¿Los antidepresivos producen cambios en el peso corporal? Esto es lo que debes saber

Algunos estudios científicos asocian el uso de antidepresivos con una tendencia a aumentar de peso. Sin embargo, no se ha esclarecido la naturaleza de este vínculo.
¿Los antidepresivos producen cambios en el peso corporal? Esto es lo que debes saber
Franciele Rohor de Souza

Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza.

Última actualización: 08 abril, 2024

A día de hoy, no se ha precisado por qué algunos pacientes adelgazan, mientras que otros aumentan su peso corporal durante el tratamiento con antidepresivos. No todas las personas experimentan de la misma forma este efecto secundario.

Hay que considerar que, a menudo, los cambios en el peso son manifestaciones propias de los trastornos del estado de ánimo. Hay pacientes que viven con depresión y pierden el apetito, al tiempo que otros tienen antojos y tienden a tener atracones.

De cualquier modo, las evidencias científicas sugieren que algunos antidepresivos —como la fluoxetina (Prozac ®) y la mirtazapina, por ejemplo— inducen un aumento de peso, aunque no en todos los contextos. A continuación, te contamos lo que debes saber al respecto.

¿Cuál es la relación entre los antidepresivos y los cambios en el peso corporal?

Una de las reacciones adversas más notorias durante el consumo de antidepresivos es la variación en el peso. Si bien cada paciente responde de distintas maneras, no deja de ser una preocupación la posibilidad de subir algunos kilogramos.

Lo primero que hay que saber es que no todos los tipos de antidepresivos están asociados a este efecto secundario. De hecho, algunos conducen a la pérdida de peso. Hasta la fecha, las investigaciones no han determinado con certeza el porqué de esta relación.

El fármaco no siempre es la causa directa.

En 2018, un estudio de cohorte poblacional realizado en el Reino Unido determinó que «el uso generalizado de antidepresivos puede estar contribuyendo a un mayor riesgo de aumento de peso a nivel poblacional, a largo plazo». Para llegar a esta conclusión, los científicos realizaron un seguimiento de 136 762 hombres y 157 957 mujeres durante diez años.

En este lapso, el riesgo de aumentar de peso en más del 5 % fue 21 % mayor entre los pacientes que recibieron tratamiento con antidepresivos, comparados con aquellos que no usaron esta medicación. Dicho riesgo aumentó aún más tras el segundo año (46 %) y el tercer año (48 %) de uso.

El riesgo de ganar peso se mantuvo alto por al menos seis años. A su vez, condujo a que algunos participantes adquiriesen un índice de masa corporal (IMC) más alto, por sobre el límite de sobrepeso u obesidad. Entre otras cosas, esto se asoció a comorbilidades, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

No obstante, los pacientes que fueron tratados por menos de un año no presentaron el efecto secundario. Es decir, no registraron aumentos significativos de peso.

¿Qué antidepresivos tienen más riesgo de causar aumento de peso?

No todos los antidepresivos inducen cambios en el peso corporal ni todos los pacientes reaccionan igual. De acuerdo con una revisión sistemática divulgada a través de Obesity Reviews, aquellos fármacos asociados a un aumento de peso son los siguientes:

Esta misma publicación expone que el bupropión —un inhibidor selectivo de la recaptación neuronal de catecolaminas (noradrenalina y dopamina)— se vincula a la pérdida de peso. Es uno de los tratamientos para el manejo del síndrome de abstinencia al abandonar el cigarrillo.


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¿Por qué ocurren los cambios de peso al tomar antidepresivos?

No se ha establecido con exactitud cuál es la razón por la que los antidepresivos inciden en el peso corporal. Las hipótesis plantean desde un efecto secundario hasta la recuperación del apetito por la mejoría de los síntomas. O podría ser una combinación de ambas.

Y es que los antidepresivos interfieren en la actividad de la serotonina, un neurotransmisor que incide en el estado de ánimo y el apetito. A corto plazo, estos fármacos disminuyen la impulsividad y estimulan la saciedad, lo que puede causar una pérdida de peso.

No obstante, a largo plazo (después de un año o más de tratamiento) es frecuente que ocurra una regulación negativa de los receptores de serotonina, que se manifiesta con un aumento en los antojos de carbohidratos (pan, pastas, dulces). En consecuencia, hay ganancia de peso.

Factores relacionados

El Dr. Daniel Hall-Flavin, especialista en psiquiatría general y psiquiatría en adicciones, explica a través de la Clínica Mayo que hay varios factores que contribuyen al aumento de peso durante el tratamiento con antidepresivos:

  • Algunos pacientes experimentan pérdida de peso debido a la depresión. Una vez su cuadro clínico mejora con los fármacos, el apetito también aumenta.
  • La depresión altera las hormonas del apetito y puede conducir a comer en exceso. Además, suele causar fatiga e inactividad, lo cual repercute en la ganancia de peso.
  • En general, los adultos tienden a ganar peso a medida que envejecen, lo que no está asociado a los medicamentos que consumen. Es decir, que no hay que ignorar el factor de la edad.

Otras conductas no saludables, como la dieta occidental, el tabaquismo y el sedentarismo, tienen que ver con una mayor incidencia del efecto durante el tratamiento con antidepresivos.

