¿Qué es el acoso psicológico y cuáles son sus consecuencias?

El acoso psicológico es una problemática difícil de detectar, cuyas consecuencias pueden comprometer severamente el bienestar de la persona que lo sufre. Es importante saber reconocerlo.
¿Qué es el acoso psicológico y cuáles son sus consecuencias?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 17 agosto, 2023

Se considera acoso psicológico a toda conducta abusiva, intencionada y reiterada que atenta contra la dignidad o integridad psíquica y física de una persona. La mayoría de las veces es un problema que pasa desapercibido para los demás, excepto para la víctima.

Este tipo de maltrato puede darse en cualquier ámbito de la vida, como el trabajo, la escuela o la familia. Además, puede comprometer el bienestar de la persona. Dicho esto, es importante aprender a reconocer las conductas con el fin de evitar su propagación e intervenir cuando sea necesario.

¿Qué es el acoso psicológico?

También llamado acoso moral, hace referencia a la dinámica en la que una persona (o grupo de personas) le infringe daños psicológicos a otra de forma intencional, persistente y deliberada. Este maltrato se manifiesta mediante comentarios, actitudes y manipulaciones, sin recurrir a la agresión física.

El objetivo del acosador, más que molestar, asustar o desagradar a la víctima, es hacerla dudar de sí misma y debilitar su razón. Según el psiquiatra José Luis Gonzales de Rivera, las acciones del acosador son las siguientes:

  • Amenazar, criticar, poner en ridículo, acechar o perseguir a la víctima.
  • Inducir en la otra persona sentimientos displacenteros, como miedo, preocupación, inseguridad, confusión, desánimo.
  • Interferir en los procesos mentales de la víctima, dificultar la realización de sus actividades o tareas, sobrecargarla con exigencias y expectativas que no puede cumplir.

Tipos de acoso psicológico

El acoso psicológico puede producirse en todos los ámbitos de relación humana, como la familia, la pareja, la escuela o el trabajo. De esta manera, se han clasificado diferentes tipos, según las circunstancias en que se presente y las intenciones latentes.

Acoso escolar (bullying)

Se trata del maltrato deliberado, sistemático y persistente de uno o más estudiantes sobre otro. Las agresiones pueden ser físicas (ejercicio de la fuerza y generación de dolor) o verbales (humillación, ridiculización, difamación, amenazas, agresión por redes sociales).

Bullying a un niño en la escuela.
Las prácticas de acoso psicológico en la escuela han determinado la formación de gabinetes especializados en las instituciones para atender el problema.

Acoso laboral o mobbing

Consiste en actitudes hostiles, frecuentes y repetidas en el lugar de trabajo. Estas pueden ir dirigidas contra uno o varios empleados y son emitidas por sus superiores o colegas.

El objetivo es intimidar, amedrentar, someter, doblegar o librarse del trabajador consumiéndolo emocional e intelectualmente. Algunas manifestaciones del acoso laboral son las siguientes:

  • Desvalorizar el esfuerzo o éxito profesional.
  • Realizar criticas o reproches por cualquier acción o decisión que toma el trabajador.
  • Humillar en público.
  • Forzar a la victima a realizar trabajos en contra de su ética.
  • Prohibir a los demás trabajadores hablar con la persona.
  • Ignorarlo.
  • Acusar sin base.

Acoso sexual

Según la Asociación Americana de Psicología, este tipo de acoso implica conductas de naturaleza sexual que no son bienvenidas o que se consideran ofensivas. Las acciones pueden manifestarse en diferentes niveles, pudiendo ser leves o molestas hasta peligrosas.

Asimismo, el acoso sexual no solo se limita a un hostigamiento psicológico, sino que también puede dar lugar a la agresión física en una segunda instancia.

Ciberacoso

También llamado acoso virtual, es aquel en el que el acosador se presta de los medios digitales para humillar o hacer sentir incómoda a la persona. Puede manifestarse de múltiples formas, como envío de mensajes insultantes, groseros o amenazantes, divulgación de información personal; difusión de rumores o publicación de fotos privadas.

