Aprende a preparar un pastel de repollo

Las tartas saladas son una forma perfecta de preparar verduras. El pastel de repollo potencia su sabor, tiene una textura y sabor exquisitos y, al contrario de lo que parece, es muy sencillo de preparar.
Aprende a preparar un pastel de repollo
Anna Vilarrasa

Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa.

Última actualización: 25 mayo, 2023

El pastel de repollo es un plato habitual en algunos países europeos en los que el consumo de esta verdura está muy extendido. Y para todos aquellos que no están acostumbrados a su intenso sabor es una buena opción para introducirlo en la dieta.

Esto es muy interesante, pues el repollo forma parte de las crucíferas, un grupo muy particular dentro de la familia de las hortalizas. Te recomendamos que te apuntes esta receta, ya que algunas guías alimentarias la señalan como uno de los alimentos a tener en cuenta.

Una tarta de verduras fácil y versátil

El repollo (Brassica oleracea) es una planta comestible de la familia de las crucíferas, como el brócoli y la coliflor. Su consumo es muy interesante por la presencia de importantes nutrientes, pero una vez en la cocina faltan recetas y formas de prepararlo que realcen su sabor.

Más allá de los hervidos poco sabrosos, resulta muy gustoso en salteados, rollitos o en ensalada. Y también en forma de quiches o tartas, como este pastel de repollo que te explicamos a continuación.

Es una receta ideal para aprovechar alguna mitad de repollo que ha sobrado de preparar otro plato. También permite ofrecer esta verdura a los niños y a las personas que no les gusta demasiado. Incluso sorprender a los invitados en una comida informal.

Este tipo de tarta es rápida de cocinar y la dificultad del plato es baja. Tan solo es necesario cocer y dorar el repollo y mezclar con los demás ingredientes de la masa. El resto es cuestión de tiempo y cocción.

Aprende a cocinar otras tartas de verduras: Prepara esta exquisita quiche de verduras y queso tierno

Receta de pastel de repollo

En este plato la verdura es el principal protagonista y su sabor se realza y suaviza con el resto de los ingredientes. Se acompaña de una salsa de tomate casera.

Los ingredientes necesarios para una tarta de 6-8 raciones son los siguientes:

  • 3 huevos.
  • 1/2 repollo.
  • Sal y pimienta.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • 50 gramos de mantequilla.
  • 100 gramos de jamón serrano.
  • 1 vaso de leche o 200 mililitros de nata para cocinar.

Los ingredientes para la salsa de tomate son los siguientes:

  • 1 cucharada de azúcar y de sal.
  • 1 kilogramo de tomates maduros.
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Repollo para hacer tarta.
El repollo es una crucífera que tiene interesantes propiedades nutricionales, aunque no se sabe aprovechar bien en la cocina.

Cómo cocinar el pastel de repollo paso a paso

  1. El primer paso para elaborar el pastel es preparar el repollo. Para ello hay que cortar el tronco y retirar las hojas más duras. Así es posible trabajar con los brotes más tiernos de la hortaliza.
  2. Cortar las hojas en tiras muy finas o en juliana y lavar bien bajo un chorro de agua. A continuación cocer en una olla con agua y sal hasta que está tierno. Con unos 30 minutos es suficiente. Colar y reservar en el colador para que quede bien seco.
  3. Mientras, colocar una sartén en el fuego con un poco de aceite de oliva. Añadir el jamón serrano bien picado y dorar unos minutos. Después agregar el repollo y dejar rehogar todo junto con el fin de obtener un sabor más intenso.
  4. En un cuenco batir los huevos, salpimentar y agregar la mezcla de repollo y jamón. Mezclar bien y acto seguido verter la leche.
  5. Poner esta masa en un molde (puede ser redondo o rectangular). Introducir en el horno caliente y cocer a baño de María a 180 grados centígrados durante unos 30 minutos o hasta que la masa queda cuajada.
  6. Retirar el pastel de repollo del horno y dejar reposar y enfriar antes de sacarlo del molde. Es preferible que esté bien frío para evitar que se rompa.
  7. Mientras el pastel está en reposo es el momento de cocinar la salsa de tomate. Para ello, lavar, pelar y trocear los tomates y poner en una sartén con el aceite de oliva. Dejar pochar un rato hasta que está lista. Añadir la sal al gusto y el azúcar. Si no tienes tiempo para prepararla puedes hacer la salsa el día anterior, usar alguna opción ya elaborada o acompañar el pastel con mayonesa.