Cabe recordar que cada paciente es único. Por tanto, los antidepresivos provocan cambios en el peso corporal si se combinan condiciones vinculadas al tipo de fármaco que se prescribió, los factores genéticos y el estilo de vida.

Riesgos asociados

La cantidad de peso ganada varía entre una persona y otra. Los estudios realizados hasta la fecha determinan que subir 5 libras (2,26 kg) o menos no tiene graves consecuencias en la salud.

Sin embargo, cuando son más de 10 libras (4,53 kg), otros parámetros de salud resultan afectados. Por ejemplo, el perfil lipídico (colesterol alto), la tensión arterial y la glucosa en sangre (diabetes).



¿Cómo controlar el aumento de peso por el consumo de antidepresivos?

Si luego de iniciar un tratamiento con antidepresivos registras aumento de tu peso, debes hablarlo con tu médico y con el profesional de salud mental que te asista. Bajo ninguna circunstancia se debe suspender el medicamento, sin antes tener la opinión de los especialistas.

Ellos serán los encargados de poner en la balanza los beneficios y los riesgos de los fármacos. A menudo, suspender la medicación no es la mejor opción. En cambio, hay estrategias del estilo de vida que te ayudarán a mantener un peso controlado y saludable. Las detallamos a continuación.

Mejorar la alimentación

La primera medida para minimizar la ganancia de peso con el consumo de antidepresivos es revisar la dieta y realizar ajustes. Si bien es importante adaptar la alimentación a las necesidades individuales, algunos consejos útiles y generales son los siguientes:

  • Evita el azúcar agregado.
  • Limita la ingesta de sodio.
  • Reduce el consumo de grasa.
  • Evita los alimentos ultraprocesados.
  • Aumenta la cantidad de agua que tomas.
  • Incrementa el consumo de productos frescos, como cereales integrales, verduras, frutas, legumbres, frutos secos, semillas y carnes magras.

Cabe apuntar que estas recomendaciones no solo reflejarán beneficios en cuanto al peso, sino que también contribuirán al bienestar mental. Una revisión sistemática en la revista Cureus destaca que su implementación disminuye el riesgo de depresión clínica.

Cuidar el tamaño de las porciones

La calidad de la dieta es importante para mantener un peso saludable, pero también lo es el tamaño de las porciones. Comer en exceso —en cualquier contexto, y no solo al tomar antidepresivos— es una causa de sobrepeso.

Una estrategia sencilla es servir las comidas en platos más pequeños. Además, la mitad del plato debería estar cubierta por verduras o ensaladas, y tendría que incluir una buena fuente de proteína.

Hacer ejercicio físico

El ejercicio —y cualquier modalidad de actividad física— tiene un doble efecto entre los pacientes que toman antidepresivos. Por una parte, minimiza el efecto secundario del aumento de peso; asimismo, estimula la liberación de hormonas del bienestar y la neurogénesis, lo que mejora la salud mental.

Dedicar por lo menos 30 minutos a la práctica de ejercicio moderado permite obtener estos beneficios. Actividades como nadar, trotar, ir al gimnasio, caminar, andar en bicicleta y bailar son válidas. Aun así, en el caso de limitaciones físicas o de otro tipo, lo mejor es asesorarse con el profesional.

Dormir bien

Los buenos hábitos de sueño son determinantes para regular el peso. Tener un periodo de descanso de entre 7 y 9 horas diarias ayuda a mantener los niveles de energía y a regular la actividad de las hormonas que controlan el hambre y la saciedad (grelina y leptina).

Si la calidad del descanso es deficiente, estas hormonas se desequilibran e influyen en el aumento de peso. Los trastornos del estado de ánimo, al igual que el tratamiento con antidepresivos, pueden agudizar los problemas de sueño.

A pesar de ello, poner en práctica algunos hábitos ayuda a dormir mejor:

  • Respeta los horarios para acostarse.
  • Evita las cenas copiosas y abundantes.
  • No te expongas a las pantallas antes de ir a la cama.
  • Asegura un espacio cómodo y adecuado para dormir (oscuro y silencioso).
  • No consumas cafeína o sustancias estimulantes como el alcohol y el tabaco.
  • Haz actividades relajantes antes de acostarte: yoga, meditación, lectura, escritura.

Hablar con el médico

Además del mero seguimiento de los cambios de peso durante el tratamiento con antidepresivos, el médico puede tomar decisiones al respecto. Esto abarca desde ajustar la dosis hasta variar los medicamentos o recetar un fármaco que contrarreste la ganancia de kilogramos.

¿Qué hay que recordar?

Los cambios en el peso corporal son un efecto secundario común del tratamiento con antidepresivos. En la mayoría de los casos —y en especial, cuando se toman a largo plazo— inducen un aumento de peso. No obstante, los efectos pueden variar y no ocurren en todos los pacientes.

Por ahora, se desconoce la causa exacta de la reacción. Los investigadores plantean que el medicamento en sí puede originar alteraciones metabólicas, o bien, que la recuperación del apetito sea la culpable.

De todos modos, suele priorizarse el manejo de la depresión por encima del control del peso. El médico recomendará cambios en la alimentación y un aumento del nivel de actividad física para minimizar el problema.

Solo cuando la ganancia de peso sea muy alta y exista el riesgo de otras comorbilidades, se considerará el ajuste de dosis. La segunda alternativa será cambiar el fármaco y, en última instancia, suspenderlo.


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