10 síntomas que te pueden alertar de un problema en la vesícula biliar

Aunque hay síntomas que pueden ser comunes a otras dolencias, en caso de presentarse conjuntamente es imprescindible consultar con un especialista para descartar complicaciones mayores en la vesícula.
10 síntomas que te pueden alertar de un problema en la vesícula biliar
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 17 febrero, 2023

Un problema en la vesícula biliar suele desarrollarse por la alteración en la composición de la bilis. Para entenderlo mejor, cabe recordar que este pequeño órgano en forma de pera —situado debajo del hígado— almacena y libera bilis, una sustancia cuya función principal es ayudar en la descomposición de las grasas.

Una vez los alimentos llegan al intestino delgado, la vesícula se contrae y se produce la apertura del «esfínter de Oddi». Luego, la bilis se desplaza a través de él para posteriormente cumplir su función digestiva. Sin embargo, varias alteraciones pueden afectar este proceso, lo que da lugar a enfermedades vesiculares. ¿Cómo reconocerlas?

¿Qué hay que saber para entender un problema en la vesícula biliar?

Cuando el estómago y el intestino digieren los alimentos, la bilis se libera a través del conducto biliar común y, posterior a esto, cumple su función en el intestino delgado.

Las enfermedades asociadas con su funcionamiento suelen producirse cuando algo obstruye el paso de la bilis por los conductos. Casi siempre se debe a la presencia de cálculos biliares, que se forman por sustancias que se acumulan y se endurecen, ya sea por la dificultad para digerirlas o porque se ingieren de forma excesiva.

Y aunque su funcionamiento no es imprescindible para vivir, el desarrollo de alguna alteración puede derivar en síntomas que afectan la calidad de vida. De ahí la importancia de estar alertas y buscar intervención médica oportuna para subsanarlo.

Paciente médico vesícula
Debido a su papel en el proceso digestivo, un problema en la vesícula biliar tiende a manifestarse con indigestión, dolor, gases, entre otros síntomas estomacales.


Posibles síntomas de un problema en la vesícula biliar

En un principio, es difícil detectar un problema en la vesícula biliar debido a la ausencia de síntomas evidentes. Es posible que las manifestaciones clínicas se presenten cuando la enfermedad ha evolucionado. De todos modos, conviene saber a qué señales prestarles atención. Veamos.

1. Dolor abdominal

El dolor abdominal es una de las principales señales de alerta de un problema en la vesícula biliar. También se conoce como «cólico biliar» y suele localizarse en la parte superior derecha del estómago, justo debajo de las costillas.

Tal y como lo explica un artículo divulgado en National Center for Biotechnology Information, suele ocurrir por una obstrucción de los conductos biliares a causa de la formación de cálculos. Es más intenso después de comer comidas copiosas e irritantes.

Una característica particular de este dolor es que aparece y desaparece. A menudo, surge con intensidad tras comidas muy grasosas, dado que la vesícula se contrae para liberar la bilis y ayudar en la digestión. 

2. Indigestión

Debido al papel que desempeña la vesícula en el proceso digestivo, las alteraciones en su funcionamiento suelen provocar continuos episodios de indigestión y gases.

Cuando los jugos biliares no llegan de forma correcta al intestino —ya sea por una obstrucción o inflamación de los conductos— las digestiones son más pesadas y el abdomen tiende a hincharse. Además, se pueden presentar los siguientes síntomas, sobre todo después de ingerir comidas copiosas o abundantes en grasa:

  • eructos
  • flatulencias
  • dolor abdominal
  • saciedad incómoda

3. Náuseas y vómitos

Las náuseas y los vómitos repentinos pueden aparecer como consecuencia de varias enfermedades. En el caso de la vesícula biliar, pueden indicar trastornos como los cálculos o la inflamación de la vesícula.

Si bien se desconoce el motivo exacto de este síntoma, una publicación en BMJ Case Reports expone un estudio de caso en el que ocurre por la presencia de una fístula colecistoduodenal.

4. Falta de apetito

La pérdida de interés por las comidas o disminución del apetito puede ser la consecuencia de una enfermedad de la vesícula biliar, de acuerdo con información divulgada por el centro médico académico Atrium Health Wake Forest Baptist.

Ocurre que la bilis producida por este órgano se encarga de descomponer la grasa en el proceso digestivo. Al producirse una obstrucción, esta función resulta limitada, lo que deriva pesadez y sensación de llenura.

5. Ictericia

La acumulación de la bilis en la vesícula puede causar dificultades hepáticas y digestivas que, con los días, hará que la piel y la esclerótica de los ojos adquieran una tonalidad amarilla (ictericia). Todo esto se debe a que la sustancia permanece en la sangre y llega con facilidad a las células y tejidos del cuerpo.

A veces, como señala un artículo, un cálculo biliar puede pasar a través del conducto cístico y alojarse en el conducto biliar común, causando obstrucción e ictericia. Sin embargo, hay que tener presente que no todos los casos de colestasis (cálculos biliares) se manifiestan con este síntoma.

6. Cambios en la orina

Si bien las alteraciones en la orina suelen estar relacionadas con un problema de salud renal, no hay que descartar que también tengan su origen en un trastorno de la vesícula.

Según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney, la orina puede volverse de color café o té ante un ataque en la vesícula biliar biliar.

7. Diarrea

Una publicación a través de Johns Hopkins Medicine expone que la diarrea es una de las manifestaciones clínicas de la enfermedad crónica de la vesícula biliar. Asimismo, ocurre tras la realización de la extirpación de la vesícula biliar (colecistectomía), dado que se deja de almacenar bilis.

Ahora bien, desde Gastrointestinal Society explican que, en pocos casos, este síntoma puede ser indicio del síndrome de Habba. Se trata de una afección que asocia al diarrea crónica con la disfunción de la vesícula biliar debido a la producción anormal de bilis.

La diarrea del síndrome de Habba suele ser posprandrial (después de comer). Si el paciente come cerca de la hora de acostarse, puede ser nocturna. 

8. Cambios en las heces

Las alteraciones en el color de las deposiciones, como heces pálidas o color arcilla, pueden ser un indicio de enfermedad de la vesícula. A través de CHI Saint Joseph Health, los expertos sugieren consultar al médico tras experimentar este síntoma, pues alerta de una posible obstrucción del conducto biliar.

9. Halitosis

Una publicación de Centre for GI Health detalla que los problemas de la vesícula biliar pueden manifestarse con mal olor en la boca. En particular, es posible experimentar eructos malolientes, con un olor similar al «huevo podrido».

Una revisión reciente divulgada en Przeglad Gastroenterologiczny destaca la importancia de no subestimar este problema, ya que puede indicar la presencia de enfermedades gastroenterológicas.

Combatir la halitosis
La presencia de cálculos biliares puede manifestarse con un mal olor en la boca.

10. Fiebre

Los escalofríos y los episodios de fiebre que aparecen con algunos trastornos del sistema digestivo pueden estar alertando del desarrollo de cálculos en la vesícula biliar o alguna infección en sus vías. De acuerdo con información de Johns Hopkins Medicine, alrededor de un tercio de los pacientes sufren estos síntomas.



Es importante consultar al médico

Un mal funcionamiento de la vesícula biliar puede derivar en complicaciones graves en la salud cuando no hay una intervención oportuna. Por este motivo, si se presentan estos síntomas, es fundamental acudir al médico y recibir un diagnóstico.

A veces, pueden presentarse por problemas de salud ajenos a la vesícula. Como sea, es determinante hacer los exámenes correspondientes y recibir un tratamiento adecuado para el caso.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.