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14 remedios caseros para limpiar tus riñones de forma natural

12 minutos
Consumir ingredientes abundantes en agua, antioxidantes, vitaminas y minerales es clave para promover un óptimo funcionamiento renal.
14 remedios caseros para limpiar tus riñones de forma natural
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Última actualización: 05 agosto, 2024

En la búsqueda constante por mantener un buen estado de salud, la idea de probar algunos remedios caseros para «limpiar los riñones» es bastante atractiva. Por mucho tiempo, la literatura popular ha difundido la creencia de que estos órganos se «sobrecargan de toxinas», producto de las dietas abundantes en alimentos procesados, el consumo de alcohol y otros malos hábitos.

No obstante, es importante entender que estas ideas no son del todo acertadas. En primer lugar, los riñones son órganos con la capacidad innata de limpiarse por sí solos. No hay hierbas, jugos, suplementos o dietas específicas que puedan depurarlos o desintoxicarlos. Siempre y cuando estén sanos, estos filtran la sangre de forma continua para mantener el equilibrio interno óptimo.

Por otro lado, el concepto detox y todo lo que abarca ha sido cuestionado por la ciencia en los últimos años. El cuerpo puede intoxicarse, sí; pero no como suelen describirlo los promotores de las limpiezas. La exposición a químicos, metales pesados, venenos, drogas, gases y ciertos medicamentos pueden generar toxicidad; sin embargo, de ser así, su tratamiento es meramente médico.

Con esto claro, hay que considerar que el propósito de los remedios caseros para los riñones no es como tal «limpiarlos», sino fortalecer su función para que cumplan sin problema su papel excretor. A continuación, te compartimos en detalle 14 opciones y te explicamos qué efectos esperar.

1. Agua

De todos los remedios caseros para cuidar los riñones, el agua es el más importante. En el cuerpo, este líquido vital resulta clave para diluir los productos de desecho que los riñones filtran de la sangre. Asimismo, promueve una micción regular y reduce el riesgo de que se formen cálculos renales.

La cantidad necesaria de agua al día varía en función del estilo de vida, el peso corporal, el sexo, el estado de salud, entre otros factores. En líneas generales, los hombres adultos deben procurar la ingesta de alrededor de 3,7 litros de agua al día y las mujeres 2,7 litros.

2. Agua de coco

El agua de coco tiene beneficios potenciales para la salud renal, no solo porque hidrata y ayuda a estos órganos en su tarea de disolver los desechos que filtra de la sangre, sino porque su contenido de electrolitos como el potasio le confiere otras ventajas. Este mineral ayuda al equilibrio hídrico del cuerpo e interviene en la función renal que se encarga de eliminar los desechos.

Su ligero efecto diurético aumenta el flujo urinario, a través del cual se eliminan sustancias indeseables como la urea, creatinina, ácido úrico y otros metabolitos. La micción regular también posibilita una mayor eliminación de bacterias en el tracto urinario y, por tanto, disminuye el riesgo de infecciones urinarias.

La ingesta de uno o dos vasos de agua de coco al día (200 mililitros por vaso) es suficiente para obtener sus beneficios. Hay que tener presente que, aunque es baja en calorías en comparación con otras bebidas como los refrescos y jugos, contiene azúcares naturales en forma de glucosa y fructosa.

Precaución: a pesar de sus beneficios para la salud de los riñones en personas sanas, el agua de coco debe evitarse en caso de enfermedad renal. Su abundante contenido de potasio en estos contextos aumenta el riesgo de hipercalemia (demasiado potasio en la sangre), que es potencialmente mortal.

3. Sandía

Baja en calorías y abundante en agua y fitoquímicos como carotenoides, licopenos, antocianinas, fenoles y flavonoides, junto con vitaminas y minerales, la sandía es idónea para promover una buena salud renal. Contribuye a hidratar el cuerpo y, por tanto, facilita el trabajo de los riñones de filtrar los desechos.

Su contenido de potasio ayuda a reducir el riesgo de cálculos renales, dado que estimula la excreción de oxalatos. También se le atribuyen propiedades diuréticas que, al incrementar la micción, ayuda a remover bacterias de las vías urinarias.

Pese a esto, no está recomendada para pacientes con insuficiencia renal. Un consumo abundante de sandía en esta enfermedad puede comprometer la función renal debido al alto contenido de potasio.

Una porción típica de sandía es de alrededor de una taza cortada en cubos (aproximadamente 150-200 gramos). Puede consumirse como postre o añadida en alguna de las comidas principales.

4. Semillas de cáñamo

En algunos sistemas de medicina holística, las semillas de cáñamo se han empleado en la preparación de remedios para cuidar los riñones. Debido a su perfil nutricional excepcional, que abarca proteínas de alta calidad, omega-3, vitaminas y minerales (potasio y magnesio, en especial), se considera un complemento con potencial antiinflamatorio y renoprotector.

