Una semana para limpiar tus riñones naturalmente
Revisado y aprobado por la nutricionista Eliana Delgado Villanueva
Los riñones son órganos que se encargan de limpiar la sangre de sustancias potencialmente nocivas a través de la orina y regular los líquidos del cuerpo, entre otras funciones. Son órganos vitales, es decir, imprescindibles para la vida, y por ello debemos cuidarlos y mantenerlos equilibrados.
En este artículo te explicamos cómo podemos limpiar nuestros riñones de manera sencilla y natural, realizando una depuración de una semana que podemos hacer una o dos veces al año.
Recomendaciones previas
Durante la semana de limpieza renal intentaremos no consumir los siguientes alimentos:
- Leche y derivados lácteos
- Carne, especialmente roja y embutidos
- Marisco
- Azúcar blanco
- Sal refinada o de mesa
- Bebidas alcohólicas
- Café
- Tabaco
Si estamos tomando medicación deberemos consultar previamente con nuestro médico, ya que podría haber alguna contraindicación. Lo ideal es realizar la limpieza sin estar tomando ningún tipo de medicamento.
Infusión de cola de caballo y piel de piña
Prepararemos diariamente un litro de infusión de cola de caballo y piel de piña, la cual lavaremos y trocearemos antes de poner a cocer. La cola de caballo tiene que hervir 10 minutos y reposar otros cinco, mientras que la piel de la piña hervirá durante 20 minutos y reposará otros 10 minutos aproximadamente. Podemos prepararlas por separado o bien a la vez, respetando el tiempo de cocción.
Esta infusión, una vez esté tibia, la podemos endulzar, si lo deseamos, con un poco de estevia.
La iremos bebiendo a lo largo del día, para terminarla a media tarde (para evitarnos ir a orinar durante la noche), siempre fuera de las comidas.
Esta infusión es rica en minerales como el silicio y nos ayuda a eliminar el exceso de líquidos y a desinflamar los riñones.
Si solemos sufrir infecciones de orina añadiremos también gayuba a la infusión.
Alimentación para la limpieza
Debemos cuidar mucho la alimentación y ser estrictos con estas pautas para obtener los beneficios esperados. Antes y después de la limpieza procuraremos también cuidar un poco los alimentos para que no sea un cambio demasiado brusco para nuestro organismo.
Desayuno
Para desayunar podemos optar por un batido de frutas y bebida vegetal de avena o arroz o bien por unas tostadas de pan integral con tahín (paté de sésamo), aguacate, tortilla o ajo y aceite.
Comida
La comida empezará cada día con un caldo de cebolla, el cual prepararemos hirviendo una cebolla por cada medio litro de agua. Lo podemos condimentar con un poco de perejil, limón y una pizca de sal marina y cayena.
De segundo plato elegiremos una de las siguientes opciones, que iremos alternando cada día:
- Arroz integral y legumbres
- Carne blanca y ensalada
- Pescado y verduras a la plancha
- Cereal (mijo, quinoa, avena) con salsa pesto (albahaca fresca, piñones o nueces, ajo, aceite y una pizca de sal marina, todo bien triturado)
- Tortilla y guacamole con tostaditas de arroz o maíz
- Pasta integral con champiñones y guisantes
- Ensalada de tomate, rúcula, aguacate, pepino, frutos secos, maíz, olivas y huevo duro con tostadas de pan integral
Cena
La cena consistirá cada día en una crema de verduras (col, puerro, zanahoria, calabaza, calabacín, cebolla, etc.) que coceremos con una cucharadita de cúrcuma en polvo y una cucharada de copos de avena.
De postre tomaremos manzana al horno con frutos secos.
Entre horas
Si tenemos hambre a media mañana o a media tarde comeremos fruta o frutas secas (dátiles, ciruelas, orejones, etc.).
Es imprescindible beber agua
Es fundamental beber a lo largo del día, fuera de las comidas, según nuestras necesidades, ritmo de vida, época del año, etc. Tampoco debemos abusar del agua, pero sí mantener nuestro cuerpo bien hidratado. Si por ejemplo tenemos el riñón inflamado y no estamos orinando con normalidad es mejor no abusar de los líquidos hasta estar mejor.
Es especialmente importante beber agua tibia en ayunas para poner en funcionamiento nuestro organismo.
Dar calor a nuestros riñones
Los riñones son, junto con el hígado, los únicos órganos a los que puede beneficiar mucho la aplicación directa de calor, ya que tienden a enfriarse. Además, los riñones están muy relacionados con nuestros niveles de energía, y aplicarles calor aumentará nuestro bienestar y vitalidad.
Lo podemos hacer durante media hora al día, usando una esterilla eléctrica, una bolsa de agua, moxas, con un masaje o bien abrigando bien toda la zona con lana natural. Este consejo lo tendremos especialmente en cuenta en épocas frías.
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