Año sabático: ventajas y desventajas
Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz
Tarde o temprano, en algún momento de la vida hace falta una pausa. Al salir del colegio, graduarse de la universidad, después de haber trabajado mucho o cuando sea que el cuerpo lo pida. De esa necesidad surgió la idea del año sabático.
Lejos de lo que muchos piensan, este año no es un periodo desperdiciado. Todo lo contrario, puede servir para recuperar el foco.
De hecho, algunos lo usan para ahorrar dinero, ganar experiencia laboral, viajar o realizar algún tipo de labor social. Es una decisión muy personal e importante, por lo que es necesario que conozcas los pros y los contras de hacerlo.
Ventajas de un año sabático
Veamos algunas ventajas conocidas de tomarse un año sabático.
Permite conseguir trabajo
En el caso de aquellos que recién egresaron de la escuela, el año sabático es perfecto para estrenarse en el campo laboral. De esta manera, es más sencillo definir los gustos, las habilidades, las pasiones e intereses. Esto impide cometer el error de entrar a la carrera equivocada.
En este sentido, existen pasantías y programas de voluntariado que dan la oportunidad de experimentar en qué consisten ciertas profesiones. Por otra parte, están los ahorros que puedes obtener trabajando. Dichos ingresos servirán para viajar, pagar la universidad, cancelar préstamos o darte cualquier gusto que tengas pendiente.
Sirve para ampliar el currículo
Tomar un año sabático no significa perder 365 días. A través de un nuevo trabajo o un curso, por ejemplo, la síntesis curricular crecerá.
Además, cada actividad que hagas será útil para moldear tu carácter, pulirte en algún aspecto, fortalecer tu capacidad de trabajo en equipo y mucho más. Inclusive, los viajes al extranjero tendrán peso al solicitar un cupo universitario o un empleo. ¿Lo sabías?
Da tiempo para pensar
¿Dónde estoy? ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué necesito en mi vida? Son algunas preguntas que se suelen reflexionar durante esta temporada. Es interesante ver cómo las respuestas a esas simples interrogantes pueden cambiar el rumbo de todo, pues muchas personas estudian algo que no les gusta, se gradúan, pero están inconformes.
Ahora entenderás por qué después de un año sabático es común que aparezcan rupturas de pareja, mudanzas, cambios de trabajo y de carreras. Lo cierto es que salen a flote los verdaderos intereses personales, las pasiones, los talentos escondidos y hasta las frustraciones. ¡Date un espacio para pensar!
Regala libertad
La rigidez de tiempo y espacio, a menudo resulta muy agobiante. Así que es el momento preciso para aprovechar al máximo la vida. Si tienes la dicha de tomarte un año libre, ¡no pierdas la oportunidad!
Fomenta la madurez
El año sabático se convierte en un estímulo para alcanzar la madurez en todos los sentidos. Es genial para aprender a comprometerse con lo que importa, fijar las prioridades y empezar a trabajar en cada una.
Es ideal para viajar
El deseo de emprender un viaje no tiene por qué quedar solo en sueños. Durante un año sabático puedes visitar ese destino que siempre has tenido en mente, pero que por diferentes motivos no has podido conocer.
Una gran noticia es que hay ciertos programas de voluntariado específicos para años sabáticos que incluyen viajes y aventuras en grupo. Está en tus manos escoger entre Europa, Latinoamérica, Asia, Oceanía o África.
Conocerás nuevas personas y culturas
Interactuar con gente nueva, con culturas y tradiciones muy distintas a las tuyas, es otro punto a favor. Quizás, uno de los más interesantes.
Lo más probable es que te sientas más identificado con tu lugar de origen y, a la vez, descubras lo mucho que tienes en común con personas de otros rincones del planeta.
Desventajas de un año sabático
Así como hay ventajas en un año sabático, también existen algunas contras que es mejor conocer. Vamos a ellas.
Es un foco de críticas
Por lo general, debes estar preparado para recibir críticas ante la decisión de tomarte un año sabático. Si eres joven, tus padres se sentirán preocupados por tu destino universitario. O tal vez tus amigos pensarán que te quedarás atrás. Cuando estés en estos escenarios, ¡ten paciencia!
Sin embargo, por nada del mundo esperes la aprobación de nadie. Es tu vida, tu proceso y tu elección. Evita discutir o frustrarte ante una persona que no entienda tus motivaciones.
Podrías perder el norte en el año sabático
Si no tienes objetivos, en el peor panorama puedes perder el rumbo. De hecho, uno de los riesgos es que el año sabático se extienda por las distracciones en el camino. Recuerda que una de las intenciones es que aclares tu mente.