Aun así, falta evidencia clínica en humanos que respalde sus supuestos beneficios para la salud renal. No son aptas para personas con antecedentes de alergia al cáñamo o que tienen problemas de absorción de grasas.

5. Apio

El apio es el protagonista de un sinnúmero de remedios para favorecer el funcionamiento de los riñones. Conocido en especial por sus propiedades diuréticas, atribuidas a su contenido de agua y potasio, se utiliza como coadyuvante para optimizar la eliminación de desechos a través de la orina.

Su interesante contenido de compuestos antioxidantes y fitoquímicos actúan contra la inflamación y el estrés oxidativo, dos factores que pueden comprometer la función renal. Además, se considera prometedor como tratamiento complementario para prevenir los cálculos renales.

Si bien por ahora solo hay evidencia preliminar de sus efectos potenciales en la salud renal, es válido consumirlo de forma regular en el marco de una dieta saludable. Agrégalo crudo en tus ensaladas, batidos, sopas o guisos.

El apio, en especial en jugos o infusiones, está contraindicado en trastornos hemorrágicos, presión arterial baja y pacientes que tienen cirugías programadas. 

6. Arándanos

Reconocidos por sus numerosos beneficios para la salud, los arándanos son otra opción para complementar la alimentación si el propósito es cuidar tus riñones. Su alto contenido de flavonoides y polifenoles ayudan a modular la inflamación y brindan un efecto protector contra el daño celular en los riñones.

Al ser naturalmente bajos en sodio y abundantes en potasio, contribuyen a un equilibrio saludable de los electrolitos. Esto, a su vez, interviene de forma positiva en los procesos renales encargados de filtrar y eliminar las sustancias de desecho a través de la orina.

Según información divulgada en The National Kidney Foundation, los arándanos son seguros de consumir en casos de enfermedad renal crónica, hemodiálisis y cálculos renales. La porción sugerida es de media taza al día.

7. Uvas

No es que las uvas sean un tratamiento para las enfermedades renales; sin embargo, su inclusión en la dieta habitual es beneficiosa para los riñones. Se ha planteado que su consumo a largo plazo promueve una buena función renal y contribuye a la resistencia a la fibrosis y enfermedades renales asociadas.

Las evidencias, aunque aún preliminares, exponen que los componentes fitoquímicos de este alimento —en especial el resveratrol— ayudan a proteger las células renales contra el daño oxidativo y la inflamación. Además, su contenido de agua y potasio influye para bien en el equilibrio electrolítico del cuerpo.

Como estas frutas son bajas en sodio y libres de purinas, pueden ingerirse en casos de patologías renales. Aun así, es preferible evitar su consumo en caso de intolerancia a la fructosa. La porción sugerida es de 15 a 20 uvas. Se pueden consumir solas o añadidas en yogures o ensaladas.

8. Jugo de pasto de trigo

El jugo de pasto de trigo (Triticum aestivum) es bastante popular entre quienes buscan remedios para ayudar a los riñones a limpiar el cuerpo. Reconocido por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, inmunomoduladoras, diuréticas y antibacterianas, es un coadyuvante para optimizar la función renal.

Se destaca por ser una fuente importante de nutrientes como las vitaminas A, C y E, minerales como el magnesio y el potasio, además de clorofila. Estos no solo inciden de forma positiva en los procesos que ayudan a filtrar los desechos, sino que protegen las células y ayudan a modular la inflamación.

En los sistemas de medicina natural y complementaria, se sugiere que esta bebida ayuda a la prevención de cálculos renales y de infecciones urinarias. No obstante, no hay suficientes estudios clínicos en humanos que lo respalden.

La cantidad diaria recomendada es de 50 a 200 mililitros de jugo de pasto de trigo al día. Se recomienda iniciar con una dosis bajas y aumentarla de forma gradual. No es apto para personas con sensibilidad al gluten.

9. Cola de caballo

La cola de caballo se conoce como un remedio diurético y remineralizante. Su alto contenido de silicio la convierten en una aliada para fortalecer los tejidos conectivos de los riñones y, a su vez, mejorar su función. Al promover un aumento del flujo urinario (diuresis), facilita el proceso que elimina los desechos filtrados por los riñones. Asimismo, resulta útil contra la retención de líquidos.

Pese a estos beneficios, no debe ser utilizada por personas que tengan enfermedades renales. Su consumo puede aumentar el potasio a niveles peligrosos en estos contextos. Además, no es aconsejable extender su ingesta por más de 6 semanas; en exceso, aumenta el riesgo de déficit de vitaminas B.

A menudo, la planta se toma en forma de infusión (3 gramos de la planta seca por cada 250 mililitros de agua caliente). También está disponible en forma de suplementos como cápsulas, polvo y tinturas (consultar dosis y forma de consumo en la etiqueta).

