En una relación de pareja nunca hay garantías
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
Cuando iniciamos una relación de pareja lo hacemos ilusionados y pensando en un futuro maravilloso. Sin embargo, nos olvidamos de que no hay garantías de que nuestras expectativas se hagan realidad.
Decimos frases como”es la persona adecuada”, “al final lo he encontrado” y otras tantas que nos permiten señalar que hemos dado con nuestra media naranja.
Sin embargo, pueden hacer que nuestras expectativas con respecto a la relación sean demasiado elevadas.
Nunca debemos perder de vista el hecho de que no podemos tener garantías de que todo vaya a ir como nos lo imaginamos. Por eso, es necesario que tengamos en cuenta algunas cosas.
No hay garantías de que seguiremos sintiendo lo mismo
Creemos que el amor será eterno. Un amor que nada ni nadie podrá derribar, que se mantendrá impasible y que durará para siempre.Sabemos que, cuando estamos mucho tiempo con una pareja, el tipo de amor que sentíamos al principio cambia. Ahora es más calmado, los encuentros sexuales quizás se hayan reducido y de vez en cuando hay que dar un empujón a la pasión para que se ponga en marcha.
Pero, ¿qué ocurre si un día nos levantamos y ya no sentimos más que una amistad por nuestra pareja? Nadie nos contó que el amor puede disminuir e incluso desaparecer, hasta que queda un cariño, como el que le podemos tener a un amigo.
No hay garantías de que, con el tiempo, sintamos lo mismo. Ni siquiera de que seguiremos eligiendo a esa persona cada día de nuestra vida.
Porque los “siempre te amaré”, “júrame que esto jamás cambiará” son imposibles de predecir. La vida da muchas vueltas, las personas cambian, las relaciones también.
Lo importante es preguntarnos: ¿sigo eligiendo estar con la persona con la que me levanto cada mañana?
Dificultades en la relación de pareja
Toda relación de pareja puede pasar por determinadas dificultades que no aseguren que esta vaya a seguir adelante de la manera en la que lo ha hecho hasta ahora.Imaginemos, por ejemplo, que hay una infidelidad y que la pareja debe decidir si apostar por su relación, abrirla o romperla por completo.
También, pueden sucederse problemas económicos que obliguen a la pareja a separarse para poder seguir ganándose la vida. Esta separación puede enfriar lo que sienten y provocar que la relación ya no tenga sentido.
¡Qué decir de los hijos! Tener hijos es una responsabilidad muy grande que puede desencadenar frustración, falta de tiempo para la relación, discusiones y demás problemas que pueden minar la relación.
No hay garantías de que la relación continúe como al principio porque la vida cambia. Encontramos nuevos trabajos, ampliamos la familia, puede haber terceras personas de por medio…
Por ese motivo, creer que una relación puede durar toda la vida es algo muy bonito. Pero ¿tenemos en cuenta lo que puede suceder? Porque nunca hay garantías. Nunca.
La vida son cambios
Parece poco romántico pensar en que la relación puede terminar en cualquier momento, sin embargo, esta es la realidad porque no hay garantías con respecto a lo ya mencionado.
¿Y si llega un momento en que nuestra visión sobre la vida cambia? ¿Qué ocurre si nuestra pareja empieza a faltarnos al respeto? ¿Y si nuestros sentimientos cambian?
Los cuentos de hadas, las películas, la creencia en una pareja para toda la vida nos hace cultivar unas expectativas demasiado elevadas para las relaciones que tenemos y que no nos permiten poner los pies en el suelo.
Las relaciones son algo maravilloso, pero en ocasiones creemos que los sentimientos no pueden cambiar. También, que si hay amor la pasión debe venir sola, sin hacer nada para potenciarla o mantenerla.
Estas son ideas erróneas, que no hacen más que hacernos ver el amor desde una óptica para nada real.
Tan solo tenemos que ver las relaciones que hemos tenido o las que tiene la gente de nuestro alrededor. ¿Acaso son perfectas? ¿Acaso todas duran para siempre?
Antes de irte no te pierdas: ¿Tu relación tiene futuro?
A veces nos cuesta mucho tomar la decisión de dejar una relación porque nos negamos a admitir que nunca ha habido garantías de que esta fuera a funcionar.
Hacerlo a partir de ahora puede liberarnos del peso de todas esas expectativas que, si no se cumplen, nos sumen en sentimientos de desaliento.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.