6 técnicas que ayudan a facilitar el parto

En las semanas finales del tercer trimestre comienzan los nervios. Estamos ansiosas porque ya queremos ver al bebé en nuestros brazos, pero debemos respetar el ritmo natural del embarazo.
6 técnicas que ayudan a facilitar el parto
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 10 julio, 2023

El embarazo humano dura, aproximadamente, 40 semanas. Incluso, es posible que el alumbramiento del bebé se dé naturalmente unas dos o tres semanas antes o después de esa semana 40. Sin embargo, es posible facilitar el parto siguiendo algunas de las técnicas que te proponemos.

Después de los meses de espera, de sentir tanto los síntomas molestos como los dulces movimientos del bebé, la desesperación entra en escena. Esperamos con ansias el día de encontrarnos en un mismo abrazo con nuestro hijo. Indudablemente, queremos hacer algo para facilitar el parto.

6 técnicas para facilitar el parto

Cuanto más preparadas estemos para el momento en el que finalmente traemos a nuestro bebé al mundo, más fácil será controlar los nervios y la ansiedad que normalmente aparecen en estos días finales de la gestación. Con los nervios bajo control, puedes seguir cualquiera de estas técnicas para facilitar el parto.

1. Camina a diario y sube escaleras

Entre los ejercicios para facilitar el parto más comunes está, simplemente, caminar. Al estar parada y en movimiento, la cabeza del bebé hace presión contra el cuello uterino, lo que estimula la producción de oxitocina, que es la que provoca el inicio del trabajo de parto.

Las caminatas son buenas antes, durante y después del embarazo. Y así lo evidencia este trabajo llevado a cabo por profesionales de la Universidad de Granada. No hace falta que estés en forma para comenzar a caminar.

Si el bebé no ha encajado en la pelvis o todavía está muy arriba, las caminatas lo ayudan a ubicarse en la posición correcta, lo que ayuda a facilitar el alumbramiento.

Este efecto se potencia si subes escaleras. Hazlo con precaución, tómate del pasamanos y ve a paso lento pero sostenido. Olvídate de acelerar la marcha y provocar caídas innecesarias.

2. Ten relaciones sexuales

El sexo es genial para facilitar el parto. Las relaciones sexuales son efectivas por dos razones. Primero, el orgasmo son contracciones que ayudan a dilatar el cuello uterino. Además, se libera la producción de la oxitocina.

Asimismo, el semen contiene las llamadas prostaglandinas, que también puede ayudar a madurar el cuello uterino y a facilitar el parto, ya que al lograrse una buena dilatación todo el alumbramiento se hace más fácil.

Puedes, asimismo, intentar algunas posiciones sexuales que favorezcan las contracciones y la dilatación, si el abultamiento de tu vientre no resulta muy incómodo. Quédate tranquila, que el sexo en ningún momento afectará a tu bebé. Por el contrario, nacerá rodeado de todo el bienestar que genera la oxitocina y el amor de sus padres.

3. Haz ejercicios con la pelota suiza o de pilates

Los ejercicios sobre una pelota de goma fortalecen los músculos de la espalda y el abdomen, así como los de la pelvis y las rodillas, lo que ayuda a facilitar el parto, pues se favorece el descenso de la cabeza del bebé.

Estos ejercicios son muy sencillos. Sentada sobre la pelota, con las piernas abiertas, los pies bien apoyados sobre el suelo y haciendo equilibrio, realiza suaves contracciones del suelo pélvico.

Puedes hacer los ejercicios en casa o puedes tomar clases de yoga o pilates para embarazadas, que suelen incluir la pelota suiza dentro de sus propuestas.

De hecho, en muchas salas de dilatación y durante el parto es muy frecuente ver la pelota suiza. Cuando la mujer ya está en trabajo de parto, es más cómodo estar sentada en la pelota que en la cama o una silla. Sentada sobre la pelota, la fuerza de gravedad es mayor, lo cual ayuda al descenso del bebé y a que fluya la corriente sanguínea hacia la placenta.

4. Estimula los pezones

En la antigüedad utilizaban los estímulos sobre los pezones para facilitar el parto. Entonces no sabían de la existencia de la oxitocina, pero de nuevo es la protagonista de la eficacia de esta técnica.

Como la oxitocina es al mismo tiempo la responsable de las contracciones del parto y de la producción de la leche materna, al estimular esta área, se libera, lo que puede provocar el inicio de las contracciones.

Toca tus pezones suavemente o pídele a tu pareja que lo haga. Evita manipulaciones bruscas que puedan generar incomodidad o incluso una infección.

Al final del embarazo puede salir un líquido amarillento del pezón, el calostro, que es la primera leche materna. Se trata de una fuente extraordinaria de nutrientes y anticuerpos que es mejor reservar para la llegada del bebé. Por tanto, no te excedas con la estimulación de los pezones.

5. Recibe masajes

El masaje ayuda a relajarte y a liberar endorfinas, lo que te permite sentirte mejor. Mientras te apoyas en la pelota de goma, pídele a quien te vaya a dar el masaje (si es tu pareja, mucho mejor), que realice un masaje suave en la base de la espalda. Estos masajes son de gran ayuda cuando estés en el trabajo de parto.

Puede recorrer la espalda con los dedos, desde los hombros hasta las caderas, o puede presionar el coxis con la palma de la mano en cada contracción. Mientras llega el momento, recibir masajes te ayudará a relajarte y a bajar la ansiedad que puede hacer más lento el trabajo de parto.

Pídele a tu pareja que te haga un masaje suave en el periné (la zona entre la vagina y el ano). También lo puedes hacer tú misma. Este masaje se puede realizar desde la semana 34.

Este masaje fortalece el área, lo que sirve para evitar que se desgarre o que te tengan que hacer un corte (la episiotomía) durante el parto, tal y como evidencia este estudio publicado en en la Revista Enfermería CyL. Hay aceites esenciales para masajear esta zona o cremas farmacéuticas especialmente diseñadas para este masaje.

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6. Haz ejercicios bajo el agua

Así como es posible parir en el agua, también es positivo que en los días previos al alumbramiento, tengas la oportunidad de sumergirte en una piscina y ejercitarte. Bajo el agua, el peso de tu vientre es menor, por lo que te puedes ejercitar sin sentir la presión sobre las extremidades y articulaciones, mejoras la circulación sanguínea y fortaleces los músculos sin desgaste.

En una piscina, el efecto de la gravedad ayuda a tu bebé a tomar la posición correcta, así como te ayuda a relajarte. En los días previos al parto, todo lo que te ayude a liberar la tensión es una gran opción.

En definitiva, recuerda consultar con tu médico o partera si puedes seguir estas técnicas y cuál es el momento ideal para comenzar a hacerlas. Más allá de que estés deseosa de tener a tu bebé en tus brazos, es importante que respetes el ritmo de tu embarazo. Tu bebé también debe estar listo para salir al mundo.


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