10. Raíz de diente de león

La raíz de diente de león es conocida en la medicina complementaria por sus cualidades diuréticas y por sus efectos prometedores para la salud renal. Si bien la evidencia en humanos de estas propiedades son aún limitadas, la infusión y los suplementos de esta planta se utilizan como aliados contra la retención de líquidos, la prevención de cálculos renales y la disminución de la inflamación.

No se recomienda si ya hay una enfermedad renal diagnosticada o si se están tomando medicamentos diuréticos. Es importante consultar al médico antes de ingerirla de forma regular. La forma habitual de consumo consiste en infusionar 3 gramos de raíz seca por cada 250 mililitros de agua caliente.

11. Jugo de granada

El jugo de granada es uno de los remedios naturales que promueven la salud renal debido a su alto contenido de sustancias antioxidantes. En concreto, es fuente de flavonoides y ácido elágico, que tienen un efecto protector renal contra el daño celular causado por el estrés oxidativo y la inflamación.

Estas propiedades, y su capacidad para reducir el nivel de acidez de la orina, también ayudan a evitar la formación de cálculos renales. Si bien faltan estudios clínicos en humanos, se considera seguro y nutritivo. De ahí que pueda integrarse en la dieta sin ningún problema.

La mejor forma de aprovecharlo es consumir el jugo fresco, sin azúcares añadidos. Uno o dos vasos al día es suficiente.

12. Jugo de limón

En la cultura popular, los remedios con zumo de limón se han utilizado para impulsar a los riñones a cumplir sus funciones sin dificultad. Su contenido de vitamina C y polifenoles se vinculan a su capacidad para proteger a estos órganos contra el estrés oxidativo y la inflamación. Además, debido a su contenido de citrato, se sugiere como candidato para prevenir la formación de piedras de oxalato.

Por ahora, no hay suficiente evidencia clínica que respalde estas propiedades; estas se soportan en gran medida con datos anecdóticos. Aun así, ingerir agua con zumo de limón se considera seguro y, en general, supone una buena opción para hidratarse. Solo debe evitarse en caso de sensibilidad al ácido cítro o si hay sospecha de enfermedad renal.

13. Hibisco

El hibisco (Hibiscus sabdariffa L.), también llamado flor de Jamaica, contiene compuestos como los flavonoides y los ácidos orgánicos que se asocian a la protección del sistema renal. Debido a sus efectos diuréticos y antioxidantes, su ingesta promueve una óptima eliminación de los desechos filtrados por los riñones.

En modelos animales, la suplementación con esta planta exhibió potencial como nefroprotector. Esto se debe a que mejora el perfil lipídico y reduce la tasa de filtración glomerular. Asimismo, se sugiere que los antioxidantes de la planta protegen los riñones contra el daño celular inducido por los radicales libres.

Para preparar este remedio, agrega unos 3 gramos de flores secas por cada 250 mililitros de agua caliente. Deja reposar alrededor de 10 minutos, cuela y bebe.

14. Cúrcuma

La cúrcuma es uno de los ingredientes más utilizados en los remedios adyurvédicos. Su principal compuesto activo, la curcumina, ha sido motivo de estudio a lo largo de los años. En lo que a salud renal se refiere, esta sustancia ha mostrado ser un candidato prometedor para reducir el riesgo de daño y disfunción renal.

Adicional a ello, ayuda a una función renal óptima al proteger estos órganos de los daños causados por el estrés oxidativo y la inflamación. En todo caso, conviene considerar que las investigaciones han estudiado a la curcumina en sí, y no tanto a la cúrcuma en su forma natural.

Tomar demasiada cúrcuma puede incrementar los niveles de oxalato de calcio en el cuerpo, con un consecuente aumento del riesgo de cálculos. Es clave su ingesta moderada, solo a modo complementario. Se puede añadir en polvo en batidos, infusiones, sopas y guisos. También está disponible como suplemento, pero se recomienda su ingesta solo bajo supervisión médica.

No hace falta limpiar los riñones, pero sí cuidarlos

Más que «limpiar los riñones», los remedios aquí citados son un complemento natural y saludable para promover una buena función renal. Hay que tener presente que los riñones no necesitan una limpieza, ya que están diseñados para filtrar y eliminar de forma eficiente los desechos como parte de sus funciones normales.

No es cierto que los riñones se sobrecarguen de toxinas o compuestos dañinos en el día a día; de ser así, sería necesaria la intervención médica. En cambio, sí es verdad que los malos hábitos pueden perjudicar su funcionamiento e impedir que cumplan de forma óptima su papel en el sistema excretor.

Por lo tanto, además de probar remedios para apoyar su función, es imprescindible adoptar una alimentación sana y balanceada, hacer actividad física, controlar los niveles de glucosa en sangre, mantener un peso saludable, evitar el consumo de alcohol, tabaco y drogas, asegurar una ingesta óptima de líquidos y, en general, tener un estilo de vida saludable. En última instancia, si hay sospechas de un mal funcionamiento renal o de enfermedad, lo mejor es acudir al médico.


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