5 pasos para acabar con el síndrome del impostor
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
Al levantarte cada mañana y mirarte al espejo, ¿piensas en que no eres suficiente y que todo lo que has hecho es tan solo producto de la suerte y coincidencia? Si te ha pasado en varias ocasiones, puedes estar padeciendo de lo que se conoce como “síndrome del impostor”.
Esto, más que un problema médico, es una dificultad personal que nos incapacita y nos impide experimentar la dicha y la satisfacción de nuestros logros propios.
Puede parecer algo muy sencillo pero, si no lo tratas, afectará tu vida de distintas formas. Por suerte, existen algunos pasos para acabar con el síndrome del impostor que puedes poner en marcha desde hoy.
1. Analiza las causas y síntomas del síndrome del impostor
De la misma forma en que vas al doctor para que revise un dolor de estómago, deberías acudir al psicólogo si emocionalmente te sientes mal. Los síntomas que puedes vigilar son, tal como indican profesionales de la Universidad Nacional de Educación a Distancia:
- Ansiedad generalizada
- Depresión
- Falta de autoconfianza
- Frustración relacionada con la imposibilidad de cumplir con los estándares autoimpuestos
- Baja autoestima
Es fácil ver que toda esta sintomatología sigue un patrón que se caracteriza por un miedo paralizante y nervios o estrés no te dejan realizar tu actividades. Además, la baja autoestima puede impedirte ver lo positivo de tu vida. Aunque puede resultar difícil ver los síntomas y la forma en que nos afecta el problema, es fundamental dar este primer paso.
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2. Acepta que no todo gira en torno a ti
Aunque lo creas, las personas no hablan de ti a tus espaldas. No eres el objeto de burla de los demás, ni mucho menos te usan como referencia de errores. Por el contrario, las personas suelen olvidar muy rápido lo que los demás hicieron por una sencilla razón: tienen cosas más importantes de las que preocuparse y problemas propios que resolver. Es común que el síndrome del impostor se origine de la necesidad de complacer a los demás.Puedes comenzar haciendo las cosas que consideras apropiadas a ojos de otros y terminar por sentir que te perdiste en el proceso. En este punto es importante que reconozcas que la única persona que debe estar satisfecha contigo eres tú mismo.
3. Reconoce tus méritos en su justa medida
Uno de los factores fundamentales del síndrome del impostor es creer que los logros personales no son correspondidos o merecidos.
- Identifica en qué casos ocurre y reconoce que la suerte no existe.
- Lo único que determina tus éxitos o fracasos es la forma en que decides aprovechar las oportunidades que se presentan.
Quienes viven con este síndrome pueden sentir que aquello que los demás les reconocen no tiene fundamento. Resulta muy fácil dejarse llevar por este sentimiento y dejar que aumente como una bola de nieve.
Si estás en este punto, para y analiza si realmente estás siendo sobrevalorado o no. Para evitar el diálogo interno negativo, trata de ver la situación desde el exterior. Es decir, replantea todo el ejercicio como si estuviese analizando a otra persona.
4. No vuelvas a compararte con otro
A pesar de lo mucho que nos gusta compararnos, debemos dejar de hacerlo. Sí, sabemos que es difícil pues desde muy temprana edad hemos lidiado con ello. Quizás te comparaban con tus hermanos, primos, familiares. O en la escuela con los demás niños en función de las calificaciones o aptitudes. Esto no es más que otro de los malos hábitos causantes del síndrome del impostor.Cada quien es competente para ciertas cosas y un completo desastre en otras. Eso está bien, es algo natural y objetivo pero esto no significa que solo una cosa nos defina.Piensa en todas aquellas personas con las que alguna vez te comparaste. Aunque no lo creas, ellas también se han podido comparar contigo y desear algo que tú posees. Puede ser cualquier cosa, desde tu pasión por algo hasta tu corte de cabello.
Debes tener presentes que como todos somos únicos, todos tenemos algo que es admirable para los demás. De la misma forma, tú tienes algo especial que te hace resaltar ante los demás.
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5. Decide superar el síndrome del impostor
Aunque es el punto más obvio, este es el más difícil. Superar tus miedos o cambiar de mentalidad no es algo que suceda de la noche a la mañana, por mucho que nos esforcemos en ello.
Avanzar y dejar atrás el síndrome del impostor no va a ser tarea sencilla pero, con el empeño necesario, es posible. Recuerda que cada persona es única y tiene problemas diferentes.
Nuestra recomendación es que trates de entender la raíz del problema. Si descubres que llevas demasiado tiempo con él y ya no ves la forma de avanzar, acude a terapia.
No tengas miedo sobre cómo te verán los demás. Recuerda que cada uno tiene sus propias batallas y las debe librar de la mejor manera que le sea posible.
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