5 razones por las que ya eres una mujer completa
Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña
Es posible que tú, como otras personas, te fijes a menudo en algunas pequeñas imperfecciones y carencias. Aspiras a solucionarlas, pensando que, de ese modo, llegarás a ser una mujer completa.
Incluso hay quien deja una relación afectiva porque espera que la siguiente le proporcione todo aquello que le falta. Parece que, en lugar de apreciar lo que tenemos, nos lamentamos porque lo consideramos insuficiente.
Tal vez esta sea la oportunidad para darse cuenta de que hay alguien valiente y hermoso ahí que merece lo mejor. Por eso, a continuación te hablamos de 5 razones que te ayudarán a convencerte de ello.
1. Todas las batallas vividas perfilan a esa mujer completa
Eres una mujer completa con diferentes experiencias en la vida. Has pasado por situaciones complejas, por instantes tan delicados en los que has descubierto las virtudes y defectos de las personas.
Todo momento vivido es un aprendizaje valioso y útil en otras circunstancias. Porque las decepciones también enseñan, así como esas épocas de intensa alegría. Tanto las batallas como los desequilibrios construyen la propia historia que nos define, lo que somos ahora.
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2. No te falta nada que tú misma no puedas encontrar
En ocasiones, sobre todo cuando somos jóvenes, ansiamos dar con la felicidad como si fuera un ente mitológico al que encontrar y capturar. ¿Pero qué hay de aquello que sí depende de uno mismo? Si solo pensamos en lo que nos falta, los vacíos se acumularán ante nosotras.
En cambio, cuando entendemos que podemos hacer algo, empezamos a ver que no es tan difícil ser un poco más felices. ¿Para qué buscar la seguridad o todo el consuelo en los demás? ¿Hay algo que nos corresponda o estamos a merced de los acontecimientos? Analiza la respuesta. Verás que eres ya una mujer completa.
3. Has aceptado que hay asuntos que ya no valen la pena
Lo maravilloso de madurar es darse cuenta de que hay cuestiones y personas que ya no valen la pena, las lágrimas ni las preocupaciones. Esto te permite ser una mujer más completa, ya que concentras la ilusión en lo que de verdad importa.
Es el punto en el que una toma conciencia de que quiere pensar un poco más sí misma. Más allá del egoísmo o la soberbia, estaremos atendiendo las propias necesidades y autoestima.
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4. Has aprendido a confiar en lo que tenga que venir
Una mujer completa practica la resiliencia, porque ha hecho de las batallas una oportunidad para afrontar los nuevos desafíos. Ha aprendido también a aceptar los cambios y a convivir con ellos. De ese modo maneja el miedo, sin aferrarse a lo que pierde o deja atrás.
Si alguien le abandona, sabe que seguirá conociendo a más personas que valen la alegría y no la pena. Reconoce que a veces se ha equivocado y ha elegido caminos poco apropiados o erróneos. Pero, a pesar de ello, no se arrepiente. Porque ese error le abrió los ojos y le ayudó a confiar en que los próximos pasos iban a ser más acertados.
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5. No necesitas a nadie que te complete
Ya eres una mujer completa, alguien que aprecia por entero a los suyos, a la familia y los amigos que le acompañan. Has llegado a ese punto de la vida en que sabes que quieres dar lo mejor de ti a los demás. No obstante, para ello es fundamental sentirse bien. Los temores y las inseguridades no harán más que complicar las relaciones personales en las que te embarques.
No necesitas salir con una pareja para ser feliz. No deseas medias naranjas, pero sí manzanas enteras a las que ‘morder’ y con las que disfrutar bajo el manto de la madurez y la libertad.
La bonita sensación de ser ya una mujer completa
Como mujer completa, valoras lo que tienes y sigues avanzando con tesón y paso firme. Sin olvidar que ahí hay alguien valiente y hermoso con derecho a la felicidad. Por supuesto, continuarás aprendiendo cada día a través de la intuición y esa actitud abierta que todo lo atiende. Con empatía, respeto y sabiduría…
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.