Alergia al frío: síntomas y recomendaciones

Escrito y verificado por la médica Elisa Martin Cano

Escrito por Elisa Martin Cano

Última actualización: 24 abril, 2024

La alergia al frío, mejor conocida como urticaria por frío, hace referencia a una reacción que sufre la piel tras someterla a ambientes de baja temperatura. Como otras alergias, se caracteriza por causar ronchas, enrojecimiento y picor en las zonas afectadas.

¿Cómo reconocer esta condición? ¿Cuáles son sus síntomas? Hay quienes han tenido este problema, pero no saben de qué se trata. Para resolver estos interrogantes, a continuación detallamos más al respecto.

¿Qué es la alergia al frío?

Como su nombre lo indica, es una reacción del organismo a las bajas temperaturas. Aparece minutos u horas después de la exposición al frío y ocurre, sobre todo, en adultos jóvenes. Por ahora, se desconoce cuál es su causa exacta; sin embargo, se asocia a factores genéticos, virus u otras enfermedades.

Lo que ocurre es que las células de la piel son muy sensibles al frío. Cuando están expuestas a este, el organismo envía señales para producir histamina y otras sustancias químicas que son las causantes de las reacciones alérgicas.

Las personas con alergia al frío suelen desarrollar ronchas, comezón e irritación en la piel tras exponerse a bajas temperaturas.

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Síntomas de la alergia al frío

La sintomatología de las personas con alergia al frío puede variar entre unos y otros. Hay quienes tienen cuadros leves, mientras que otros lo padecen de forma crónica. Esto depende, en gran medida, de la cantidad de histamina que se libere en el organismo. Algunos síntomas frecuentes son los siguientes:

• Urticaria en las zonas que han estado expuestas al frío. Esto son ronchas rojas que aparecen durante menos de 24 horas y que producen mucho picor.
• No es necesario que sea exposición al frío ambiental. En ocasiones, al tocar objetos fríos, es posible que las manos aparezcan hinchadas. Además, también puede ocurrir lo mismo en la boca y los labios al beber líquidos fríos.

Estos síntomas suelen durar alrededor de dos horas. Sin embargo, hay ocasiones en los que se libera más histamina y el brote es más grave. Esto suele ocurrir cuando la exposición al frío ocurre en todo el cuerpo a la vez. Un ejemplo puede ser al sumergirse de manera repentina en agua fría. En estas ocasiones, se puede producir esta reacción alérgica.

Las reacciones alérgicas en todo el organismo pueden causar hinchazón de garganta y lengua, lo que puede hacer que sea difícil respirar. Además, el corazón se acelera, las piernas se hinchan e incluso se pueden sufrir desmayos. Estos casos requieren la actuación urgente, ya que, al no respirar, se produce un cuadro grave.

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Recomendaciones para evitar la alergia al frío

Como es lógico, para evitar que se desencadene la reacción, es recomendable evitar la exposición al frío en la medida de lo posible. Así las cosas, algunas recomendaciones son las siguientes:

• Evitar bebidas muy frías, así como coger o tocar objetos que también lo estén.
• En épocas frías como el invierno, proteger todo lo posible las partes más expuestas o sensibles. Por ejemplo, utilizando guantes.
• Al acudir a playas o piscinas donde el agua sea fría, en lugar de sumergir de golpe, es necesario introducir el cuerpo poco a poco en el agua e ir observando la reacción, para evitar cambios muy bruscos de temperatura.
• Cuando el diagnóstico esté confirmado, es posible que el médico recete antihistamínicos. Estos se tomarán en ocasiones en las que se prevea que el cuerpo puede dar lugar a al reacción.
• En los casos graves con antecedentes de anafilaxia, es necesario mantener a mano un aplicador de adrenalina para utilizarlo en caso de emergencia.

Alergia al frío: ¿qué debe quedar claro?

Es importante que, ante la aparición de cualquier síntoma relacionado con la exposición al frío, haya intervención de un especialista. Aunque los síntomas no sean graves, se realizará un estudio para descartar otros diagnósticos. 

Una vez establecido el origen de la alergia, es conveniente poner en práctica las recomendaciones dadas con el fin de reducir los brotes. Además, si el médico lo precisa, será necesario ingerir algunos fármacos.