Atrofia vaginal: síntomas y tratamiento

La atrofia vaginal es una de las condiciones femeninas que puede influir en la calidad de vida sexual. Aunque es común en la menopausia, también podría afectar a mujeres jóvenes que tienen cambios hormonales bruscos.
Atrofia vaginal: síntomas y tratamiento
Karla Henríquez

Revisado y aprobado por la médica Karla Henríquez.

Última actualización: 25 mayo, 2023

La atrofia vaginal, también llamada vaginitis atrófica, es uno de los trastornos que se desarrollan por la disminución de los niveles de estrógenos. A menudo, afecta a las mujeres menopáusicas, pero también se da en edades jóvenes, sobre todo después del embarazo.

Su característica principal es el adelgazamiento e inflamación de las paredes vaginales, lo cual suele estar acompañado de pérdida de la lubricación y disfunción sexual, dado que el coito se vuelve una experiencia dolorosa. En esta ocasión, repasamos los principales síntomas de esta condición y algunos tratamientos que se pueden tener en cuenta.

¿Cuáles son las causas de la atrofia vaginal?

La causa principal de la atrofia vaginal es la disminución de estrógeno. Esta se produce por un cambio hormonal brusco. Por lo general ocurre tras la menopausia. Sin embargo, es importante resaltar que no todas las mujeres que llegan a esta etapa sufren de esta condición.

En cuanto a sus causas, una publicación de la Clínica Mayo señala que, al presentarse una reducción en el nivel de estrógeno, los tejidos vaginales los tejidos vaginales se tornan más frágiles y pierden los fluidos que los protegen. Esta situación se puede presentar en las siguientes circunstancias:

  • Después de la menopausia.
  • Durante la perimenopausia.
  • Después de la extirpación de ambos ovarios.
  • Durante la lactancia.
  • Cuando se toman algunos medicamentos.
  • Después de la radioterapia pélvica para el cáncer.
  • Después de la quimioterapia para el cáncer.
  • Como efecto del tratamiento hormonal del cáncer de mama.

Síntomas de la atrofia vaginal

Frustración sexual.

El déficit de estrógenos que se produce en la menopausia o ante ciertas condiciones suele desencadenar una sintomatología variada en cada paciente. En lo que tiene que ver con la atrofia vaginal, afecta la calidad de vida sexual y la salud urinaria. De acuerdo a un artículo de Cleveland Clinic, sus principales síntomas son:

  • Escozor o ardor al orinar.
  • Flujo vaginal abundante.
  • Sensación de presión.
  • Incontinencia urinaria.
  • Orinar con más frecuencia.
  • Picazón e irritación vaginal.
  • Tendencia a desarrollar infecciones urinarias.
  • Pérdida de la lubricación natural de la vagina.
  • Manchado o sangrado leve.
  • Dolor o malestar vaginal durante el coito (dispareunia).

Diagnóstico de la atrofia vaginal

Una de las partes más importantes para el diagnóstico de la atrofia vaginal es la anamnesis, una entrevista realizada por el médico sobre los síntomas de la paciente. A través de un breve interrogatorio el profesional puede obtener la información necesaria para sospechar de esta enfermedad.

Posteriormente, se realiza una exploración física y ginecológica. Primero, se introduce un espéculo para poder observar la apariencia de la vagina. En este punto, el médico puede determinar si el tejido vaginal está delgado y enrojecido. También puede examinar el cuello uterino y comprobar si hay signos de prolapso.

Otras pruebas que se pueden sugerir son:

  • Análisis de orina
  • Examen de equilibrio ácido
  • Analítica de sangre que incluya el perfil hormonal

Tratamiento de la atrofia vaginal

Una de las grandes preocupaciones de las mujeres con atrofia vaginal son los efectos que produce la patología sobre la vida sexual. Por suerte, hoy en día hay muchos tratamientos que minimizan los síntomas para que no representen un problema durante el sexo o cualquier otro ámbito. Te contamos cuáles son.

Cambios en el estilo de vida

Mujer y hombre mayor paseando en bicicleta.

En primer lugar se sugieren una serie de mejoras en el estilo de vida, ya que la mujer debe evitar esos hábitos que afectan su salud vaginal. Asimismo, esto permite adoptar prácticas que son beneficiosas tanto para el control hormonal como para regular el pH de la zona íntima.

  • Hacer ejercicio físico regular.
  • Tener una vida sexual activa.
  • Adoptar una alimentación saludable.
  • Consumir suplementos de estrógenos.
  • Tener buenos hábitos de higiene íntima.
  • Evitar el uso de perfumes o jabones irritantes.
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
  • Incrementar el consumo de agua.

Tratamiento no hormonal

La aplicación de algunos tratamientos no hormonales no consiguen reducir la atrofia de la pared vaginal, pero sí minimizan la sequedad que se produce por esta. De esta manera, síntomas como el dolor en el coito y el escozor vaginal se reducen o desaparecen.

De acuerdo a la publicación de la Clínica Mayo mencionada anteriormente, puedes utilizar cremas hidratantes de venta libre, como K-Y Liquibeads, Replens, Sliquid, entre otras. Si esta opción no es suficiente también existen lubricante a base de agua o silicona para reducir las molestias durante la relaciones sexuales.

Lee también: Dolor en las relaciones sexuales o dispareunia

Tratamiento hormonal

Cremas antibióticas.

Cuando los síntomas empeoran o no mejoran con los tratamientos anteriores, según un artículo de International Menopause Society, el médico podría sugerir la terapia hormonal con estrógenos. Este tipo de medicación se puede emplear de manera local o sistémica. Los más usados son:

  • Crema vaginal con estrógenos.
  • Anillo de estrógenos vaginal.
  • Tableta de estrógenos vaginal.
  • Píldoras, parches o gel de estrógenos.

¿Tienes síntomas de atrofia vaginal? Es muy importante que consultes al ginecólogo. Aunque muchas prefieren pasarlo por alto por vergüenza o por creer que es algo normal que se presenta por la edad, es primordial recibir un tratamiento para que no interfiera en la salud.


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