¿Cómo se relacionan los trastornos alimentarios con la infertilidad?
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Los trastornos alimentarios podrían vincularse con la infertilidad, tanto de hombres como de mujeres. La mayoría de las evidencias apuntan a que esto ocurre, aunque también hay estudios que no encuentran una asociación directa.
Es importante hacer hincapié en que los trastornos alimentarios no se presentan solo en las mujeres. También hay hombres que los experimentan. En ambos casos se reduciría la capacidad para concebir.
Un aspecto a resaltar es el hecho de que los efectos de los trastornos alimentarios sobre la fertilidad no siempre aparecen de forma inmediata. Esto significa que las consecuencias podrían registrarse incluso mucho tiempo después de que se han superado estos problemas.
¿Cuáles son los trastornos alimentarios que pueden provocar infertilidad?
Los trastornos alimentarios más conocidos son la anorexia y la bulimia nerviosa. Sin embargo, también caben otros que están ubicados en una categoría no puntual, a la que se conoce como otros trastornos alimentarios no especificados.
Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa es una enfermedad en la que una persona deja de comer de manera normal y restringe de manera severa la cantidad de calorías que ingiere, con el objetivo de perder peso o mantener un peso bajo en extremo. Es quizás el más común de los trastornos alimentarios.
Bulimia nerviosa
La bulimia nerviosa es un trastorno en el que hay episodios recurrentes de atracones, seguidos de acciones destinadas a compensar esos excesos. Lo más habitual es que las personas se autoinduzcan el vómito, pero para expulsar los excesos también suele acudirse a laxantes, enemas, ejercicio intenso o dietas muy severas con ayuno.
Comer por atracones
Los atracones también forman parte de los trastornos alimentarios. Se caracterizan por la ingesta rápida de grandes volúmenes de comida. Lo usual es que no haya hambre previa y que generen sentimientos de culpa y de tristeza. Para que sea catalogado como trastorno debe tener lugar al menos 2 veces por semana.
Pregorexia
La pregorexia es un trastorno en el que una mujer embarazada no come lo suficiente por miedo a engordar. Suele acompañarse de la realización intensa de ejercicio.
Es común que las mujeres que la padecen hayan sido anoréxicas con anterioridad. Por eso se relaciona la pregorexia con la infertilidad, pues resulta que un gran grupo de estas pacientes tuvo problemas para concebir y prolonga esta problemática en los comportamientos alrededor de su gesta.
Vigorexia
La vigorexia es uno de los trastornos alimentarios que afectan más a los hombres. Supone una adicción al ejercicio físico y el consumo de una dieta desbalanceada, muy orientada a la ingestión de proteínas. Hay una preocupación excesiva por el físico y una obsesión por tener un cuerpo atlético y musculoso.
Síndrome del comedor nocturno
Es un trastorno parecido al de la comida por atracones. La principal diferencia es que en el síndrome de comedor nocturno, las ingestas solo se producen por la noche. Así mismo, no se comen grandes volúmenes de alimentos de una sola vez, sino varias comidas pequeñas a lo largo de las horas que serían de descanso.
Megarexia
La megarexia es uno de los trastornos alimentarios menos visibles. Se podría decir que es lo opuesto a la anorexia y hace referencia a personas que tienen un peso elevado, pero no ven esto como un problema de salud, sino como una manifestación de vitalidad. Incluso llegan a verse a sí mismas como personas delgadas o atléticas.
Los trastornos alimentarios llevan a la infertilidad por diversas vías
Los trastornos alimentarios son problemas graves que pueden incluso comprometer la vida. Además de los efectos negativos que provocan en el estado de salud general, inciden sobre la fertilidad. Veamos cómo.
La grasa corporal
El cuerpo necesita niveles adecuados de grasa para mantener el equilibrio hormonal. Las células grasas inciden en la producción y síntesis de las hormonas, entre ellas, el estrógeno y la testosterona. Si el organismo no genera suficiente cantidad de estas hormonas, el sistema reproductivo se ve afectado.
Nutrición y fertilidad
Aunque la ciencia no ha descifrado del todo la relación entre la nutrición y la fertilidad, sí hay evidencia de que la calidad de la dieta influye en la fecundidad. Las personas con trastornos alimentarios no satisfacen sus necesidades básicas.
Esto lleva a que los óvulos y los espermatozoides sean de peor calidad. También a que el cuerpo tenga dificultades para sintetizar las hormonas.
Menstruación y ovulación
La mayoría de las mujeres con trastornos alimentarios también presentan ausencia de menstruación (amenorrea) o periodos irregulares. Esto provoca problemas con la ovulación y obstaculiza la posibilidad de quedar embarazada, aunque no la elimina.
Encogimiento de ovarios y de útero
En algunas mujeres con anorexia, en especial aquellas con amenorrea crónica, se ha detectado una reducción en el tamaño del útero o de los ovarios. Se cree que esto se encuentra relacionado con el desequilibrio hormonal.
Conteo de espermatozoides y disfunción eréctil
No hay suficientes estudios al respecto, pero los datos disponibles indican que los hombres con niveles muy bajos de grasa también tienen niveles muy bajos de testosterona, lo que hace lleva a que el conteo de espermatozoides sea deficiente. Así mismo, es probable que experimenten problemas de disfunción eréctil.
Efectos en la infertilidad a largo plazo por trastornos alimentarios
Existen sospechas fundadas de que los trastornos alimentarios pueden producir efectos negativos sobre la fertilidad, incluso cuando ya han sido superados. En realidad, no hay investigaciones de largo plazo que puedan corroborar esto.
Sin embargo, es aceptado entre los médicos que las personas con antecedentes de trastornos alimentarios tienen más proporción de infertilidad y más dificultades para concebir. Así mismo, las mujeres tardan más tiempo en quedar embarazadas que el resto de la población.
Al parecer, esto se relaciona con la severidad que haya tenido el trastorno en su momento. Cuando fue muy radical, podría haber dejado daños permanentes en el sistema reproductor.
Por otro lado, cuando el embarazo se produce en una mujer con trastornos alimentarios o con antecedentes de estos, hay mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y bebés con bajo peso al nacer. También hay mayor riesgo de que la madre desarrolle problemas cardiacos.
Así mismo, es más probable que se presente depresión posparto. Luego, es posible que transmitan una idea tergiversada de la imagen corporal a sus hijos.
No menospreciar los trastornos de la alimentación
Los trastornos alimentarios causan infertilidad porque afectan la salud física y mental. Si una persona planea tener hijos, resulta conveniente que tenga un buen estado de salud. De lo contrario, es posible que se encuentre con obstáculos a la hora de concebir.
El abordaje de los trastornos alimentarios es multidisciplinario. Se necesita la intervención de un médico, un psicólogo y un nutricionista, cuando menos. Un buen proceso de rehabilitación nutricional puede ser suficiente para tener una fertilidad funcional.
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