14 beneficios del diente de león que quizá no conocías

El diente de león tiene propiedades hepatoprotectoras, antimicrobianas, antiinflamatorias, antidiabéticas y otras. Descubre todos sus beneficios.
14 beneficios del diente de león que quizá no conocías
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 16 noviembre, 2023

Los beneficios del diente de león (Taraxacum officinale) se han documentado desde hace varias décadas. Tras observarse que es una fuente de compuestos activos como los triterpenos, los flavonoides, la vitamina C, la vitamina B2, los carotinoides, el potasio y otros, se ha usado con varios fines medicinales.

En particular, se le atribuye potencial como diurético, estimulador del apetito, colerético, digestivo y antioxidante. Además, actúa como inmunomodulador, antiinflamatorio y antibacteriano. Hay quienes lo conocen con otros nombres, como achicoria amarga, amargón, almirón y corona de fraile.

Sus hojas y sus raíces suelen prepararse como té o infusión; sin embargo, también está disponible como suplemento en polvo, cápsulas y tinturas. ¿Cuáles son sus efectos en la salud? A continuación, los repasamos en detalle.

1. Tiene potencial como diurético

Uno de los beneficios más destacados del diente de león es su potencial como diurético. Sus hojas frescas, al igual que el extracto etanólico que se obtiene de estas, estimulan la excreción de líquidos y la frecuencia urinaria.

De este modo, ayuda al organismo a eliminar el exceso de líquido y de sodio acumulados. Esto es particularmente útil en el tratamiento del edema (retención de líquidos), la presión arterial alta y ciertos trastornos renales.

Por ahora, no está del todo claro cuáles son los compuestos de la planta que provocan este efecto. Algunas hipótesis sugieren que se deben a los flavonoides y a los ácidos clorogénicos. No obstante, no hay suficientes evidencias. Lo que sí está claro es que uno de sus compuestos claves es el potasio.

El diente de león contiene tres veces más potasio que otros diuréticos botánicos. De ahí que se considere una buena opción para sustituir la pérdida de potasio que inducen la mayoría de diuréticos. De todos modos, su uso con este fin debe estar supervisado por el médico.

2. Favorece la salud hepática

Una de las principales aplicaciones terapéuticas del diente de león es la salud hepática. Su composición de polifenoles, flavonoides y polisacáridos lo destacan como un complemento saludable para estimular la función del hígado y de la vesícula biliar.

Para ser más exactos, se ha determinado que sus fitoquímicos ayudan a inhibir los efectos negativos del estrés oxidativo, lo que genera un efecto hepatoprotector. Su ingesta disminuye la acumulación de grasa hepática y protege al hígado contra los químicos industriales y los residuos de medicamentos.

También se ha determinado que puede contribuir a la regeneración hepática y a la prevención de enfermedades como la hepatitis, el hígado graso y la fibrosis hepática.



3. Ayuda a la salud digestiva

En la medicina tradicional, la raíz de diente de león se emplea como coadyuvante para combatir el estreñimiento y mejorar la salud digestiva. Compuestos como el taraxasterol, el ácido cafeico, el ácido chicórico, el ácido clorogénico, la inulina y el β-sitosterol están relacionados con estas propiedades.

En concreto, estas sustancias favorecen el tratamiento de trastornos gastrointestinales como la dispepsia, el reflujo gastroesofágico, la gastritis, las úlceras, la colitis ulcerosa y tumores estomacales. Su consumo también ayuda a calmar síntomas digestivos leves, como los gases, la sensación de llenura y las digestiones lentas.

Se ha observado que los polisacáridos del diente de león actúan como prebióticos, por lo que contribuyen a modular la composición de la microbiota intestinal. Esto también explica, en gran medida, sus efectos positivos en la salud digestiva.

4. Apoya el tratamiento de la anemia

Aunque no es un tratamiento de primera elección contra la anemia, la infusión y los suplementos de diente de león se emplean como complemento contra este trastorno. Su significativo aporte de hierro, calcio, vitaminas A y C, además de antioxidantes, están vinculados con este beneficio.

Hasta ahora, estudios en animales y de laboratorio han permitido observar que este ingrediente favorece la formación de glóbulos blancos y rojos. Además, dado que promueve la salud hepática, también ayuda a una mejor absorción de hierro.

La hipótesis sugiere que el diente de león proporciona modulación inmune; así, resulta útil como remedio para la anemia. En cualquier caso, hacen falta estudios en humanos que comprueben estos efectos. 

5. Ayuda al cuidado de la salud visual

Hay varias razones por las que el diente de león es un aliado para la salud visual. En primer lugar, su aporte de vitamina A contribuye a proteger la superficie del ojo (córnea) y ayuda a la prevención de la sequedad ocular.

Además, debido a su contenido de luteína y zeaxantina, ayuda a prevenir trastornos oculares como las cataratas, la degeneración macular, el síndrome del ojo seco y la ceguera asociada a la edad.

