Todo acerca del tratamiento de la balanitis

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2023

La balanitis es la inflamación del glande, que es la parte fina y más abultada del pene. Este término, también puede hacer referencia a la inflamación del clítoris, aunque esta situación es mucho menos frecuente.

En casi todos los casos de balanitis, el glande y el prepucio se enrojecen llegando a aparecer otras lesiones como ampollas, erosiones o manchas tanto grises como blanquecinas. Además, la mayoría de los pacientes experimentan dolor, picor y escozor.

A continuación, proporcionamos más información sobre su origen y su posible tratamiento. ¡Sigue leyendo!

¿Cuáles son las causas?

Es importante aclarar que el tratamiento de esta patología, depende del tipo de balanitis y de la causa que desencadena la inflamación. Según una publicación de National Center for Biotechnology Information, dentro de los factores que pueden causar balanitis, se encuentran los siguientes:

• Diabetes.
• Obesidad mórbida.
• Mala higiene corporal.
• Condiciones neoplásicas.
• Alergias a medicamentos.
• Infección bacteriana o micótica.
• Alergias a jabones, preservativos o detergentes.
• Hipersensibilidad postcoital o causa traumática.
• Infiltración de células plasmáticas (balanitis de Zoon).
• Condiciones como insuficiencia cardíaca congestiva (lado derecho), cirrosis y nefrosis.

Por otro parte, ya que también podría haber una infección de transmisión sexual asociada, es necesario consultar con un buen especialista para recibir un diagnóstico acertado. 

¿Qué tipos de balanitis hay?

Según una publicación de Cleveland Clinic, la balanitis se clasifica en estos tres tipos:

Balanitis de Zoon

Este es el tipo principal y más común. Suele aparecer, sobre todo, en hombres de edad avanzada que no están circuncidados y no tienen un buen hábito de higiene, y se caracteriza por la inflamación y el enrojecimiento de la cabeza del pene.

Balanitis circinada

Este tipo de balanitis puede estar asociada a otras patologías, como el síndrome de Reiter o artritis reactiva, un tipo de artritis que se desarrolla en respuesta a una infección en el cuerpo. Además de tener los signos del tipo anterior, este se caracteriza por causar pequeñas llagas en la cabeza del pene.

Balanitis pseudoepiteliomatosa queratótica y micácea

Esta es la forma más rara y poco usual de balanitis y afecta a hombres mayores de 60 años. Se reconoce por la aparición de verrugas escamosas en el glande.

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Posibles tratamientos

La balanitis puede desaparecer con rapidez si se siguen los tratamientos adecuados. Además, no suele requerir una cirugía. Sin embargo, como ya mencionamos, el pronóstico de esta enfermedad depende de cuál haya sido su causa y los factores de riesgo que se represente.

Ahora bien, si esta afección no se trata de forma acertada y oportuna, pueden aparecer diferentes complicaciones, como la retracción dolorosa del prepucio, el riego sanguíneo inadecuado del pene, la dermatitis alérgica, entre otros.

En relación a los tratamientos, en una publicación de United Kingdom National Health Service se señalan los siguientes:

Buena higiene

Esta es una de las recomendaciones principales en cuanto a este afección, ya que una buena higiene diaria puede ayudar a disminuir el problema. Además de secar bien la zona, es importante evitar el uso de jabones, shampoo u otros productos que puedan resultar irritantes.

Usar cremas y ungüentos

Dependiendo de la causa, el especialista recomendará el uso de cremas o ungüentos para aliviar los síntomas. Dentro de sus recomendaciones podría estar lo siguiente:

• Crema o ungüento con esteroides para una simple irritación de la piel.
• Crema antimicótica o tabletas para una infección por levaduras.
• Antibióticos para una infección bacteriana.

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¿Es posible prevenir la balanitis?

Según la publicación citada anteriormente, sí es posible reducir la probabilidad de que esta afección aparezca, si, además de tener una buena higiene y evitar productos irritantes, se siguen estos consejos:

• Usar emolientes para sustituir el jabón.
• Practicar sexo seguro para evitar una enfermedad de transmisión sexual.
• Usar condones sin látex si se tiene alergia a este compuesto.

Por último, es importante aclarar que estos tratamientos deben estar avalados por un especialista. El médico será la persona idónea para establecer las posibles causas y la mejor forma de tratar esta condición.