Anemia: 10 claves para mejorar
Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila
La anemia es una afección en la cual las células del organismo no reciben el suficiente oxígeno. La causa más habitual es la falta de hierro (anemia ferropénica), pero puede estar causada también por algunas enfermedades, por lo que siempre es conveniente acudir al médico.
Para las personas que suelen sufrir anemia ferropénica, presentamos algunos alimentos muy ricos en hierro, así como unos consejos sencillos y efectivos para llevar a cabo diariamente.
¿Qué síntomas puede presentar la anemia?
La anemia ferropénica está causada por la falta de hierro, a menudo debido a la pérdida de sangre o al embarazo. Se trata con pastillas de hierro recetadas por el médico y con alimentos ricos en hierro.
La anemia puede presentar los siguientes síntomas:
- Palidez.
- Dificultad para respirar.
- Sentirse débil o cansado.
- Palpitaciones.
- Dolor de cabeza.
- Problemas de visión.
- Insomnio.
- Mala concentración.
- Mareos.
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¿Qué debemos hacer?
Si tenemos algunos de los síntomas y sospechamos que puede ser anemia, deberemos acudir a un especialista para que realice el diagnóstico e indique el tratamiento.
En muchos casos el médico recetará un suplemento de hierro. Debemos tener precaución con estos suplementos, ya que estos son oxidativos y pueden favorecer lesiones, gastritis y malestar estomacal. Si nos los han recetado, conviene tomarlos siempre junto con vitamina C y consultar al médico si tenemos molestias.
10 consejos sencillos para hacer frente a la anemia
Además de los suplementos de hierro recetados por el especialista, podemos seguir las siguientes pautas para intentar aportar la máxima cantidad de hierro de la manera más natural posible.
1. Jugo de limón
El limón es una fuente excelente de vitamina C, la cual nos ayuda a asimilar mejor el hierro de los alimentos. Aprovecha sus beneficios aliñando las comidas con un chorrito de jugo de limón. Hazlo especialmente con alimentos ricos en hierro, como, por ejemplo, la carne, el pescado o las ensaladas.
2. Vegetales verdes
Las altas cantidades de clorofila que contienen las verduras verdes como las espinacas, el apio, las hojas de mostaza y el brócoli son una buena fuente de hierro. Es mejor consumir espinacas cocidas, ya que crudas las hojas contienen ácido oxálico que puede impedir la absorción del hierro en el cuerpo.
3. Semillas de sésamo
Comer semillas de sésamo es otra gran manera de aumentar la ingesta de hierro, especialmente las semillas de sésamo negro. Podemos remojar las semillas de sésamo en un poco de agua durante dos o tres horas y luego molerlas hasta formar una pasta. Tómala con una cucharadita de miel.
4. Pasas y dátiles
Estos frutos secos ofrecen una combinación de hierro y vitamina C. Esto permite al cuerpo absorber el hierro de forma rápida y eficaz. Podemos incorporar un puñado de pasas y uno o dos dátiles en el desayuno o como tentempié a media mañana. También aportan energía.
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5. Remolacha
La remolacha fresca también puede incorporarse a la dieta de personas con anemia. Existen estudios que sugieren que las remolachas son una fuente natural para preparaciones farmacéuticas con efectos hematopoyéticos y para el tratamiento de la anemia o las afecciones asociadas.
6. Granadas
Las granadas, por su parte, son ricas en hierro y también en otros minerales como el cobre y el potasio. Podemos tomar zumo de granada con regularidad para aumentar los niveles de energía.
7. Evitar los lácteos y el café
Al igual que la vitamina C puede mejorar la absorción del hierro, otros nutrientes pueden interferir en ella. El calcio presente en los productos lácteos y en algunas verduras puede impedir que nuestro organismo absorba el hierro de nuestra dieta; lo mismo ocurre con los compuestos presentes en el té y el café.
8. Regular la menstruación
En las mujeres, las reglas abundantes pueden ser una de las causas de la anemia. En este caso, no hay que preocuparse tanto por ingerir alimentos en hierro, sino por regular el ciclo menstrual. Para ello, lo mejor es acudir al ginecólogo en busca de recomendaciones y pautas a seguir.
9. Suplementos de hierro
Los suplementos de hierro existen en varias formas, como el fumarato ferroso, el sulfato ferroso y el gluconato ferroso. Estos productos proporcionan diferentes cantidades de hierro elemental, y los perfiles de efectos secundarios también pueden ser diferentes.
Si se experimentan efectos secundarios con un suplemento ferroso, consulta con el farmacéutico o médico para que aconseje sobre el cambio de suplementos.
10. Tratar la enfermedad subyacente
En algunas ocasiones, la anemia puede estar relacionada con una enfermedad autoinmune. Si ese es tu caso o bien presentas importantes factores genéticos para padecerla, te conviene evitar o reducir lo máximo posible el consumo de leche y derivados lácteos.
Por último, conviene recordar que es importante consultar con un médico para confirmar la anemia y tener un correcto seguimiento y tratamiento.
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