Se estima que en 100 gramos de diente de león cocinado, hervido, escurrido, sin sal, hay 9158 µg de luteína + zeaxantina. La Asociación Americana de Optometría recomienda consumir por lo menos 12 miligramos combinados de luteína y zeaxantina todos los días para prevenir las enfermedades oculares.

6. Favorece el cuidado de la piel

La composición de vitaminas (A, C y B) y antioxidantes del diente de león aporta interesantes beneficios para la salud de la piel. Tanto su infusión como los extractos comerciales se utilizan como remedio complementario para el acné, las infecciones bacterianas, las manchas y las cicatrices. 

Además, los extractos obtenidos de sus hojas y sus flores han exhibido potencial como agentes protectores contra el daño de los rayos UVB y las especies reactivas de oxígeno (radicales libres). Así, también colabora con la prevención del envejecimiento prematuro y de enfermedades cutáneas.

7. Tiene potencial antiinflamatorio

Gran parte de los beneficios del diente de león están relacionados con su potencial antiinflamatorio. Uno de sus principales compuestos bioactivos, el taraxasterol, está vinculado con este efecto. Dicha sustancia regula la actividad de los glóbulos blancos e impide que causen inflamación innecesaria.

Ahora bien, su actividad antiinflamatoria también se explica en su abundante aporte de compuestos fenólicos, entre los que se destacan los ácidos hidroxicinámicos (ácido clorogénico, chicórico y cafeoiltartárico), las cumarinas (esculina y cichoriina), los lignanos y los derivados flavonoides (luteolina).

Regular los procesos inflamatorios del cuerpo no solo coadyuva en el alivio del dolor, sino que es determinante para la prevención y el control de una amplia variedad de enfermedades crónicas y autoinmunes. 

8. Apoya la salud cardiovascular

El diente de león y sus derivados tienen importantes beneficios para la salud cardiovascular. Su abundante contenido de flavonoides (derivados de luteolina y quercetina), ácidos fenólicos (ácido chicórico y ácido clorogénico) y terpenos (lactonas sesquiterpénicas) explican estas propiedades.

Estas sustancias antioxidantes ayudan a la descomposición del colesterol malo (LDL) y de los triglicéridos. De ahí que también se asocien a la prevención de la aterosclerosis, el ataque cardíaco y los accidentes cerebrovasculares.

Por otro lado, su abundante contenido de potasio y su efecto diurético tienen un efecto positivo en el control de la presión arterial alta. Al incrementar la excreción de orina, ayuda a reducir el exceso de sodio vinculado a esta enfermedad.

En la revista Nutrients, una revisión reciente determinó que los compuestos activos del diente de león tienen la capacidad de modular los procesos hemostáticos, incluidas las vías de señales asociadas con las plaquetas sanguíneas. Esto también explica sus beneficios sobre el sistema cardiovascular.

9. Actúa como antimicrobiano

Ciertos beneficios del diente de león tienen relación con su actividad antimicrobiana. Sus compuestos fenólicos, ácidos orgánicos, vitaminas y minerales aumentan la respuesta inmunitaria frente a bacterias como Staphylococcus aureus y Bacillus cereus, relacionadas con infecciones cutáneas y respiratorias.

10. Coadyuvante en la pérdida de peso

Por sí solo, el diente de león no causa una pérdida significativa de peso. Sin embargo, incluido en el marco de una alimentación saludable y balanceada, puede servir como coadyuvante en este proceso. Su perfil nutricional, en especial sus antioxidantes, se asocian con este beneficio.

Nancy Geib, dietista de la Clínica Cleveland, explica que la raíz de diente de león mejora la digestión e inhibe la actividad de la lipasa, conocida por reducir la reabsorción de grasas. Sin embargo, añade que la pérdida de peso obedece más a la pérdida de agua que de grasa.

11. Ayuda al control de los niveles de glucosa

En los enfoques de medicina natural, el diente de león es una de las plantas valoradas por sus propiedades antidiabéticas. Por muchos años se ha utilizado como aliada para disminuir los niveles altos de azúcar en la sangre, debido a su capacidad para modular el metabolismo de la glucosa.

Sus hojas y su raíz contienen compuestos bioactivos como el ácido chicórico, el taraxasterol (TS), el ácido clorogénico y las lactonas sesquiterpénicas, a los que se les atribuye su acción hipoglucemiante. Estos resultan útiles en la prevención y el tratamiento de la diabetes tipo 2.

12. Potencial antitumoral

Es muy importante tomar en cuenta que el diente de león y sus derivados no son un tratamiento aprobado contra el cáncer. Por ningún motivo se debe usar como sustituto de las terapias contra esta enfermedad. En caso de considerar su uso como suplemento, hay que consultar al médico.

Estas aclaraciones son importantes, puesto que cierta evidencia respalda las cualidades antitumorales de la planta, pero hacen falta estudios más amplios y concluyentes. En sí, se ha observado que los triterpenoides, los sesquiterpenos y los compuestos fenólicos ayudan a atacar las células cancerígenas.

