Wellness y fitness: ¿en qué se diferencian?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
Quienes practican deporte, a menudo han oído ambos términos. Wellness y fitness aparecen como conceptos en otro idioma distintos al español que alguna vez dijimos o incorporamos en una oración si vamos a pilates, si asistimos a un gimnasio o si sentimos que hemos orientado nuestra vida a un enfoque más saludable.
Ahora bien, ¿es lo mismo wellness que fitness? La verdad es que no. Aunque comparten algunas características, ciertas diferencias remarcan que el objetivo final no es compartido y que no todas las disciplinas o ejercicios son indistintos para uno o para el otro.
Veamos de qué se trata cada idea y tratemos de dilucidar si eres una persona fitness o una persona wellness. Es decir, si estás centrado en los resultados físicos o en alcanzar un bienestar global.
¿Qué es el fitness?
El fitness es un proceso y un estilo de vida que se concentra en cuidar el aspecto físico de la persona a través de la realización de ciertos ejercicios. Por supuesto que este entrenamiento repercute en mejores parámetros de salud cardíaca, por ejemplo, o metabólica. Sin embargo, la orientación de base es el mantenimiento de un cuerpo armónico, con fuerza y resistencia.
De hecho, las primeras 3 letras de la palabra se corresponden a criterios básicos del fitness:
- La F es por frequency, en inglés. Se refiere a la frecuencia con la que ejercitamos.
- La I es por intensity, también en inglés. Se refiere a la intensidad con la que hacemos el entrenamiento.
- La T, finalmente, es por time. Esto es el tiempo que le dedicamos a las rutinas.
Entonces, podemos decir que el fitness busca mejorar la fuerza y la resistencia a través de rutinas que se repiten varias veces a la semana, con continuidad de meses, aumentando la intensidad a medida que se progresa. Esto implica tener un plan y fijar objetivos.
Los objetivos en cuestión suelen estar vinculados a cifras, metas, récords o marcas personales que se pretenden batir. Para un corredor serán los minutos que se pueden recortar a una distancia. Para alguien que asiste al gimnasio podrían ser los pesos a levantar en tantas repeticiones.
El aspecto estético no es menor dentro del fitness. Aunque cada vez se presta más atención al bienestar general (al wellness, como veremos más adelante), está claro que estos entrenamientos definen la figura según ciertos parámetros actuales de belleza, que no son más que cánones culturales.
Aun así, el entrenamiento dará frutos en el sistema cardiovascular, en la regulación del colesterol y las glucemias, en el control del estrés y en el funcionamiento cerebral. Pero para aprovechar esto a consciencia tenemos que pasar al wellness.
¿Qué es el wellness?
Se suele decir que el wellness es una filosofía de vida que une lo mejor de dos mundos: el fitness y la salud mental. No hay una definición unánime, pero podría entenderse como un proceso de toma de decisiones conscientes e integrales para tener una mejor calidad de vida en todos los aspectos.
Aunque se traduzca casi literalmente como bienestar en español, no se reduce a estar bien. Hay que considerar que el movimiento, como tal, pone en primera plana lo espiritual, al mismo nivel que lo físico y lo mental.
Es por esto que muchos detractores del wellness lo tildan de secta o de pseudoreligión. Se le critica la posibilidad de “adicción” que hay entre los practicantes acérrimos, quienes tenderían a realizar acciones extremas en pos de alcanzar el supuesto bienestar.
Dejando a un lado el debate, podríamos dividir sus áreas de interés en 6. Todas ellas se trabajarían en conjunto y ninguna es más importante que la otra:
- El físico: esto sería el fitness del wellness. Es ejercitarse, pero también alimentarse de manera correcta para que el organismo realice sus funciones fisiológicas de manera saludable.
- El intelecto: las actividades de estimulación de la memoria, de resolución de problemas y de creatividad son necesarias. La mente se ejercita como se hace con los músculos.
- Lo social: las redes comunitarias son importantes para el wellness. Se postula que las personas alcanzan bienestar cuando participan en su comunidad, se vinculan con otros seres humanos y contribuyen a que otros también lleguen a la felicidad.
- El trabajo: el empleo no puede ser solo una vía para conseguir dinero. Esta filosofía plantea que en el trabajo debe haber realización personal y contribución a la comunidad.
- Las emociones: la salud mental no puede separarse de lo que sentimos. El manejo del estrés, la reducción de la ansiedad, la consecución de relaciones sanas con los otros son elementos que contribuyen al wellness.
- Lo espiritual: quizás el área más discutida, sobre la que ya adelantamos algo. Se trata de encontrar un propósito para el ser humano, una razón de ser que justifique a las demás acciones que se toman. Para algunos será una religión tradicional (como el cristianismo), para otros serán métodos de conexión con lo superior a través de prácticas meditativas (como el budismo). Las opciones son diversas y no se limitan a las expresiones religiosas conocidas mayoritariamente.
Las 2 diferencias fundamentales entre fitness y wellness
Hay 2 diferencias entre fitness y wellness que destacan por sobre el resto de comparaciones. Una es el objetivo final de y la otra es el método que se aplica para llegar a ese objetivo.
Para el fitness lo central es el cuerpo. Se establecen rutinas de entrenamientos y hasta de alimentación para que el organismo adquiera determinada forma y, a la vez, nos permita lograr marcas.
Por ejemplo, nos fijamos la meta de tener abdominales marcados en 6 meses. O nos preparamos a consciencia para una maratón que disputaremos en 1 año.
El wellness tiene un objetivo general y a largo plazo que abarca todo el arco de la vida. Es vivir bien, feliz, con un estado físico acorde a la edad, previniendo enfermedades corporales y mentales.
En cuanto al método, el trabajo del físico se centrará en los ejercicios y en la combinación con una pauta de alimentación acorde. Por otro lado, si pretendemos bienestar global, entonces agregaremos meditación, ejercicios mentales, elección de un trabajo que nos haga felices, fomento de las relaciones de amistad y todo aquello que aporte su grano de arena a la calidad de vida.
¿Eres fitness o wellness?
Es difícil dar validez a la pregunta que separa entre personas fitness y personas wellness. Hay quienes relatan que su camino fue desde lo primero a lo segundo. Hay otros para quienes el bienestar general es un concepto inalcanzable y consideran que el cuidado del cuerpo es de por sí calidad de vida en su máxima expresión.
Ahora ya conoces las diferencias. Pero lo más importante es que optes por cuidarte. Si lo haces, el término pasa a segundo plano.
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