5 beneficios que tienen las personas generosas
Las personas generosas no solo tienen una actitud que beneficia a los demás, sino que ellas mismas se ven recompensadas por ello. Bien es cierto que en la sociedad en la que vivimos es mucho más común ser egoísta debido a que la generosidad, a veces, se paga muy caro.
Ser bueno te convierte en un blanco fácil para la gente tóxica. A pesar de esto, hay cosas que no podemos cambiar. ¿Te encuentras dentro del grupo de las personas generosas? Si es así, aquí descubrirás lo mucho que ganas teniendo esta actitud con los demás.
5 beneficios que tienen las personas generosas
Las personas generosas pueden verse perjudicadas por la actitud y el abuso de ciertas personas. Sin embargo, existen varios beneficios que caracterizan a este tipo de gente, que les hace especiales:
1. Aprecian mejor las pequeñas cosas
Las personas generosas son capaces de dejar de lado ese anhelo por acumular objetos, propiedades y dinero que para nada te hace más feliz. Por eso, gracias a cómo son, aprecian mejor las pequeñas cosas.
De hecho, se sienten bien cuanto menos tienen. Saben darle valor a lo que poseen, a las personas que tienen a su alrededor y disfrutar de ello.
Esta actitud, a la que podríamos no darle valor, provoca que el positivismo se instale en sus vidas. Las personas generosas tendrán siempre una sonrisa en su rostro y se sentirán en equilibrio y a gusto consigo mismas.
2. Son más felices
Tener un comportamiento generoso aumenta la felicidad. Así lo demuestran estudios como el publicado en la revista Nature en 2017. Y es que, al parecer, el hecho de ser generosos podría explicarse mediante el bienestar que aporta el hecho de hacer el bien a los demás.
Por ejemplo, algunos investigadores encontraron anteriormente que gastar dinero en los demás podría inducir la felicidad en uno mismo. Aunque no existe una base mecánica que explique esta asociación, parece que ser generosos también beneficiará nuestro estado de ánimo.
3. Son más longevas
Si tu vida está llena de amargura, puede que vivas muchos años, pero quizás el tiempo no sea de calidad, sino de precariedad. Si eres generoso, por ende, más positivo, tienes más posibilidades de disfrutar más de la vida, pues tu mente estará más sana.
No olvidemos que, cuanto menos contaminada esté la mente por las emociones negativas o problemas sin resolver, mucho mejor.
Así lo confirman investigaciones como la publicada en 2011 en la revista Applied Phychology: Health and Well-Being. En estudios como este ha podido demostrarse que las personas felices viven más tiempo.
Hay muchos mayores que están tristes, siempre enfurruñados. Quizás esto tenga que ver con que son egoístas y no son felices. ¿Merece la pena terminar así?
4. Se convierten en modelos
Algunos jóvenes viven con progenitores que constantemente discuten, están siempre enfadados, hablan mal de los demás… Parece que lo negativo se ha convertido en nuestro día a día y esto puede resultar perjudicial para las generaciones que vienen.
Por este motivo, las personas generosas pueden acabar convirtiéndose en individuos que los más jóvenes admiran.
Ellos quieren ser así. Tan felices, tan desinteresados… La sociedad necesita a más personas buenas y menos malas que provoquen desequilibrios en las demás.
Antes de irte lee: Paciencia y silencio: virtudes de las personas sabias
5. Las personas generosas dejan huella
Este tipo de personas no son muy conocidas. No se suele hablar de ellas. Para esto, optamos mejor por aquellas más negativas. Quizás sea el morbo o que el interés que suscitan es mayor.
No obstante, las personas generosas tienen una visibilidad muy apreciada por todos aquellos a los que ayudan y eso es lo que importa.
Pensemos en las organizaciones no gubernamentales (ONG), en las protectoras de animales, en todas esas asociaciones que sin ánimo de lucro intentan ayudar a los más desfavorecidos.
Todas ellas están repletas de personas que dan todo lo bueno que tienen a los demás. Para que se sientan bien, para que sean capaces de sonreír tanto como ellas.
Es normal que, tal y como se nos presenta el mundo, creamos que hay más personas malas que buenas. Sin embargo, es porque estas últimas no tienen la visibilidad que se merecen. Cuanto más positivo seas, mucho mejor.
No solo porque harás sentir bien a otros, sino porque tú mismo lograrás ser más feliz. La generosidad es una fuente de alimentación que no se agota y que te proporciona múltiples beneficios.
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