Por ahora, análisis realizados en animales y en el laboratorio han determinado cierto beneficio contra el cáncer de colon, el cáncer de mama y el cáncer de hígado.

13. Aliado contra la gripe

La infusión de diente de león puede favorecer el alivio de los síntomas de la gripe. Debido a sus propiedades antiinflamatorias, disminuye la irritación de las vías respiratorias y favorece el alivio de la congestión.

Además, su aporte de vitamina C y polifenoles fortalecen el sistema inmunitario, lo que desempeña un papel determinante a la hora de combatir el virus de la influenza.  

El extracto acuoso de diente de león ha mostrado actividad antiviral en estudios in vitro. Hacen falta investigaciones en humanos para corroborar estas propiedades.

14. Contribuye a la salud ósea

No hay investigaciones que asocien de manera concreta al diente de león con la salud ósea. Sin embargo, algunos de los nutrientes que contiene la planta son claves para mantener los huesos sanos y fuertes. El calcio, la vitamina K y la inulina son los más relevantes.

Tanto el calcio como la vitamina K intervienen en el fortalecimiento de los huesos, a la vez que son claves para su estructura y rigidez. Por su parte, la inulina actúa como prebiótico a nivel intestinal, lo que favorece la absorción de calcio y la densidad ósea.

¿Cómo aprovechar los beneficios del diente de león?

Una de las mayores ventajas del diente de león es que todas las partes de la planta son comestibles. Lo detallamos:

  • Hojas: puedes incorporar sus hojas verdes y frescas en ensaladas; tienen un ligero sabor amargo y picante similar al de la rúcula. Si quieres reducir su toque amargo, las puedes cocinar. Para ello, déjalas en remojo en agua fría con sal durante 15 minutos. Luego cocínalas en agua hirviendo hasta que estén tiernas. Así las puedes agregar a salteados de verduras o sopas.
  • Flores: también son comestibles y se suelen emplear para añadir color a las ensaladas. Estas pueden utilizarse frescas o secas para preparar infusiones, vino y remedios de uso tópico. Una receta común consiste en infundir flores de diente de león en aceite vegetal (de oliva o almendras). Esto se deja reposar alrededor de una semana y el producto se utiliza contra golpes y dolores musculares.
  • Raíces: se utilizan para preparar infusiones medicinales. También para hacer un té que sustituya al café.

Suplementos de diente de león

Los suplementos de diente de león son otra forma de aprovechar las propiedades medicinales de la planta. Estos pueden encontrarse en forma de tinturas, tés, extractos líquidos, polvos, tabletas y cápsulas. Algunas dosis sugeridas son las siguientes:

  • Tinturas: de 2 a 5 mililitros, tres veces al día.
  • Té de hojas frescas o secas: de 4 a 10 gramos al día.
  • Extractos líquidos: de 5 a 10 mililitros al día.
  • Polvo seco: de 250 a 1000 miligramos, cuatro veces al día.
  • Cápsulas y tabletas: 2 o 3 unidades al día.

Infusión de diente de león

La forma más común de beneficiarse con las propiedades del diente de león es mediante la preparación de su infusión. Esta puede consumirse hasta tres veces al día, antes o después de las comidas.

Ingredientes

  • 1 o 2 cucharaditas de raíz u hojas de diente de león en polvo (5 o 10 gramos).
  • 1 vaso de agua (200 mililitros).

Preparación

  1. Pon a hervir el agua y agrégale el diente de león en polvo.
  2. Déjalo reposar 10 minutos, fíltralo con un colador y consúmelo.

Riesgos y contraindicaciones del diente de león

El diente de león tiene baja toxicidad y es bien tolerado por la mayoría de las personas. No debe consumirse en caso de alergia o sensibilidad a plantas relacionadas como las margaritas, las caléndulas o los crisantemos.

Ciertas personas experimentan acidez estomacal tras consumir la planta. Además, algunos sufren irritación, comezón y enrojecimiento de la piel tras hacer contacto con esta. En todos estos casos hay que suspender su uso. 

Dado que la investigación aún es limitada, se desaconseja su empleo en estado de embarazo y lactancia. Tampoco se recomienda su ingesta simultánea con medicamentos antibióticos, antidiabéticos, anticoagulantes y diuréticos.

En caso de enfermedades renales, de la vesícula biliar o cardiovasculares, hay que consultar al médico antes de incluir esta planta en la alimentación.



¿Qué debes recordar?

El perfil nutricional y las propiedades medicinales del diente de león hacen de esta planta un buen complemento para la dieta. Su consumo habitual está relacionado con un menor riesgo de enfermedades crónicas, inflamación, infecciones y envejecimiento prematuro.

Si bien hacen falta más estudios en humanos para confirmar estos efectos, por ahora los hallazgos son prometedores. Todas sus partes son comestibles y suelen ser bien toleradas. Aun así, se recomienda tener precaución en caso de utilizarla en forma de suplementos. Leer las etiquetas y consultar al médico es lo adecuado en estos casos.


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