9 ejercicios recomendados para tratar las varices

El ejercicio es la vía más eficaz para combatir la aparición de varices, aunque también es fundamental mantener una dieta sana y equilibrada, así como evitar el exceso de sal y grasas.
9 ejercicios recomendados para tratar las varices
Carlos Fabián Avila

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2023

Las várices son dilataciones de las venas que dificultan la circulación de la sangre a través de ellas. Es muy común que las personas, principalmente mujeres, que día a día trabajan tras un escritorio las padezcan, debido a la falta de movimiento que suele ocasionar este tipo de empleo. Uno de los tratamientos más recomendados es realizar ciertos ejercicios que ayudan a tratar las varices.

Consideradas como la afección circulatoria más común luego de la hipertensión, las várices se generan principalmente por estar mucho tiempo de pie o sentado. Yendo más allá de la parte estética, si las varices no son tratadas pueden llegar a causar problemas de salud graves, como trombosis o úlceras.

Los mejores ejercicios para tratar las várices

Venas várices
Las varices son venas de aspecto abultado que guardan relación con la insuficiencia venosa. Para tratarlas es necesario hacer ajustes en el estilo de vida.

Las varices son un problema de salud cuyas causas más frecuentes son la edad, los cambios hormonales —sobre todo en la mujer—, el sobrepeso, los problemas de circulación congénitos o el permanecer demasiado tiempo de pie o sentado en la misma posición, según detalla una publicación de MedlinePlus.

La importancia de estos factores es ratificada además por un estudio publicado por Annals of Epidemiology. Asimismo, esta investigación ofrece el curioso dato de que este problema es más común en países occidentales… ¿Producto de un estilo de vida poco saludable, quizás?

Precisamente, el sobrepeso es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades venosas, según detalla un estudio publicado por European Journal of Vascular and Endovascular Surgery. Por ende, el cambio de hábitos se vuelve fundamental al iniciar el tratamiento.

La actividad física es una de las vías más eficaces para evitar la aparición o, en su defecto, reducir las varices. Hacer ejercicio ayuda a fortalecer los músculos de las piernas y favorece la circulación sanguínea, tal y como indica un artículo de Manual Merck.

No hace falta llevar a cabo un entrenamiento intenso y riguroso; basta apenas con rutinas fáciles que se pueden llevar a cabo en casa sin necesidad de ninguna máquina en especial.

1. Pedaleo

Este es un ejercicio bastante utilizado para el tratamiento de las varices. Consiste en hacer el simulacro de que se está pedaleando una bicicleta en el aire.

Puedes hacerlo en la cama o en una estera para yoga. Pedalea unas 30 veces y repite todo lo que quieras, eso sí, con descanso entre cada sesión. Si eres principiante en el ejercicio físico, puedes comenzar con menos repeticiones e ir aumentando progresivamente.

2. Bicicleta

Mujer haciendo bicicleta estática en casa.

Relacionado con el punto anterior, encontramos la bicicleta, pero la real. Este es un ejercicio excelente para todo el cuerpo, pero en especial para las piernas.

En primer lugar, puedes hacerte el hábito de salir todos los días al parque o a hacer las compras en bicicleta; estarás haciendo ejercicio sin saberlo. Además, puedes ir con otro miembro de la familia o una amiga.

Por último, si no te apetece mucho salir a un parque y prefieres estar en tu casa, puedes optar por las bicicletas estáticas, que cumplirán la misma función que una común, pero sin el disfrute del aire libre.

3. Separación de piernas

Este tercer ejemplo de ejercicio para tratar las varices se puede hacer sentada en una silla o alfombra o directamente en la cama. Al principio quizás sea un poco difícil, porque requiere de algo de fuerza, pero con el tiempo irás fortaleciendo las piernas y no te resultará tan complicado. Los pasos que debes seguir son estos:

  • Levanta las piernas y llévalas de arriba hacia abajo, juntando la punta de los pies.
  • Puedes intentar hacer 20 repeticiones de este ejercicio, aunque todo dependerá de tu condición física.

