Aprende a nadar bajo el agua con estos sencillos consejos
Revisado y aprobado por la médica Karla Henríquez
En época de vacaciones, son muchos los que eligen un destino con playa para descansar y relajarse. Sea en la playa o en la piscina, debemos tener unas mínimas nociones sobre natación que garanticen la seguridad, a la vez que disfrutamos. Para ello, te ofrecemos algunos consejos para aprender a nadar bajo el agua.
Más allá de divertirse jugando en familia, también está la opción de bucear, que es sin duda una actividad muy placentera y que todo el mundo debería experimentar alguna vez. La sensación de ingravidez y la belleza del fondo marino convierten esta actividad no solo en un deporte, sino en un verdadero disfrute para los sentidos.
Antes de nadar bajo el agua
Antes de comenzar a nadar bajo el agua, es preciso destacar que se deben evitar los cambios bruscos de temperatura. Esto se logra mojándonos poco a poco con el agua en la que vamos a practicar. Si estamos en un área de piscina, podemos valernos de las duchas, y si estamos en la playa, podemos acercarnos a la orilla y, con las manos, intentamos tomar un poco de agua para mojarnos el cuerpo, poco a poco.
De esta forma, eliminamos el peligro de sufrir un caso de hidrocución, popularmente conocida como «corte de digestión». Recordemos que, después de comer, la sangre se concentra en el proceso de la digestión. Si nos zambullimos, sufrimos el golpe de agua fría y la sangre se redistribuye, lo que deja incompleta la digestión.
También es muy importante siempre respetar cualquier indicación o señalización del lugar donde vamos a nadar, en especial si vamos con niños. En el caso de la playa, suele haber banderas o indicadores del riesgo del oleaje de ese momento.
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Aguantar la respiración
En primer lugar, para nadar bajo el agua debemos aprender a aguantar la respiración. Cuanto más tiempo seamos capaces contener el aire en los pulmones, más placentera será la experiencia y podremos movernos con más agilidad.
Los niños y las personas que tengan miedo a bucear pueden empezar a practicar en la bañera o en piscinas no muy profundas. Podemos contar los segundos para comprobar cómo vamos aumentando la resistencia y la capacidad pulmonar. No obstante, siempre debemos hacerlo con sentido común y sin llegar al límite que pudiera comprometer la seguridad.
Otra opción para empezar a disfrutar de las vistas del fondo marino mientras buceamos es el esnórquel. Este sencillo método, que consta de un tubo por el que respiramos por la boca, lleva cierto tiempo de adaptación. Debemos procurar siempre no sumergirnos demasiado para que no entre agua por la parte superior del tubo.
Perder el miedo
El miedo a nadar bajo el agua es un gran impedimento para disfrutar de la actividad. Sumergirnos implica enfrentarnos al miedo a lo desconocido o a posibles traumas del pasado. Si es necesario, se puede solicitar la asistencia de un profesional para superar la aversión al agua.
Asimismo, existen cursos con monitores especializados que nos guiarán y ofrecerán mucha información para nuestro progreso. De este modo, se podrá ir sintiendo de forma gradual más seguridad en un medio tan diferente como el agua.
Es muy importante en el buceo tener un autocontrol sobre las emociones, fobias o ansiedades. Una situación de estrés o estado de pánico bajo el agua puede ser muy desagradable y peligroso. Es preciso sabernos controlar y no perder la serenidad en un momento crítico o de incertidumbre.
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Como pez en el agua
Sentirse como pez en el agua a cierta profundidad es una sensación casi mística. En ese momento, se combina la sensación de ligereza que podemos sentir bajo el agua, donde el propio peso casi que desaparece, con la posibilidad de realizar movimientos en todas las direcciones.
Además, nadar es uno de los deportes más completos, ya que trabaja toda la musculatura del cuerpo. Más allá de lo físico, también contribuye en mejorar la salud cardiovascular, sobre todo en personas con sobrepeso, como detalla un estudio publicado por Biomedical Engineering Online.
Técnica para nadar bajo el agua
Como mencionamos con anterioridad, lo más recomendable es aprender a bucear de la mano de un instructor profesional. Además de acelerar el proceso, esto permitirá ir practicando en condiciones controladas y seguras. La técnica para esta actividad se basa en los siguientes puntos:
- Inspira a fondo y sumérgete por primera vez bajo el agua con confianza.
- Da un par de brazadas para bajar y deja que tu cuerpo se deslice en el agua.
- Cuando notes que se te acaba el aire, toma impulso hacia arriba, toma aire, y vuelve a sumergirte.
- Puedes mantener los pies juntos, como si fueran una cola, o bien abrir y cerrar las piernas para nadar. Busca tu propio estilo y asegúrate de perfeccionarlo junto con el instructor.
¡Disfruta de esta experiencia única!
Una vez que empieces con tus primeras inmersiones para nadar bajo el agua, puedes plantearte ir un poco más allá. Hay cursos titulados con profesionales para poder practicar submarinismo a diferentes profundidades.
Sin dudas, es una de las experiencias más espectaculares que el mar ofrece, ya que podrás conocer el fondo marino de primera mano. Recuerda, sin embargo, estar acompañado siempre por expertos y respetar todas las medidas de seguridad para no sufrir inconvenientes que empañen las maravillosas jornadas que este deporte ofrece.
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- Yuan WX, Liu HB, Gao FS, Wang YX, Qin KR. Effects of 8-week swimming training on carotid arterial stiffness and hemodynamics in young overweight adults. Biomed Eng Online. 2016 Dec 28;15(Suppl 2):151. doi: 10.1186/s12938-016-0274-y. PMID: 28155720; PMCID: PMC5260035.
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