4 alternativas para relajarse en momentos difíciles
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
Nadie está exento de pasar por momentos difíciles o circunstancias desagradables. No obstante, debemos recordar que siempre podemos superarlos. A pesar de que nos cueste visualizar la solución, esta existe y es posible alcanzarla.
La vida se caracteriza por sus altibajos. Si el terreno no tuviese variantes, todo sería extremadamente monótono. Esto no quiere decir que debamos celebrar las dificultades, sino observarlas como una oportunidad de crecimiento o de mejoría.
Todo cambio trae consigo múltiples beneficios. En nosotros está la capacidad de saber apreciarlos. De tal forma que, podemos visualizar los momentos difíciles como el preludio a una nueva forma de tranquilidad. Después de todo, tras la tormenta siempre viene la calma.
Los pensamientos negativos y el pesimismo son nuestros principales enemigos a la hora de enfrentar los momentos difíciles.
Los momentos difíciles y la somatización
Los momentos difíciles no siempre se pueden predecir ni evitar. A pesar de ello, podemos modificar nuestra actitud para reducir su impacto. En otras palabras, no siempre podemos modificar las circunstancias pero sí tomar las riendas del propio bienestar.
Es necesario responsabilizarnos y cuidar de nosotros mismos. De lo contrario, podemos llegar a somatizar los problemas y, por ende, experimentar:
- Contracturas musculares.
- Alteraciones de la piel.
- Problemas digestivos.
- Depresión.
- Insomnio.
- Ansiedad.
- Estrés.
Hacernos responsables por nuestro propio bienestar implica evitar los diálogos interiores nocivos: el victimista, el catastrófico, el autocrítico y el autoexigente. ¿Por qué? porque nos impiden tener una perspectiva clara de cómo actuar y porque nos lastiman de una u otra forma.
Cada vez que nos encontremos en medio de momentos difíciles es necesario detenernos un momento y pensar: ¿De qué me sirve darle vueltas al problema una y otra vez? ¿En qué me beneficia ahogarme? ¿Realmente deseo salir adelante?
Para evitar el enfrascamiento lo más recomendable es enfocar el pensamiento hacia la solución del problema. Puede que no hallemos la solución a la primera oportunidad; sin embargo, no debemos desistir.
Ver también: Inteligencia emocional para momentos difíciles
4 alternativas para superar los momentos difíciles
El objetivo principal de estas alternativas es lograr la relajación. Una mente despejada y tranquila podrá hallar soluciones con mayor facilidad. Además, estas alternativas también ayudan a tener momentos de felicidad, aún en momentos difíciles.
1. Respirar profundamente
La respiración es una de las tareas más importantes en el cuerpo. Por medio de esta se consigue el intercambio gaseoso, a través del cual ingresa el oxígeno al organismo y se expulsa dióxido de carbono.
Se puede regular la respiración para obtener mayores beneficios tanto a nivel biológico como a nivel emocional. Para conseguirlo es necesario adoptar una posición cómoda, disponer de unos minutos y respirar profundamente; es decir, desde el abdomen.
Inhalamos lentamente una gran cantidad de aire, retenemos unos segundos y exhalamos poco a poco. Notaremos como nuestro ritmo cardiaco se regulará y obtendremos una sensación de sosiego.
La respiración profunda ayuda a disminuir la presión arterial, mejora la oxigenación del organismo y, por supuesto, relaja al cuerpo.
2. Escuchar música
En los momentos difíciles la música puede constituir una gran ayuda. Así lo confirman investigaciones como la publicada en 2017 en la revista Perspectives in Public Health. Según este estudio, la música podría asociarse con una reducción de la ansiedad en los adultos jóvenes, una mejora en su estado de ánimo y propósito en los adultos y con el bienestar mental, la calidad de vida, la autoconciencia y el afrontamiento en personas con problemas de salud diagnosticados.
Además, se ha demostrado que la música y el canto son eficaces para mejorar la moral y reducir el riesgo de depresión en las personas mayores. Así, en función de nuestros gustos y personalidad podemos elegir un determinado estilo musical que nos ayude a hacer catarsis.
Anteriormente, existía la creencia de que lo mejor era optar por música clásica o música relajante, no obstante, cada quien puede elegir lo que le resulte mejor.
Por otra parte, también es una buena opción dejarse sorprender por piezas aleatorias en los momentos difíciles. La novedad puede ayudarnos a distraernos y a romper la tensión acumulada.
Lee también: Elige la música según la actividad
3. Meditar
En los momentos difíciles, lo más difícil es controlar el flujo de pensamientos. Un recurso muy recomendado, y muy efectivo, es meditar.
Mediante la meditación podemos desconectarnos del entorno y reponer nuestras energías. De esta manera, hacemos a un lado todo aquello que nos resulte perjudicial y le restamos importancia. Se trata de alejarnos lo suficiente para obtener una perspectiva más clara.
Para meditar no hace falta ir a clases. Todo se trata de suspender la mente durante unos momentos, respirar profundamente y mantenernos en silencio mientras nos concentramos en nuestra propia respiración.
4. Colorear o pintar mandalas
Colorear, pintar o dibujar también es una alternativa para encontrar calma en los momentos difíciles. Al centrar la atención en no salirnos de las líneas, combinar los colores y lograr un trazo bonito, los niveles de ansiedad se reducen. El cerebro trabaja la motricidad fina durante el coloreado.
Un mandala consta de una combinación de diversas figuras superpuestas, algunas abstractas y otras naturales (de animales o flores), dispuestas en un círculo. Existe una gran variedad de mandalas para elegir.
El objetivo de colorear mandalas es liberar la mente y disfrutar la tarea. Lo mejor es que esta actividad puede disfrutarse tanto en momentos difíciles como en cualquier otro momento. De hecho, muchas personas llegan a incluirlo entre sus pasatiempos.
En cualquier caso, resulta complicado lidiar con los momentos difíciles a solas. Por eso te recomendamos buscar ayuda si lo ves necesario, así como recurrir al apoyo social siempre que te sea posible.
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