Tratamiento de la costra láctea y el acné neonatal

La costra láctea es una erupción caracterizada por manchas rojizas de borde bien definido. El acné neonatal consiste en al aparición de granitos rojos en el rostro del bebé.
Tratamiento de la costra láctea y el acné neonatal
Sara Viruega

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 28 septiembre, 2022

La costra láctea y el acné neonatal son afecciones de la piel que se presentan de forma precoz, prácticamente desde el nacimiento.

La costra láctea afecta principalmente al cuero cabelludo del recién nacido. Sin embargo, puede extenderse al rostro, principalmente a la zona del centro de la cara y a los pliegues de alrededor de la nariz, detrás de las orejas, del cuello, del ombligo, de las axilas o de las ingles.

La costra láctea es una erupción caracterizada por manchas rojizas de borde bien definido. Pueden estar cubiertas de una descamación amarillenta de aspecto grasiento. Las escamas no producen dolor ni picor y, aunque pueden ser difíciles de quitar, son benignas y suelen desaparecer por sí solas.

Causas de la costra láctea

No se conoce la causa exacta de la aparición de la costra láctea. Una de las posibles causas es que las glándulas sebáceas del cuero cabelludo del bebé producen un exceso de sebo.

Otra posible causa, aunque no del todo confirmada en los niños, podría ser un aumento de la población de algunos microorganismos que viven habitualmente en la piel. Tal es el caso de un tipo de levadura (hongo) llamada Malassezia.

Otro factor que puede intervenir es la predisposición genética, pero no ha sido suficientemente estudiado. En cualquier caso, la costra láctea no es contagiosa ni peligrosa y tampoco tiene origen alérgico ni la provoca la falta de higiene.

Tratamiento de la costra láctea

La costra láctea tiene varios tratamientos
Hay varios tratamientos disponibles para la costra láctea que combinan medicamentos con medidas generales.

El pronóstico de la costra láctea es bueno y se puede llegar a curar por sí sola, por lo que el tratamiento no debe ser agresivo. La Asociación Española de Pediatría (AEPED) recomienda las siguientes opciones para su tratamiento:

  • Corticoides tópicos: los corticoides tópicos de potencia moderada son el tratamiento de elección. En pocas días, resultan muy efectivos.
  • Queratolíticos: se puede aplicar vaselina salicílica al 3% o 5% para diluir las escamas. También se pueden aplicar sustancias oleosas como el aceite de oliva; se dejan actuar durante una o dos horas y luego se retiran. Después, se puede aplicar una crema corticoide de potencia media.
  • Champús: los champús con azufre, piritionato de zinc o breas también pueden ser útiles, aunque es aconsejable individualizar el tratamiento porque potencialmente pueden ser irritativos para la piel del lactante.
  • Antifúngicos: dado el papel de algunos hongos en esta afección, pueden utilizarse, bien en crema o en champú, en función de la localización de las lesiones. Su acción suele ser más lenta que la de los corticoides tópicos.
  • Corticoides orales: en casos muy generalizados y severos, se pueden utilizar corticoides por vía oral.

Medidas higiénicas

Se pueden aplicar al bebé lociones, geles, cremas no engrasantes o emulsiones específicas. Estos productos pueden ayudar a reducir el exceso de sebo y la inflamación. De esta forma, disminuye el enrojecimiento, se calma la piel y se favorece que las escamas se despeguen.

Para aplicarlo correctamente, deben seguirse las siguientes pautas:

  • Aplicar una pequeña cantidad sobre el cuero cabelludo del bebé. En caso de dermatitis seborreica facial, también puede usarse en las áreas afectadas del rostro. A continuación, masajear suavemente la zona con los dedos.
  • Lavar con un champú suave para bebés y aclarar bien, de manera que no queden restos del producto.

Es importante evitar el rascado para reducir el peligro de infección, ya que, en este caso, puede llegar a ser necesaria la toma de antibióticos.

El acné neonatal y su tratamiento

La costra láctea no es lo mismo que el acné neonatal
Aunque es poco frecuente, algunos bebés pueden desarrollar formas severas de acné neonatal.

El acné neonatal es una afección que puede desarrollarse durante las primeras dos semanas después del nacimiento. Consiste en la aparición de granitos rojos en el rostro, especialmente en las mejillas, frente, barbilla y, ocasionalmente, también en la espalda.

Tanto la piel de los granitos como la zona de alrededor se enrojece. Este fenómeno puede empeorar con el calor o cuando el bebé está nervioso. El acné neonatal suele desaparecer sin ningún tratamiento dermatológico unos meses después de aparecer.

Recomendaciones higiénicas para tratar el acné neonatal

Los consejos siguientes pueden ser útiles para cuidar de la piel del bebé mientras dure el acné:

  • Mantén limpio el rostro del bebé: para ello, lava el rostro del bebé a diario con agua tibia y jabón suave para bebés.
  • Seca con suavidad: seca la piel del bebé con toquecitos suaves.
  • No aprietes ni frotes la zona afectada por el acné, puedes provocar más irritación o una infección.
  • Evita utilizar lociones o aceites en el rostro del bebé.

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