Bazo inflamado: síntomas y tratamiento
Escrito y verificado por el médico Mario Benedetti Arzuza
El bazo inflamado o dilatado es una condición que también se conoce como esplenomegalia. En su estado normal, el bazo tiene el tamaño de un puño; sin embargo, debido al desarrollo de ciertas infecciones y enfermedades, su tamaño puede incrementar.
El bazo es un órgano muy importante para nuestro sistema linfático. Sus funciones básicas son las de producir glóbulos blancos y ayudar en la defensa del organismo ante ciertas enfermedades. Además, almacena glóbulos rojos y plaquetas que ayudan al proceso de coagulación.
Por otro lado, interviene en el filtrado de bacterias recubiertas de anticuerpos, ayuda a procesar glóbulos rojos viejos y, además, recicla hierro en la hemoglobina. Debido a esto, cuando sufre algún tipo de alteración, se pueden presentar varios problemas de salud.
Causas del bazo inflamado o esplenomegalia
Hay una amplia variedad de enfermedades que pueden causar el bazo inflamado. Este problema puede ser temporal, en función del tratamiento que se le brinde. Sin embargo, algunos casos llegan a ser crónicos. Las causas, de acuerdo con información publicada en el National Center for Biotechnology Information, incluyen las siguientes:
- Enfermedad del hígado (cirrosis, hepatitis).
- Inflamación (sarcoidosis, lupus, artritis reumatoide, lupus sistémico).
- Malignidad hematológica (linfomas, leucemias, trastornos mieloproliferativos).
- Secuestro esplénico (células falciforme, anemias hemolíticas, talasemias).
- Congestión (trombosis de la vena esplénica, hipertensión portal, insuficiencia cardíaca congestiva).
- Infección aguda o crónica (endocarditis bacteriana, mononucleosis infecciosa, VIH, malaria, tuberculosis, histiocitosis, sífilis, leishmaniasis visceral).
- Otros (metástasis, abscesos, traumatismos, hemangiomas, reacciones a medicamentos raros, quistes, enfermedad de Gaucher, enfermedad de Niemann-Pick).
Síntomas de un bazo inflamado
Coincidiendo con una publicación en la página de Clínica Mayo, muchos pacientes desconocen que tienen el bazo inflamado porque no presentan síntomas. Muchos lo descubren en un examen físico de rutina.
Sin embargo, ante la sospecha, el médico puede sugerir algunas pruebas complementarias para confirmar el diagnóstico y determinar su causa. Los síntomas incluyen los siguientes.
1. Anemia
El bazo tiene como finalidad depurar nuestra sangre. Este órgano es, por así decirlo, una pieza más del sistema linfático que se encarga de que los glóbulos rojos y blancos estén bien fuertes, sanos y en plenas condiciones para ejecutar su función esencial.
Si el bazo está inflamado o aumentado de tamaño, la eliminación de glóbulos rojos se realizará de forma acelerada. Entonces, es muy posible que haya una alteración en el número de estas células, es decir, un déficit que ocasiona anemia. Siempre que te diagnostiquen anemia, es importante conocer cuál es el origen de la misma.
2. Cansancio
Este síntoma se manifiesta cuando, por ejemplo, nos falta el aliento cuando hacemos algún esfuerzo, al andar o cargar peso; también cuando nos cuesta mucho levantarnos por las mañanas.
Ten en cuenta que, al padecer anemia, el cansancio está siempre relacionado con esa falta de glóbulos rojos. Este desgano irá a peor día tras día, hasta llegar a la extenuación. Procura acudir antes al médico y no llegar a este extremo.
3. Dolor agudo
El dolor es un síntoma directo e inevitable de un bazo inflamado que es fácil de identificar: se centra en la parte superior izquierda del abdomen. En ocasiones, puede ascender por la espalda hasta el hombro izquierdo.
En definitiva, las molestias se centran siempre en la parte izquierda y son muy dolorosas. De hecho, es posible que incluso al enfermo le cueste respirar. Este síntoma requiere atención médica urgente, ya que puede orientar hacia la presencia de un infarto esplénico.
