8 ventajas y desventajas del aburrimiento, ¿sirve para algo?
Sentir aburrimiento es una sensación desagradable que todos hemos experimentado en algún momento. En ocasiones, puede sentirse como apatía, hastío y desgana. En otras, como frustración por no saber hacia dónde dirigir nuestra energía.
Pese a que normalmente tratamos de deshacernos de esta emoción lo más pronto posible, lo cierto es que puede aportarnos ciertos beneficios si sabemos cómo aprovecharla. Por ello, queremos hablar de las ventajas y las desventajas del aburrimiento.
Cabe mencionar que no todas las personas tienen la misma tolerancia al aburrimiento. Para algunas no supone mayor problema, mientras que otras necesitan frenéticamente encontrar algo que los estimule en cada momento.
Además, es necesario diferenciar el aburrimiento puntual de la sensación de desinterés generalizada durante largos periodos de nuestra vida. En cualquier caso, estas son algunas de las ventajas e inconvenientes de esta sensación.
Desventajas del aburrimiento
Comencemos por los aspectos menos positivos y más desagradables del aburrimiento. Aquellos que con más frecuencia percibimos y por los que deseamos librarnos de ese sentimiento.
Menor rendimiento
El aburrimiento no solo se produce cuando estamos sin hacer nada, también puede aparecer ante tareas que no nos motivan, que resultan monótonas y poco desafiantes. Si nos aburrimos fregando los platos, no hay mayor problema.
Ahora bien, si es un proyecto personal o laboral el que nos causa tal desinterés, lo más probable es que terminemos realizando un desempeño mediocre y rindiendo por debajo de nuestras posibilidades.
Sensación de inutilidad y estancamiento
Para algunas personas aburrirse resulta sumamente perturbador porque sienten que están perdiendo un tiempo muy valioso. Se trata de aquellos individuos que no se permiten descansar, que no saben relajarse y consideran que han de ser constantemente productivos.
Esta actitud, por supuesto, resulta dañina pues todos necesitamos periodos de ocio y descanso. Sin embargo, es cierto que el aburrimiento puede ser una señal de falta de metas, de ambición y de curiosidad. Alguien con intereses variados y afán por aprender y superarse raramente siente esa apatía.
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Síntoma de estrés
Por contradictorio que parezca, en ocasiones el aburrimiento es un indicativo de que la persona está enfrentando un gran estrés. Cuando hay algún aspecto que ocupa nuestra mente y nos preocupa en exceso, no logramos desconectarnos de él y conectarnos con la alegría de la vida, la gratificación y la motivación.
Del mismo modo, incluso una tarea agradable puede resultarnos aburrida si la enfrentamos bajo una gran presión. Un proyecto que en un inicio nos motivaba, si hemos de desempeñarlo sin tiempo suficiente o sin los recursos necesarios, puede volverse tedioso.
Posible trastorno del estado de ánimo
Por último, si esta sensación de apatía y hastío se vuelve crónica y constante, es probable que exista de fondo algún trastorno del estado de ánimo, como la distimia o un episodio depresivo. Estos nos impiden encontrar y disfrutar de los reforzadores del ambiente y nos sumergen en una profunda falta de interés y una incapacidad para disfrutar.
Ventajas del aburrimiento
Ahora bien, pese a lo desagradable que puede resultar el aburrimiento, este puede convertirse en nuestro aliado en determinados momentos. De hecho, nos permite llevar a cabo procesos importantes para nuestro bienestar personal. Entre los principales, se encuentran los siguientes.
Creatividad y curiosidad
Una de las principales ventajas del aburrimiento es que nos estimula a desarrollar la creatividad y a potenciar nuestras cualidades y habilidades. En ese espacio vacío, encontramos la oportunidad de imaginar, de crear, de pensar diferente y atrevernos a lo nuevo.
Introspección y contacto con uno mismo
El aburrimiento nos deja a solas con nosotros mismos y es precisamente esto lo que resulta tan angustiante para muchas personas. No obstante, si nos atrevemos a aprovechar la oportunidad, podremos desarrollar un sano ejercicio de introspección que nos ponga en contacto con nuestras emociones, nuestros miedos y nuestros deseos. Esto nos permitirá conocernos mejor y entender qué necesitamos.
Reflexión y establecimiento de metas
Al hilo de lo anterior, los momentos de aburrimiento son también ideales para detenernos por un momento, recapitular sobre lo que venimos haciendo y establecer nuevas metas. Mientras estamos sumergidos en la vorágine diaria, actuamos como autómatas, siguiendo la corriente. Sin embargo, al frenar por un tiempo podemos hacer un balance de nuestra vida y decidir cuáles serán nuestros siguientes pasos.
Descanso y desconexión
Por último, no podemos olvidar que esos momentos en los que «no hacemos nada» son sumamente necesarios y valiosos. El cuerpo y la mente necesitan descansar, liberarse de obligaciones y compromisos, y, simplemente, reponerse para poder continuar.
Una actividad frenética no es sana para nadie. Todos requerimos espacios de ocio, de esparcimiento y de silencio. Lo que algunos consideran aburrimiento es, en realidad, la oportunidad para liberar tensiones y permitirnos ser, aquí y ahora.
Aprovecha las ventajas y desventajas del aburrimiento a tu favor
Ahora que conoces algo más sobre las ventajas y desventajas del aburrimiento, tal vez cambie tu percepción del mismo. Quizás a partir de ahora entiendas que necesitas un cambio en tu vida para recuperar la motivación y volver a conectar con los aspectos más gratificantes e interesantes de la misma.
O tal vez descubras que es momento de parar y dejar de exigirte productividad constante. El aburrimiento no siempre es un enemigo; de hecho, en muchas ocasiones es un mensajero. Solo hemos de aprender a escucharlo.
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