¿Qué es la biopsicología y para qué sirve?
Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz
En ocasiones, la psicología y sus conceptos parecen un tanto abstractos. Entender las creencias, las emociones y las conductas puede parecer una tarea más filosófica que terrenal. Pero lo cierto es que todo proceso interno tiene un correlato fisiológico; es decir, una representación en el cuerpo y en la biología que da cuenta de por qué sucede. Y esto es lo que estudia la biopsicología.
Esta rama de la psicología analiza el funcionamiento del cerebro sano, pero también los factores implicados en padecimientos como la demencia, los trastornos del neurodesarrollo o la depresión, entre otros. En definitiva, busca comprender cómo el cerebro, el sistema nervioso y los neurotransmisores influyen en los procesos mentales.
Historia y desarrollo de la biopsicología
La idea al respecto de que la mente y el cuerpo están unidos, que lo biológico y lo psicológico se relacionan estrechamente, parte de mucho tiempo atrás. Antiguos pensadores y filósofos ya afirmaron que es en el cerebro donde reside la mente y que el sistema nervioso media entre los estímulos que recibimos del ambiente y nuestras reacciones.
Más adelante, se desarrollaron teorías como la frenología, la cual afirmaba que en función de la forma del cráneo (su estructura, protuberancias y hendiduras) se podían determinar los rasgos de la personalidad. Aunque fue descartada, la hipótesis de que las funciones mentales residían en zonas determinadas del cerebro cobró relevancia.
Hoy en día, gracias a los avances tecnológicos y a técnicas innovadoras, como los escáneres cerebrales, somos capaces de ver esos correlatos físicos del pensamiento, la emoción y la conducta. Y gracias a esto, podemos intervenir más eficazmente.
¿Qué estudia la biopsicología?
La biopsicología también se conoce como psicología fisiológica, neurociencia del comportamiento o psicobiología. Como decíamos, estudia la relación entre los procesos psicológicos y los eventos fisiológicos que subyacen a estos.
Para comprender mejor su base, tengamos en cuenta los siguientes principios por los que se rige:
- Se considera que la psicología es una ciencia de laboratorio.
- Todo comportamiento o proceso psicológico puede explicarse con base en conceptos biológicos. Todos son consecuencia de la genética y la biología.
- La mayor parte del comportamiento humano tiene un propósito evolutivo y se ha desarrollado para adaptarse al ambiente.
- Se emplean métodos comparativos que permiten entender mejor el comportamiento humano, estudiando diferentes especies animales.
- Se estudian la herencia y la genética, así como la estructura del cerebro, el sistema nervioso y el endocrino, y los neurotransmisores.
Más allá de estos principios, hay ciertos fenómenos a los que esta ciencia presta especial atención:
- Los ritmos biológicos.
- El metabolismo y los procesos hormonales.
- Los comportamientos que implican motivación.
- La emoción, el aprendizaje, la memoria y la cognición.
- El efecto de las drogas y fármacos en el funcionamiento del sistema nervioso.
- Las bases físicas involucradas en los procesos de sensación y percepción de estímulos internos y externos.
¿Para qué sirve y cuáles son sus aplicaciones?
Las aplicaciones de la biopsicología pueden centrarse en la investigación básica o aplicada. En el primer caso, se busca ampliar el acervo de conocimiento por curiosidad científica. Por otro lado, la investigación aplicada promueve intervenciones que atiendan a una necesidad y aporten soluciones.
Para llegar a ese conocimiento requerido se utilizan métodos observacionales, en los que se recogen datos sin modificar las variables implicadas. Pero también se recurre a la experimentación, para descubrir las causas involucradas en diferentes fenómenos.
A este respecto, es común tanto la investigación con humanos como en animales. Gracias a esto, se logra comprender la evolución filogenética de los comportamientos, desde las especies más sencillas (en las que es más fácil revelar los correlatos entre el cerebro y la conducta) hasta las más complejas.
Los psicobiólogos trabajan y participan en diferentes campos, desde la investigación hasta la industria farmacéutica. Pero también desarrollan aplicaciones clínicas y se desempeñan en campos como la neurología, tratando a pacientes con diversos daños o enfermedades:
- Autismo.
- Adicciones.
- Ansiedad.
- Esquizofrenia.
- Conductas de ira.
- Trastornos del estado de ánimo.
- Párkinson, alzhéimer y otras demencias.
Otras aplicaciones
Los conocimientos derivados de la psicobiología también juegan un papel importante en lo relacionado con la crianza y la infancia. Gracias a sus hallazgos se puede favorecer una estimulación temprana apropiada, que favorezca el aprendizaje y aproveche el potencial de la plasticidad cerebral.
Son también útiles en enfoques como el mindfulness, a la hora de comprender cómo una persona puede mejorar la atención y la consciencia plena. Incluso, puede ayudar a entender cómo los procesos psicológicos favorecen o entorpecen la recuperación física tras una intervención o enfermedad.
En definitiva, la biopsicología nos recuerda la estrecha relación entre la mente y el cuerpo, y la necesidad de entenderlos en conjunto para lograr una mejor comprensión e intervenciones eficaces que mejoren el bienestar.
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