Tratamiento y recomendaciones para combatir la rosácea
Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
La rosácea es una enfermedad crónica que se caracteriza por causar el enrojecimiento de la piel, así como pequeños bultos inflamados con pus, generalmente en las mejillas y la zona central del rostro.
De momento, se desconoce cuál es su causa. No obstante, se han podido asociar algunos factores de riesgo. Por otra parte, aunque esta enfermedad tampoco tiene cura, sí tiene un tratamiento.
En ocasiones, se esta enfermedad se puede confundir con el acné y otros problemas de la piel. Por ello, solo un médico puede realizar el diagnóstico después de una evaluación.
La rosácea afecta a personas de tez clara y más en concreto, aquellas mujeres que tienen entre 30 y 50 años de edad. Cabe destacar que se ha observado que existe mayor incidencia en personas con ascendencia irlandesa o del norte de Europa. Sin embargo, la rosácea también puede afectar a personas de piel más oscura.
A continuación te comentaremos en qué consiste el tratamiento y si este abarca algo más que los medicamentos.
Manifestaciones clínicas de la rosácea
Si bien la rosácea suele afectar sobre todo la piel del rostro, también puede afectar las orejas, el cuero cabelludo, el cuello y el pecho. Se puede apreciar como una mancha de color rosa o rojizo.
Otras manifestaciones clínicas de esta enfermedad son:
- Ardor.
- Picazón.
- Enrojecimiento de los ojos.
- Eritema semipermanente.
- Nariz roja lobulada (rinofima).
- Sensación de quemazón en la piel.
- Dilatación de los vasos sanguíneos superficiales (telangiectasia).
- Pequeños granos circulares enrojecidos y pústulas.
Posibles causas
Aunque se desconoce la causa concreta de la enfermedad, se ha comprobado que la rosácea no es producto de una mala higiene.
Los expertos consideran que surge como consecuencia de una serie de factores, tanto hereditarios como ambientales.
- Luz solar.
- Herencia.
- Tabaquismo.
- Alcoholismo.
- Baños calientes.
- Comidas picantes.
- Consumo de alcohol.
- Cambios de temperatura.
- Ciertos productos cosméticos.
- Estrés y tensión emocional.
- Algunos medicamentos, como la amiodarona y los corticoesteroides que se inhalan por la nariz.
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Tipos de rosácea
- Rosácea eritemato-telangiectática: No importa mucho el nombre, sino los síntomas. La tonalidad de la piel es de color rojo permanente, los vasos sanguíneos son visibles y hay picazón o ardor.
- Rosácea papulopostular: La piel tiene una coloración rojiza permanente con brotes, granos que pueden llegar a tener pus y que duran hasta 4 días. Es muy fácil confundir este tipo de rosácea con el acné.
- Rosácea fimatosa: Presenta enrojecimiento de la piel, engrosamiento de la nariz y la piel y nódulos con superficie irregular que van creciendo.
- Rosácea ocular: Afecta los párpados, las orejas, las mejillas, la frente y la barbilla. Los vasos sanguíneos superficiales se hacen visibles. Además, los ojos están siempre secos, los párpados irritados y enrojecidos y se tiene la sensación de picazón y ardor constante.
Tratamiento para la rosácea y recomendaciones
El tratamiento tiene como objetivo principal controlar los signos y síntomas de cada paciente. Generalmente, para esto se sugiere cumplir con una serie de cuidados de la piel y utilizar algunos medicamentos.
Así pues, el tratamiento está compuesto por varias medidas. En primera instancia, los médicos recomiendan evitar los posibles factores desencadenantes de la rosácea,, como los cambios de temperatura bruscos, la exposición al sol, el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, entre otros.
Luego, los medicamentos se pautarán en función del tipo de síntomas y su intensidad. Por ello, no todos los pacientes con rosácea tienen el mismo tratamiento farmacológico.
En algunos casos, se recetarán medicamentos de uso tópico para controlar el enrojecimiento junto con antibióticos orales, pero en otros casos es posible que, además de estos, se receten medicamentos orales para el acné.
De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic, algunos de los medicamentos tópicos que se recetan incluyen: “ácido azelaico (Azelex, Finacea), metronidazol (Metrogel, Noritate, otros) e ivermectina (Soolantra)”.
Recomendaciones
- Dormir 7 horas a diario.
- Evitar el consumo de tabaco.
- No consumir medicamentos sin receta médica.
- Evitar la exposición a los rayos UV sin protección solar.
- Utilizar siempre protección solar, incluso en los días nublados.
- Usar productos de aseo personal y cosméticos suaves, sin perfumes, sin alcohol u otros irritantes.
- Mantener una dieta equilibrada, rica en vegetales y frutas.
- Hidratarse correctamente a lo largo del día, bebiendo en función de la sed.
- Hacer ejercicio a diario. De este modo, se fomentará la correcta circulación y oxigenación de la piel.
- Evitar las bebidas alcohólicas, las bebidas muy azucaradas, energéticas e irritantes.
- Desarrollar técnicas para gestionar correctamente el estrés y la tensión emocional.
- Evitar bañarse y ducharse con agua demasiado caliente y sécate siempre con una toalla suave.
- No aplicarse nunca remedios naturales sin consultar primero con el médico tratante.
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Nota final
La rosácea es una enfermedad que debe tratarse adecuadamente para que los síntomas no empeoren y causen mayor malestar. Por ello, es importante seguir las indicaciones del médico y mantener siempre buenos hábitos de vida. Y, en caso de duda, consultar siempre con el profesional antes de hacer cualquier cambio en la rutina.
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