Kanso: la filosofía japonesa que simplifica la vida y reduce el estrés

Las redes sociales, los pendientes, las pantallas y el trabajo diario demandan una atención constante que puede hacernos sentir fatigados. Para contrarrestar esa sensación, existe el Kanso, una filosofía japonesa que invita a reducir lo innecesario y centrarse solo en lo esencial.
Más que una forma de organizar, el Kanso es una manera de vivir que elimina todo lo que sobra y altera nuestras vidas. Te contamos más sobre este principio y cómo ponerlo en práctica.
¿En qué consiste el Kanso?
Kanso simboliza la “sencillez” o la “simpleza”. Es un principio estético que consiste en eliminar todo lo que sobra, ya sean objetos o pensamientos, para apreciar la belleza de lo simple.
La esencia de esta filosofía está en elegir lo que realmente necesitamos o nos interesa y aporta algún valor. Esto significa reducir las preocupaciones, las complicaciones, los objetos innecesarios y el exceso de información que proviene de las pantallas.
Este minimalismo japonés puede aplicarse en distintos ámbitos de la vida, como el trabajo, las compras, los hábitos diarios o la decoración del hogar. Deshacerte de todo aquello que no sirve ayuda a descubrir la calma que brinda la simplicidad.
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Beneficios de aplicar esta filosofía a tu vida
La filosofía del Kanso trae consigo varios beneficios, derivados de la búsqueda de eliminar las distracciones y el agobio por los excesos. Se trata de los siguientes:
- Menos estrés y ansiedad: enfocarte en los pensamientos más simples te da calma y te ayuda a sentirte más sereno.
- Mayor creatividad y reflexión: puedes despejar tu mente, dejando espacio para que surjan nuevas ideas y puedas evaluar qué te importa más.
- Más claridad: una mente menos repleta de información te permite concentrarse más y dirigir la atención hacia lo que en verdad importa.
¿Cómo integrarlo en tu rutina diaria?
Estos son algunos pasos prácticos para incorporar el principio del Kanso. Siempre puedes replicarlo a cualquier área de tu vida:
- Valora la autenticidad: en tus relaciones, enfócate en la calidad de tus vínculos más que en la cantidad.
- Disminuye tu carga: siempre apuesta por tener menos cosas y llevar lo justo e indispensable a donde vayas.
- Ejercita tu atención plena: dedica algunos minutos a concentrarte en una sola cosa, en tu respiración, en el sonido ambiental o en observar un objeto.
- Organiza tus prioridades: una agenda puede servirte para ordenar tus tareas pendientes y preocupaciones, evaluando cuáles importan y cuáles otras son innecesarias.
- Prioriza algunas decisiones: no le dediques la misma energía a todas tus tareas. Por ejemplo, en el trabajo, dale relevancia a aquellas que resultan más importantes, ya sea por preferencia o necesidad.
- Realiza una desconexión digital: limita el uso de las pantallas y las redes sociales para proteger tu mente. Puedes disponer momentos específicos del día para usar el móvil o crear “zonas libres de móvil” en tu hogar.
No es necesario hacer cambios bruscos; el Kanso se construye con pequeños gestos. Por eso, empieza con una o dos prácticas por día e intenta sostenerlas en el tiempo. Para ello, la paciencia y la constancia son fundamentales.
Con el paso del tiempo, la filosofía japonesa del Kanso puede ser una herramienta valiosa para ayudarte a gestionar el estrés y ordenar tus prioridades. Entonces, si despejas un poco de espacio (en tu hogar, en tu mente y en tus relaciones), tendrás más lugar para disfrutar de lo que en verdad importa.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.