Acoso inmobiliario

Consiste en la manifestación de conductas de hostigamiento por parte de los propietarios de una vivienda o inmueble para lograr que los inquilinos decidan abandonar la propiedad o cancelar el contrato prestablecido.

Causas del acoso psicológico

Las causas del acoso psicológico son diversas y dependen de las características de las personas implicadas y las circunstancias. Entre las más frecuentes están las siguientes:

  • Sentimientos de celos y envidia por parte de los acosadores hacia la víctima.
  • Las relaciones de poder en las que el acosador busca demostrar su dominio o superioridad a través del maltrato.
  • Ideologías que fomentan la intolerancia y supremacía de unas personas sobre otras, trayendo como consecuencia el racismo, la xenofobia o el sexismo.
  • Rasgos patológicos en la personalidad del acosador.
  • Competitividad o rivalidad dentro de las organizaciones.

Consecuencias del acoso psicológico

El acoso psicológico puede tener una repercusión grave en el bienestar e integridad de la víctima. Entre las afecciones más comunes se encuentran la ansiedad, el estrés, el aislamiento, la irritabilidad, la culpa, la depresión, las adicciones, la pérdida de autoestima, el insomnio y los cambios en el estado de ánimo. Un punto grave es la ideación suicida.

Por su parte, cuando las conductas de acoso se prolongan en el tiempo es probable que la persona desarrolle los siguientes trastornos:

  • Estrés postraumático: caracterizado por una hipervigilancia continua y la rememoración constante e intrusiva de las situaciones traumáticas de abuso. En este caso, los niveles de estrés y tensión son excesivos. Además, se produce una evitación de los estímulos relacionados.
  • Ansiedad generalizada: consiste en la preocupación y rumiación excesiva y continua sobre diversos ámbitos de la vida.
  • Adaptación: experiencia de un malestar intenso desproporcionado a la gravedad o intensidad del factor estresante. Esto causa un deterioro significativo en diferentes ámbitos de la vida, como el laboral y el social.
  • Depresión: estado de ánimo tiste, sentimiento de vacío, culpa, irritabilidad, así como la manifestación de cambios somáticos y cognitivos que afectan la funcionalidad de la persona.
Mujer con depresión.
La depresión es un trastorno que puede aparecer como consecuencia del acoso psicológico, derivando en problemas más graves, como la ideación suicida.

¿Cómo afrontarlo?

En casos de acoso psicológico es necesario tomar las medidas y acciones necesarias para evitar sus consecuencias devastadoras. Si es necesario, se deberá recurrir a la denuncia ante entidades competentes. Algunas medidas de afrontamiento son las siguientes:

  • Ofrecer y exigir un trato basado en el respeto. Ninguna situación justifica el maltrato o la humillación. Se debe dar a entender con firmeza que no permitirás ser objeto de malos tratos.
  • Procurar que todas las comunicaciones sean directas y sin ambigüedades. En caso de que ocurran insinuaciones o indirectas, pide aclaraciones y precisiones para evitar malos entendidos en un futuro.
  • Mostrar firmeza y actuar de forma asertiva. Es importante expresarse de forma clara, sin caer en la impulsividad y sin temer la reacción del otro. El conflicto, a veces, es inevitable, pero esto no significa que tiene que ser violento.
  • Evitar sentirse culpable. Los malos tratos de los demás nunca está justificados y tampoco eres el responsable de ello.
  • No aislarse. Esto empeorará la situación. Busca ayuda en tu círculo de confianza y expresa cómo te sientes. También es válido buscar apoyo profesional.

No siempre es claro el acoso, pero debemos estar atentos

Hay que tener presente que la distinción entre los tipos de acoso no se presenta de forma tan tajante en la realidad. Por ejemplo, existe el acoso sexual dentro del ambiente laboral o el ciberacoso escolar. Asimismo, el psicológico puede ir acompañado de agresión física.

Por otro lado, recalcamos la importancia de asumir un rol activo ante la presencia de esta violencia. Es esencial evitar la pasividad. Mientras más avance el hostigamiento, más difícil va a ser solventarlo y más graves serán las repercusiones en la víctima. Cuando las circunstancias empeoran es necesario buscar ayuda profesional, tanto psicológica como legal.


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