6 usos tópicos del árnica que no sabías
Muchos de los usos tópicos del árnica se siguen aprovechando a día de hoy. Esta planta perenne —de nombre científico Arnica montana— se emplea desde hace cientos de años como complemento para ayudar al alivio de los hematomas, el dolor, la inflamación y algunos tipos de picaduras.
Aunque existen algunas advertencias sobre su uso, la evidencia anecdótica coincide en que su aplicación externa es calmante y antiinflamatoria. Por eso, es frecuente encontrarla en geles, ungüentos, cremas y espumas para uso externo. ¿Quieres saber en detalle para qué sirve y cómo se usa? ¡Sigue la lectura!
6 formas de usar árnica como tratamiento tópico
La mayoría de los usos del árnica son tópicos. Aunque también está disponible como remedio homeopático para consumo oral, estos están desaconsejados por el elevado riesgo de intoxicación. La planta tiene una toxina llamada helenalina, que puede ser letal cuando se consume en exceso.
Así lo explica la quiropráctica Candice Price a través de una publicación de la Clínica Cleveland:
«Las formulaciones orales tienden a ser más riesgosas. No recomiendo a mis pacientes que los tomen porque implican mucho más riesgo».
En cambio, la experta detalla que los productos tópicos con árnica se consideran seguros y eficaces para utilizar la hierba. De ahí que sea un ingrediente común en productos que se utilizan para terapias de recuperación. Veamos a continuación cuáles son sus principales usos:
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1. Hematomas
Uno de los usos tópicos del árnica más populares es el tratamiento de moretones (hematomas). Se cree que aplicada de forma regular puede acelerar el alivio de estas marcas debido a sus propiedades antiinflamatorias.
Una investigación compartida a través de The British Journal of Dermatology respalda estas propiedades. En el estudio, un ungüento de árnica tópico ayudó a disminuir los moretones inducidos por láser. Aun así, la evidencia es limitada. Hacen falta estudios más amplios y concluyentes.
2. Dolor muscular
Durante muchos años, el árnica tópica se ha usado como coadyuvante para calmar el dolor muscular. Según la literatura popular, las cremas y geles derivadas de la planta ayudan a estimular la circulación y disminuyen la inflamación. Suele emplearse para dolores causados por el sobreesfuerzo físico.
Se ha informado que aunque el árnica tópica no tuvo efecto sobre el rendimiento ni los marcadores sanguíneos después del ejercicio excéntrico intenso, sí demostró utilidad para aliviar el dolor tres días después.
En cualquier caso, la evidencia es insuficiente. Otros estudios similares mostraron resultados contradictorios.
3. Osteoartritis
Si bien no es un tratamiento de primera línea para combatir los síntomas de la osteoartritis, el gel de árnica se emplea como coadyuvante para esta condición. Su aplicación ayuda a tratar la hinchazón y a disminuir el dolor.
De hecho, sus efectos se han comparado con los de algunos analgésicos convencionales. Los investigadores determinaron que el tratamiento con gel de extracto de árnica probablemente produce beneficios similares al tratamiento de un gel con ibuprofeno. No obstante, su perfil de efectos adversos no es mejor.
En caso de querer probar este tratamiento, lo mejor es consultar primero al médico. Por lo general, se utiliza durante tres semanas, dos veces al día, para lograr una disminución del dolor y la rigidez en pacientes con osteoartritis en la mano o en la rodilla.
4. Esguinces
Tal y como lo detalla una publicación de Mount Sinai Health System, el árnica se utiliza con regularidad para calmar el dolor y la inflamación causados por los esguinces y contusiones.
Para este fin, suele emplearse una crema o gel de uso tópico, que se aplica dos veces al día sobre el tobillo (por la mañana y por la noche). Se recomienda hacer un suave masaje con el producto, durante 3 o 5 minutos.
5. Varices
Hasta la fecha no hay investigaciones científicas que respalden la eficacia de los tratamientos tópicos con árnica para reducir las venas varices. Sus beneficios están soportados meramente con evidencia anecdótica. Aun así, hay quienes aseguran que es útil para mejorar la circulación y disminuir el dolor.
Se ha destacado que la crema de árnica calma el dolor y la inflamación de las piernas asociados a las varices. Además, aplicada con regularidad puede ayudar a reducir el aspecto de las arañas vasculares y las venas varicosas.
6. Picaduras de insectos
Las propiedades antiinflamatorias y calmantes del árnica se aprovechan a nivel farmacológico en la elaboración de productos contra las picaduras de insectos. Ahora mismo puedes encontrar geles y extractos que refrescan y disminuyen la hinchazón causada por picaduras de avispas, abejas, hormigas, entre otros.
Recomendaciones de seguridad para los remedios tópicos con árnica
Los usos tópicos del árnica son variados y suelen ser seguros para la mayoría de las personas. De todos modos, antes de aplicar los remedios en su totalidad —sean ungüentos, geles, cremas, espumas, etcétera— lo mejor es hacer una prueba de parche para descartar posibles reacciones adversas.
Para ello, aplica una pequeña cantidad de producto en una zona pequeña de la piel (como la muñeca) y déjalo actuar al menos dos horas. Si pasado este tiempo no hay ardor o irritación, úsalo sin problema, siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Ten en cuenta que el uso prolongado de estos productos está relacionado con eccema, descamación, ampollas y otros síntomas cutáneos. Por ello, procura que su uso sea puntual y por poco tiempo. Evita aplicar estos tratamientos sobre piel lesionada o con úlceras.
En caso de embarazo y lactancia, o si tienes enfermedades de la piel, consulta al médico antes de utilizar productos tópicos con árnica.
Aunque puedes encontrar árnica como tratamiento homeopático para consumo oral, lo mejor es evitar estas presentaciones. Su consumo se asocia a temblores, mareos y alteraciones del ritmo cardíaco. Además, en dosis altas puede ser letal.
Cuidado con las preparaciones caseras
El problema de algunas preparaciones caseras con árnica es que no suelen precisar una cantidad óptima de la planta. Esto no solo afecta la calidad del producto, sino que aumenta el riesgo de efectos adversos. Y aunque algunas recetas son inofensivas, otras pueden no serlo tanto.
En general, se recomienda optar por las formulaciones que se distribuyen en tiendas herbolarias y farmacias. Estas suelen conservarse bien a temperatura ambiente entre 20 °C y 25 °C (68 °F y 77 °F).
¿Qué hay que recordar sobre los usos tópicos del árnica?
La mayoría de las aplicaciones tópicas del árnica están respaldadas con evidencia anecdótica. La evidencia científica sobre estos usos sigue siendo limitada. A pesar de esto, es la forma de uso más segura de la planta. Debido a su contenido de helenalina, un compuesto tóxico, el consumo oral está desaconsejado.
Las cremas, los geles, los ungüentos y demás productos que contienen árnica se emplean para tratar golpes, moretones, venas varicosas, problemas articulares, entre otros. No es un tratamiento de primera elección, pero sí un complemento para reducir la inflamación y el dolor al menos de forma temporal.
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