Adicción a la tecnología: causas y formas de evitarla

La adicción a la tecnología se expresa a través de la incapacidad de controlar el uso de los dispositivos. ¿Cómo afrontarla? Descubre algunas recomendaciones.
Adicción a la tecnología: causas y formas de evitarla
Maria Fatima Seppi Vinuales

Revisado y aprobado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales.

Última actualización: 25 mayo, 2023

¡Pero qué exageración! ¡Hablar de adicción a la tecnología, al móvil! ¡Ya ni se puede usar el móvil porque te consideran adicto!… Estas frases se escuchan a diario y, quizás, has sido protagonista de algunas de ellas. Lo que sucede es que la tecnología funciona casi como una extensión del cuerpo; representa un apoyo importante para diferentes actividades, y gran parte del tiempo se tienen a mano los dispositivos tecnológicos.

Ahora bien, no quiere decir que haya que demonizarla. Cuando su uso es oportuno y moderado, en realidad aporta numerosos beneficios. ¿Acaso no es más fácil llegar a algún lugar consultando con el celular, en lugar de llevar un plano dibujado? Por supuesto que sí.

El inconveniente ocurre cuando los dispositivos y la conexión a estos se convierte en el centro de la vida. Cuando no hay un control y su uso es excesivo. En dichos casos, se dice que hay una adicción, ya que se desarrolla una incapacidad de «pensar sin ella». ¿Cómo identificarlo? ¿Qué hacer para afrontarlo? En esta ocasión, lo detallamos.

¿Qué es la adicción tecnológica?

Como cualquier otra adicción, se dice que existe adicción tecnológica cuando una persona tiene dificultades para controlar el uso o la necesidad de valerse de cualquier dispositivo de este tipo. En consecuencia, aparece la ansiedad, el estrés, la irritabilidad, entre otras reacciones.

Si bien no hay una postura unificada, este tipo de acción hace parte de las «adicciones comportamentales». En estos casos, no se trata de la dependencia de una sustancia, sino que se presentan patrones conductuales que generan y mantienen la adicción.

Incluso, es el propio cuerpo el que empieza a producir más sustancias como la dopamina para sentirse bien. El inconveniente es que cada vez necesita de mayor refuerzo y gratificación para lograrlo.

Por su parte, autores como Echeburúa, Labrador y Becoña (2009) mencionan que una adicción comportamental puede ser entendida en un sentido amplio, con los siguientes elementos:

  • Pérdida de control.
  • Establecimiento de una relación de dependencia.
  • Tolerancia, que implica la necesidad progresiva de mayor tiempo y dedicación.
  • Interferencia y deterioro grave en la vida cotidiana.

Dicho de otro modo, no se trata de la conducta en sí (por ejemplo el uso del celular), sino de la relación que se establece con el aparato tecnológico.

¿Qué es la adicción tecnológica?
Se habla de adicción a la tecnología cuando la persona es incapaz de controlar la necesidad de usar todo el tiempo los dispositivos tecnológicos.

Causas de la adicción a las tecnologías

Cuando hablamos de las causas de la adicción, es imposible establecer una sola. Se debe pensar en relaciones multicausales entre diferentes factores, que van desde la predisposición psicológica hasta factores vinculados a lo social y lo personal.

Sin embargo, no hay que perder de vista que la tecnología y los videojuegos están diseñados para ser de impacto, para encantar. Por lo cual, allí ya hay un primer obstáculo para sortear. Bajo actos, en principio inofensivos, como jugar videojuegos, puede desarrollarse una adicción cuyo abordaje suele ser muy posterior a su inicio, justamente por su normalización.

¿Cómo afecta la adicción a la tecnología a las personas?

La adicción a la tecnología produce diferentes efectos en la vida de las personas, pues provoca un deterioro no solo a nivel de la salud, sino también en las relaciones interpersonales. Algunas de estas consecuencias son las siguientes:

  • Afectación del sueño, como problemas para dormir o insomnio.
  • Dificultades para sostener la atención y concentrarse. Distracciones.
  • Dificultades a nivel de la memoria. Como la persona no presta real atención a las situaciones, pues está pendiente de la tecnología, tiene dificultades para registrar y recordar la información.
  • Ansiedad e hiperestimulación.
  • Dificultades para socializar y para comunicarse. 
  • Cambios en los estados de ánimo. Se presentan irritabilidad y mal humor cuando otra persona le comenta acerca de su adicción, o cuando no puede acceder al uso de la tecnología.
  • En algunos casos, se presenta la nomofobia, que es el temor irracional a quedarse sin el móvil o no poder usarlo.
  • No normalizar el uso prolongado y a deshora de la tecnología.


Cómo se puede evitar la adicción a la tecnología

Hay algunas estrategias que permiten controlar la adicción a la tecnología. No obstante, hay que considerar que muchas veces es necesario buscar ayuda profesional. A continuación, detallamos varias recomendaciones.

  • Limitar los horarios de uso. Por ejemplo, se pueden programar alarmas que indiquen cuándo es hora de desconectarse del celular o en qué momento se supera cierta cantidad de uso.
  • Realizar otras actividades que no impliquen el uso de tecnología. Por ejemplo, algún deporte, una clase de baile, etcétera.
  • Buscar reemplazos para el uso de tecnología. Es común usar el celular para ver la hora, pero muchas veces esa simple acción es el disparador para empezar a chequear correos o mirar las notificaciones del WhatsApp. En este caso, por ejemplo, es conviene evitar el uso del celular y reemplazarlo por un reloj.
  • En el hogar, hay que establecer algunas reglas de uso de la tecnología y procurar que todos las cumplan. Por ejemplo, en la cena no se puede usar el dispositivo o no se puede mirar televisión.
  • Especialmente a partir de la pandemia, muchas actividades se «fusionaron» en un solo sitio, la casa. Por eso, muchos empezaron a emplear el smartphone y la computadora para trabajar hasta en horas de almuerzo. Hay que evitar estos hábitos y hacer pausas entre las actividades. 
Cómo se puede evitar la adicción a la tecnología
Para reducir la adicción a la tecnología es conveniente respetar los espacios de cada actividad. Por ejemplo, evitar el uso de dispositivos durante las comidas.

La evitación no es la solución

Hay quienes dirán que no usan celular ni se valen de tecnología porque no quieren quedar «enganchados» o «volverse adictos» a estos aparatos. Sin embargo, esto tampoco es lo recomendable porque se trata de una estrategia de evitación, en lugar de afrontamiento.

Es decir, en lugar de aprender a regularse, se huye del potencial estímulo perjudicial. De este modo, lejos de resultar fortalecedor, la persona se vuelve más vulnerable a ser incapaz de enfrentar situaciones en donde deba establecer límites y ejercitar el autocontrol.

Una vez más, la tecnología no es la causa de todos los males, ni tampoco es la única causa de la adicción. Es importante tener una mirada más amplia del problema para poder pensar en mejores estrategias de uso.


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