Maneras saludables de consumir limón
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
¿Conoces los beneficios de consumir limón? El limón es una de las frutas más consumidas, ya sea directamente, en refrescos, o como condimento en la cocina. Los limones son ricos en ácido cítrico, vitamina C y polifenoles, lo que confiere diversos beneficios para la salud, como el efecto reductor de lípidos.
En este artículo, te explicamos varias maneras de consumir limón para que puedas aprovechar todos sus beneficios. Pero, antes de nada recuerda que, aunque su consumo se considera seguro, pueden surgir efectos secundarios derivados del consumo excesivo o continuado.
Además, en el caso de sufrir alguna condición médica, es fundamental consultar con el médico antes de empezar a tomarlo.
¿Cómo consumir limón?
1. Aliño para reducir la sal y el vinagre
Para aquellas personas que tengan que reducir el consumo de sal o no les guste el vinagre, el limón es el condimento ideal, ya que potencia el sabor naturalmente.
Podemos usar directamente el zumo o bien preparar el limón como especia desecándolo y pulverizándolo. También lo podemos mezclar con otras plantas aromáticas (tomillo, eneldo, laurel, orégano, etc.)
La vitamina C que contiene el limón nos ayuda a asimilar mejor el hierro que contienen los alimentos. Por este motivo, si sufrimos anemia o agotamiento, será muy beneficioso que nos acostumbremos a aliñar nuestras comidas con un chorrito de zumo de limón, especialmente cuando sea pescado, carne o legumbres.
2. Tras las comidas como antiácido
Aunque se cree que el limón puede tener un efecto antiácido, en algunos estudios donde se comparó su efecto con el de otros alimentos no se encontraron resultados concluyentes. Por lo que son necesarias más investigaciones para probar el efecto antiácido del limón.
Después de las comidas, para evitar la pesadez o las malas digestiones, tomaremos el zumo de medio limón con un poco de agua o con una infusión digestiva. En este caso puede ser una infusión de menta, llantén, canela, etc.
3. A lo largo del día como bebida
Prepararemos una sencilla bebida con los siguientes ingredientes:
- El zumo de dos limones
- Una cucharada sopera de estevia pura líquida
- Una pizca de jengibre
- Un litro de agua
Según algunas investigaciones, un limón al día junto con algo de ejercicio como salir a caminar, puede contribuir a mejorar la presión arterial.
4. Ambientador con aceite de limón
El aceite esencial del limón ha sido investigado por sus supuestos efectos sedantes, ansiolíticos y antidepresivos. En general, todos los cítricos ayudan a mejorar el estado de ánimo, por lo que lo podemos usar en un ambientador en las estancias donde estemos más horas o donde trabajemos.
5. El limón congelado
Otra buena manera de consumir limón, es congelarlo e ir rallando un poco de pulpa y piel para condimentar las comidas.
6. Con la piel incluida
Si conseguimos limones ecológicos podemos consumir incluso su piel, que es todavía más beneficiosa que la pulpa, hirviéndola para hacer una infusión o rallándola y añadiéndola en los siguientes platos:
- En pasteles, bizcochos y galletas: mezclándolas con la masa o bien como decoración
- Confitadas, cortadas a tiras, endulzadas con azúcar de caña y deshidratadas
- En vinagretas y todo tipo de salsas o bien para condimentar aceites
7. Jarabe para subir las defensas
Herviremos la piel con miel o azúcar hasta que reduzca a la mitad. Conservaremos este sirope en la nevera y lo podremos usar tanto para la cocina como un jarabe para niños y adultos para subir las defensas y prevenir enfermedades causadas por virus y bacterias.
8. Cubitos originales y sanos
Para dar un toque original a los cubitos y sorprender a nuestros invitados: al agua de la cubitera añadiremos la ralladura fresca del limón y una hojita de menta fresca.
Para concluir, queremos señalar que, a pesar de todos los beneficios nutricionales mencionados, no es recomendable basar la dieta solamente en este alimento. Lo ideal es mantener una alimentación equilibrada y, ante la duda, consultar con el médico antes de realizar cambios drásticos.
No olvides que, si estás intentando perder peso, lo mejor es acudir a un dietista que realice un plan nutricional personalizado y compaginarlo con ejercicio físico regular. Además, para perder peso deberías quemar más calorías de las que ingieres.
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