La enfermedad hemorroidal constituye la patología proctológica más frecuente y una de las principales razones de consulta médica. El 5…
4 señales que te indican mala circulación sanguínea
Si percibes varias de estas señales, es importante que acudas a tu médico para una evaluación y diagnóstico a tiempo.

Cuando una persona tiene una mala circulación sanguínea, el cuerpo lo manifiesta de diversas maneras. Para poder atender el problema y no disminuir nuestra calidad de vida, es importante conocer cuáles son las señales.
Recordemos que la circulación sanguínea es fundamental para la salud de todo el organismo. La sangre es una sustancia que se encarga de que los órganos, músculos y huesos estén bien alimentados. Por ende, cuando no puede realizar su función adecuadamente, el cuerpo se resiente.
Si no se presta atención a las señales, el problema puede hacerse más difícil de tratar. En los casos más graves, la mala circulación sanguínea puede conllevar a accidentes cardiovasculares, infartos cerebrales y coronarios, úlceras o gangrenas.
La buena noticia es que, la mala circulación sanguínea puede tratarse mediante el mantenimiento de buenos hábitos de vida y, por supuesto, lo que indique el médico.
Señales de mala circulación sanguínea
1. Hormigueo en las extremidades
La sensación de hormigueo se presenta, sobre todo, cuando se permanece un demasiado tiempo en la misma postura. Por lo general, afecta con mayor frecuencia a las piernas, pero también puede afectar a las manos y otras partes del cuerpo.
Para evitar que esto suceda, lo ideal es caminar todos los días, al menos, durante media hora. Este sencillo ejercicio permite que los músculos se activen y el flujo sanguíneo sea bueno.
El movimiento estimula el flujo sanguíneo, por lo que el estatismo la obstaculiza.
2. Piernas hinchadas
Las piernas se hinchan porque el organismo, al percibir que no tiene suficiente sangre en la zona, trata de compensar la falta de sangre mediante la retención de líquidos. En consecuencia, se produce la inflamación de las extremidades. En casos más extremos se puede experimentar dolor y entumecimiento.
Para tratar este problema adecuadamente, lo ideal es realizar ejercicio a diario para aumentar la masa muscular a nivel de las pantorrillas. Asimismo, es fundamental colocar los pies en alto y mejorar circulación con el tratamiento de varices, en el caso que las presente.
3. Fatiga
Como decíamos anteriormente, la sangre proporciona el sustento de todo el organismo, lo que se traduce en energía. Esto significa que, en el instante en que no llega a donde tiene que llegar, los elementos con déficit tienen que hacer un esfuerzo extra, por lo que se cansan antes de lo debido.
En este sentido, cuando uno se fatiga, requiere que otro le ayude, por lo que trabaja también en exceso. El resultado, es un estado de fatiga generalizada que impide a las personas desenvolverse con la agilidad y el ímpetu habituales.
Aparte de consultar con el médico, se pueden tomar otras medidas, como por ejemplo, mejorar la alimentación. En este sentido, lo ideal es empezar la mañana con un buen batido natural que brinde energía y vitalidad, aunque no hay que descartar los suplementos vitamínicos.
4. Pérdida de cabello
En vista de que el organismo no recibe los nutrientes que necesita, porque la sangre no circula como es debido por todas las zonas del cuerpo, no puede funcionar correctamente. Esto puede llegar a afectar incluso la salud del cabello. ¿Cómo se puede evidenciar? A través del debilitamiento capilar y la pérdida drástica de cabello.
Es importante recordar que, a diario, es normal perder alrededor de unos cien cabellos. Por otra parte, el cambio de estaciones también puede ocasionar la pérdida de cierta cantidad. Por ello, siempre y cuando la pérdida no sea mayor a lo mencionado, no hay de qué preocuparse.
Aspectos a considerar
Si consideras que presentas todas estas señales, acude a tu médico y coméntale tus inquietudes. Tras una evaluación detallada, podrá brindarte un diagnóstico así como una serie de consejos para darle solución al problema. Ahora bien, es fundamental respetar sus indicaciones y no precipitarse a la hora de encontrar una ‘cura’, ya que puede traer consecuencias desfavorables.
Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Granada (2008). Máster en Textos, documentos e intervención textual por la Universidad de Córdoba. Hizo cursos de Edición independiente, Corrección de estilo profesional y Enseñanza de español para extranjeros (Cálamo&Cran). Trabaja como redactora, traductora, community manager, correctora ortotipográfica y correctora de estilo.