Cómo los videojuegos ayudan a controlar el estrés

Los videojuegos ayudan a controlar el estrés cuando nos sirven para desconectarnos de las preocupaciones. Ahora bien, su uso se vuelve negativo cuando los empleamos como excusa.

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales.

Última actualización: 06 julio, 2023

Nadie dudaría de la importancia del juego en la infancia. Incluso, ha resurgido la idea de que nunca deberíamos dejar de jugar. Sin embargo, pareciera ser que cuando decimos videojuegos estamos expresando una mala palabra. ¿Y si te dijéramos que los videojuegos ayudan a controlar el estrés?

Aunque este debate no esté zanjado del todo, existen dos posturas contrapuestas. Hay estudios, que citaremos, que señalan cómo los videojuegos ayudan a controlar el estrés, al permitir a la mente focalizarse en otras cosas y ser una vía de descarga de emociones.

Por otro lado, se insiste en los efectos estresantes y en la agresividad que puede surgir a partir de un videojuego, además de los efectos físicos por adoptar cierta postura durante un tiempo sostenido. Incluso, en algunos casos se considera que pueden generar una adicción comportamental.

¿Los videojuegos violentos podrían generar reacciones violentas?

Una vez más, en relación a esta pregunta, no existe evidencia unívoca ni concluyente. Diferentes estudios revelan que luego de jugar a un juego violento las personas son capaces de gritar a otros jugadores.

Sin embargo, esta lectura podría ser sesgada, ya que se da en una situación de laboratorio, en contraposición a la vida real; las personas, en realidad, luego de jugar no van profiriendo gritos por allí. En este sentido, no habría una relación directa entre el uso de videojuegos violentos y su correlato en el comportamiento.

Rol de los videojuegos en la reducción del estrés

Los videojuegos ayudarían a controlar el estrés por la experiencia de recuperación. Esto quiere decir que las personas los utilizan como una vía de escape luego de vivir situaciones estresantes.

Por ejemplo, después de jornadas laborales o de estudio. Esa sensación de bienestar y de desconexión también tiene efectos a nivel corporal.

¿Cómo funciona?

Como el objetivo es lúdico y de ocio, están orientados los videojuegos a conectar con emociones placenteras. En este sentido, a nivel corporal disparan la producción de dopamina, por lo que tiene lugar esta sensación de bienestar.

También puede facilitar la socialización cuando se comparte con amigos u otras personas. Incluso, algunos juegos son empleados en el ámbito laboral para fomentar el trabajo en equipo.

A través de los videojuegos se activa el estado de flujo, que consiste en la concentración y atención focalizada en torno a un objetivo. De este modo, se ejercita el compromiso y nos sentimos gratificados al alcanzar un logro o superar un desafío.

¿Qué tipos de videojuegos se recomiendan para aliviar el estrés?

En relación a los tipos de videojuegos que ayudan a controlar el estrés, hay un factor influyente que es muy importante: la personalidad y los gustos propios. Es decir, hay personas que disfrutan de los juegos de competencia, mientras que otros se estresan aún más y por eso prefieren otras propuestas.

Juegos de movimiento

Existen videojuegos en los que se le pide al participante que realice movimientos, siga un ritmo o coordine pasos. Los más conocidos son los deportivos y los de baile. Hay estudios que destacan que podrían resultar muy útiles para combatir el sedentarismo.

Juegos casuales

En algunos estudios se menciona que los juegos más casuales (sencillos y que no requieren el despliegue de grandes destrezas) también sirven para aliviar el estrés, como los rompecabezas y el famoso Tetris, entre otros.

Juegos para entrenar habilidades o aprender

A muchas personas les entusiasma combinar la diversión con el desarrollo de nuevas habilidades. En este sentido, videojuegos que tienen trivias o acertijos, al estilo Brain Age: Train Your Brain, pueden ser una opción.

Videojuegos no recomendados

En general, se acepta que no son sugeridos aquellos videojuegos en los que se promueve la discriminación, o aquellos que tienen mensajes sexistas. Siempre hay que tratar de tener una mirada atenta y crítica.

Por otro lado, también se recomienda evitar los que, de entrada, implican una gran inversión de tiempo hasta conseguir algún logro. Es decir, los que están pensados para ser largos. Ello porque puede resultar frustrante y estresante no arribar jamás a la meta.

Hay que buscar la moderación en lugar de la prohibición

Como siempre, los extremos en la vida no son buenos. Entonces, no se trata de ser fundamentalistas y eliminar por completo los videojuegos o pasar horas con ellos. Hay que considerarlos como una herramienta y aprovechar sus beneficios psicológicos.

Es decir, poner en práctica la capacidad de decidir y saber elegir a qué jugamos, en qué momentos y durante cuánto tiempo. Si al terminar de jugar empiezo a sentir estrés porque no estudié para una examen o cambian nuestros hábitos de sueño, entonces hay que tiene que ajustarse.

En segundo lugar, no hay que subestimar el estrés. Implica un aumento de cortisol en el cuerpo y, por lo tanto, de ansiedad y preocupación de manera permanente.

Asimismo, si bien los videojuegos ayudan controlar el estrés, también pueden ser usados como una forma de evitar enfrentar ciertas situaciones difíciles. En este último caso, el alivio es momentáneo, pero prolonga una situación ineludible que requiere responsabilidad. Para evitar este uso no recomendado es bueno no perder el foco y preguntarse el para qué de determinado comportamiento.