El hecho de que no veas el futuro con claridad, lejos de perjudicarte debe convertirse en un impulso para probar con lo nuevo: personas, lugares, trabajos, ideas, metas.
Frente a esto, una recomendación útil es que comiences por anotar un par de propósitos que aspires a lograr antes de culminar con el año sabático. De esta manera, tendrás un enfoque y desarrollarás la autoconsciencia.
Ciertos lugares son muy costosos
Ser realista te ayudará a diferenciar lo que tienes a tu alcance y lo que no. Hay que reconocer que más de uno suspira pensando en su viaje soñado, pero no lo alcanza cuando quiere por falta de dinero. Y es que el costo de algunos destinos es enorme.
No obstante, tienes a tu alcance la oportunidad de trabajar, intercambiar labores, solicitar un crédito bancario, un préstamo a un familiar, una beca o viajar como mochilero para materializar ese sueño. ¡Baraja todas las opciones!
La emocionalidad puede jugar en contra
Si eres el único que se lanza a un año sabático en tu grupo de amigos, es fácil sentir que no encajas o que estás excluido. Al ver que cada quien inicia una nueva etapa y tú sigues en el mismo lugar, las dudas no se harán esperar.
En consecuencia, antes de tomar la decisión debes tener claro que no se trata de los demás, sino de ti. Refúgiate en la tranquilidad de saber que estás donde quieres y como quieres.
Ábrete a nuevos amigos, sin dejar a un lado la comunicación con los viejos. Mantén el contacto con tu familia en caso de que estés lejos.
Si viajas, no podrás llevar todas tus cosas
Tus electrodomésticos o toda la ropa que te gusta no cabrán en tu equipaje si optas por emprender un viaje. Aunque los extrañes, mira el lado positivo: no estarás aferrado a lo material.
Consejos para tomar un año sabático
Algunos consejos pueden serte de ayuda si planeas tomarte un año sabático. En ese caso, estas recomendaciones pueden serte de utilidad y son las siguientes:
- Asegúrate de querer hacerlo: debes estar convencido de tomar un año sabático porque no se trata de una noche, sino de un año entero. ¡No actúes por impulso!
- Refléjalo en tu síntesis curricular: aunque muchos empleadores reconocen las ventajas de un año sabático, otros no. En este orden de ideas, tu tarea es reflejar esta temporada dentro de tu síntesis curricular de una manera adecuada.
- Valora cada experiencia en el año sabático: vivirás momentos buenos y malos, pero lo importante es valorarlos y descubrir el aprendizaje que se esconde en cada uno de ellos.
- Investiga a fondo tus carreras de interés: una de las formas de sacarle provecho al año sabático es indagando con detalle las carreras que llaman tu atención. Visitar las universidades, participar en algunas clases en calidad de oyente y conversar con los estudiantes son tareas que te convienen.
- Sigue una rutina durante el año sabático: la organización es fundamental para rendir al máximo en tu año sabático. Haz tu propia rutina, con horarios sugeridos, a fin de evitar caer en la ociosidad.
Ideas para inspirarte a un año sabático
Sobran las razones para tener un año sabático. Te presentamos algunas ideas que pueden enamorarte aún más de esta temporada:
- Viajar a uno o varios destinos: esta es uno de las principales razones. Cada quien tiene un destino favorito. Vive esta experiencia extraordinaria, conoce, explora, aprende idiomas y degusta una nueva gastronomía.
- Hacer un voluntariado: los programas dedicados al voluntariado representan una gran opción que favorece a una comunidad y a los voluntarios, dentro o fuera de su país.
- Realizar prácticas en el año sabático: es una de las mejores oportunidades para ganar experiencia y reforzar tus habilidades. Es un entrenamiento para destacarte en los trabajos que lleguen en un futuro.
- Establecer un negocio: si la idea de emprender lleva tiempo dando vueltas en tu cabeza, ¡no lo pienses más! Pon manos a la obra, aunque no tengas demasiado capital para invertir. Crea tu estrategia, busca financiamientos, profesionales que te asesoren y dale forma a ese gran proyecto.
¡Disfruta de tu año sabático!
En definitiva, el año sabático es un tiempo magnífico para la tranquilidad, el autoconocimiento, dar, recibir, soltar, explorar y decidir. Mantente activo todos los días, dispuesto a ser la mejor versión de ti mismo. ¡Es ahora o nunca!
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