o los elementos de riesgo. Lo mejor es habitar en la planta baja y adaptar un cuarto de baño para el paciente.
  • Cuidados posturales. Es importante evitar que se formen llagas por presión. Para ello, conviene emplear elementos como cojines, respaldos ergonómicos, etc. Asimismo, cuidar de que la persona afectada cambie de posición de forma periódica.
  • Inspección del catéter. Se debe revisar el catéter de forma regular para verificar que se encuentre en buen estado y, así, evitar infecciones urinarias.
  • Desarrollar nuevos intereses. La vida va a cambiar, pero no termina. Una persona con tetraplejia aún puede desarrollar nuevos intereses y actividades. Es importante animarlo a ello, pero también darle tiempo al tiempo.

El apoyo familiar y médico es fundamental

Aunque de momento no haya una cura para la tetraplejia, actualmente hay varias investigaciones en curso. No es descartable que en los próximos años surjan soluciones parciales o totales para esta condición.

Aún sin cura, una persona que se encuentre en esta condición puede mejorar su estado, a veces de forma muy significativa, si se adhiere al tratamiento con disciplina y constancia. La ayuda psicológica puede ser determinante para algunas personas.


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