4. Giros

Para llevar a cabo este ejercicio, en primer lugar recuéstate en una estera para yoga, alfombra o cama y levanta una pierna. Después, con la pierna que está estirada, haz movimientos en el sentido de las agujas del reloj. Realiza unos 20 giros y luego repítelo con la otra pierna, pero en el sentido contrario.

5. Flexiones talón-punta

Al igual que los anteriores, este ejercicio es bueno para la circulación. Por lo tanto, si sufres de calambres, puedes hacerlo todas las noches antes de dormir o bien en la mañana, después de levantarte. Es recomendable hacerlo sentado.

  • Apoya los talones en el piso y levanta la punta de los pies.
  • Baja la punta de los pies y sube los talones.
  • Repite 20 o 30 veces.

6. Flexiones de los dedos de los pies

Este ejercicio para tratar las varices es bastante similar al anterior; se suele recomendar popularmente para mejorar el retorno venoso, además de que ayuda a tonificar los músculos de las pantorrillas. Se realiza de la siguiente manera:

  • Acuéstate en la cama o sobre una alfombra en el piso y extiende las piernas.
  • Después, flexiona los dedos hacia adelante y hacia atrás; repite unas 20 veces con cada pierna.


7. Pies juntos

Esta penúltima alternativa entre los ejercicios para tratar las varices la puedes hacer sentada o acostada, como más cómodo te resulte. Consiste simplemente en unir y separar repetidamente la punta de los pies; repite el ejercicio 20 veces.

8. Puntillas o talones

Hombre haciendo yoga de puntillas.

Si bien no es un efecto probado científicamente, hay quienes dicen que andar de puntillas o de talones contribuye a estirar los músculos y evitar los espasmos. Puedes permanecer en un mismo sitio o caminar de puntillas o con los talones. Repite esto todas las veces que quieras y descansa entre cada sesión.

9. Caminar, correr o hacer natación

Todas las actividades mencionadas ayudan a contraer los músculos de las piernas, lo que favorece a la circulación sanguínea y alivia los síntomas de las várices. En el caso de las caminatas, se ejerce presión sobre la planta de los pies y acelera la frecuencia cardiaca, mejorando la circulación.

Por su parte, la natación ejerce un doble efecto beneficioso, por lo que es uno de los mejores ejercicios para tratar las várices. Esto se debe a que el agua ejerce una presión adicional a la contracción de los músculos de las piernas, permitiendo que la sangre fluya de forma más eficiente.

Consulta con el médico antes de ejercitar para tratar las varices

Más allá de los beneficios de la actividad física, si las varices que presentas son muy pronunciadas y en gran cantidad, es recomendable que consultes con un médico. El profesional evaluará tus síntomas y, con base en ello, te recetará algún tipo de medicación y una rutina de ejercicios especial.

Muchas veces, las personas con varices tienden a sufrir calambres o espasmos, asociados al problema circulatorio que esta patología conlleva. Los ejercicios para tratar las varices mencionados ayudarán a aliviar las dolencias y, por supuesto, a tener unas piernas más tonificadas y atractivas.

Por su parte, es importante saber que no todos los ejercicios son buenos para las várices. Resulta conveniente evitar aquellos en los que exista contacto físico, saltos continuos o un esfuerzo físico notable. Dentro de los deportes que conviene evitar destacan los siguientes:

  • Futbol.
  • Rugby.
  • Baloncesto.
  • Voleibol.
  • Levantamiento de pesas.


Hábitos para complementar los ejercicios para tratar las várices

Más allá de los incuestionables beneficios de la actividad física para prevenir y tratar las varices, es preciso también seguir un estilo de vida saludable para reducir las probabilidades de sufrir esta patología.

En este sentido, los profesionales de Mayo Clinic recomiendan evitar el sobrepeso, no usar prendas ajustadas y no pasar largos períodos de tiempo sin movilizar las piernas. No olvides que estas costumbres también te beneficiarán en la salud general, ¡así que es muy recomendable aplicarlas!


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