Cortar el pastel en raciones individuales y servir con la salsa de tomate por encima. Se puede añadir una decoración extra encima con unos taquitos de jamón serrano. Aunque el protagonista de la receta es el repollo, puedes agregar otras verduras en el rehogado.

Los beneficios de consumir repollo

Las dietas con una importante presencia de frutas y verduras están relacionadas con algunos marcadores de salud positivos. Por esto es recomendable incluirlas a diario. A continuación detallamos todo lo que el repollo le puede aportar de positivo a tu organismo.

Fuente de nutrientes

Gran parte del peso de las verduras es agua. Por esto son alimentos tan ligeros. Además, en su composición destaca la fibra, algunas vitaminas, como la K, la C y los folatos, y también minerales (potasio, magnesio y manganeso). El repollo apenas aporta grasas y proteínas.

Actividad antiinflamatoria

Algunos componentes dietéticos pueden ejercer en el organismo un efecto inflamatorio o antiinflamatorio. Esto es importante, pues la ciencia trabaja con la hipótesis que la inflamación está relacionada con la existencia de algunas enfermedades, como el síndrome de intestino irritable, la artritis reumatoide, el síndrome metabólico o la arteriosclerosis.

Por otro lado, existen sustancias capaces de generar el efecto contrario. Se sabe que las verduras crucíferas son una gran fuente de ellas. Algunas de las más destacadas son los indoles, los sulforafanos y el kaempferol.

Efecto prebiótico

La fibra que se encuentra en las plantas crucíferas no puede ser digerida, pues no existen enzimas adecuadas y llega intacta al colon, donde las bacterias intestinales se encargan de degradarla.

Como señalan los expertos, el resultado es una estimulación selectiva del crecimiento y la actividad de algunas bacterias en el colon, afectando de forma positiva la salud.

Así, algunos de los efectos positivos son una mejora del estado de la pared y de las células intestinales, el apoyo en la respuesta inmune o la protección en la aparición de enfermedades inflamatorias intestinales. Además, en los últimos tiempos se estudia la posible relación de la condición de la microbiota con el estado de ánimo, la ansiedad y el dolor.

Otros beneficios asociados a la fibra

En el mismo estudio citado de la revista Nutrients se comentan otras de las consecuencias que tiene su ingesta habitual:

  • Reducción del riesgo de enfermedad coronaria y problemas cardiovasculares.
  • Disminución del colesterol LDL en sangre.
  • Relación inversa entre el consumo de fibra y el desarrollo de diabetes tipo II.
  • Regulación del tránsito intestinal.
  • Control del apetito y aumento de la sensación de saciedad.
Repollo cortado.
La fibra del repollo reporta grandes beneficios para la salud. Se la asocia con una mejora del tránsito intestinal y de la microbiota.

Aconsejado en caso de anemia

Como fuente de vitamina C, el repollo crudo es una verdura ideal para acompañar los alimentos ricos en hierro, ya que ayuda en su absorción. Esto es clave para las personas con carencia del mineral o tendencia a sufrir anemia.

Disfruta de esta saludable verdura con el pastel de repollo

Aumentar la presencia de verduras en la dieta diaria es un hábito muy positivo para la salud. Y hacerlo en recetas variadas y originales evita la monotonía, así como aumenta el abanico de sabores, texturas y aromas. Por esto te recomendamos preparar de vez en cuando este sencillo pastel de repollo.

Aunque no lo parezca, es un plato con una dificultad muy baja. Incluso se puede preparar con un día de antelación, pues se conserva bien en la nevera. Y si sobra alguna ración puede permanecer 2 o 3 días refrigerada (pero no congelada).

Te animamos a prepararla mañana mismo, pues también es un plato que se puede servir templado o frío, ideal para los días calurosos. Y si te gusta, improvisa con todo tipo de verduras para el relleno. ¡Ya verás que las posibilidades son infinitas!


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