4. Falta de apetito
Es otro síntoma muy indicativo. Perdemos el apetito porque tenemos sensación de saciedad; basta comer muy poco para sentirnos muy llenos.
La causa puede ser el bazo inflamado. Al ser más grande de lo normal, este órgano oprime el estómago y nos da la falsa sensación de que estamos llenos.
Es muy común que, poco a poco, y debido a ello, vayamos perdiendo peso. Cuidado con esto, dado que también nos debilitaremos.
5. Heridas que sangran más
Curioso pero cierto. ¿La razón? El bazo inflamado acumula en su interior más glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, e impide que lleguen adecuadamente a nuestro organismo.
En este caso, la tendencia al sangrado se debe a la falta de plaquetas. Con esta combinación, ante una herida, notaremos que sale más sangre de lo normal. Es decir, no están esos pequeños agentes que taponan la herida, la contienen y la curan.
6. Infecciones frecuentes
Debemos recordar que el bazo también participa en la defensa del organismo ante ciertas enfermedades. Al aumentar de tamaño, el órgano no será capaz de cumplir sus funciones a cabalidad, por lo que las personas estarán más propensas a sufrir infecciones de diferente índole.
Por si fuera poco, la gravedad de las infecciones sufridas también puede aumentar de forma considerable. Esto se deberá al reducido número de leucocitos presenten en el organismo, haciendo que el cuerpo no responda de forma adecuada.
Diagnóstico de la esplenomegalia
Los síntomas del bazo inflamado o esplenomegalia son muy generales, por lo que es necesario valerse del examen físico para confirmar el diagnóstico. En condiciones normales, el bazo es un órgano percutible pero no palpable. Sin embargo, es posible palpar el órgano en personas muy delgadas y en niños sin que esto indique una patología.
De acuerdo con la versión para profesionales del Manual MSD, la palpación permite diagnosticar la esplenomegalia hasta en el 70 % de los casos. Por su parte, la ecografía es necesaria para realizar las mediciones del órgano y buscar posibles causas del agrandamiento como abscesos.
El médico también podrá indicar la realización de pruebas complementarias con la finalidad de identificar la causa preexistente. Dentro de los exámenes indicados con mayor frecuencia destacan los análisis de sangre, la resonancia magnética, la tomografía computarizada y la biopsia de médula ósea.
Complicaciones de la esplenomegalia
Si bien en muchas ocasiones el bazo puede crecer de forma desproporcionada sin provocar síntomas, es posible que aparezcan alteraciones importantes. Estas pueden poner en peligro la vida como las infecciones y la rotura esplénica, siendo esta última una causa de importante sangrado intraabdominal que rápidamente puede evolucionar a un shock hipovolémico.
¿Cómo se trata un bazo inflamado?
El tratamiento del bazo inflamado está orientado sobre el problema preexistente. Así, si su origen es una infección bacteriana, se emplean antibióticos. Si se debe a otras enfermedades, el médico creará un tratamiento de acuerdo a las necesidades.
Es necesario limitar cualquier forma de actividad física o sobreesfuerzo que pueda romper el bazo. Un bazo roto puede generar una pérdida significativa de sangre y poner en peligro la vida. Si no se trata a tiempo, el bazo inflamado puede conducir a complicaciones graves.
Cuando el tratamiento de primera línea no funciona para frenar este problema, es necesario extirpar el bazo quirúrgicamente (esplenectomía). De ser así, también son necesarias algunas vacunas y medicamentos, ya que el organismo queda susceptible a infecciones.
El diagnóstico oportuno es fundamental
Por desgracia, las manifestaciones clínicas de un bazo inflamado son muy generales y pueden confundirse con otros problemas de salud menores. En definitiva, el reconocimiento de los síntomas y un pronto diagnóstico médico ayuda a evitar las considerables consecuencias de esta afección. ¡Tenlo en cuenta!
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