Bolas chinas: cuándo y por qué usarlas
Escrito y verificado por la médico Maricela Jiménez López
En general, las mujeres cada vez son más conscientes de la importancia del cuidado del suelo pélvico. Acuden a consulta a realizarse una valoración cuando detectan una disfunción: incontinencia, debilidad de la musculatura, dolor en la relaciones sexuales, etc. Y también es cierto que, a día de hoy, una cuenta con más utensilios que ayudan a mantener la salud de esta zona. En este sentido, las bolas chinas son un claro ejemplo de ello.
¿Cuándo y por qué usarlas? A continuación, te explicamos en qué consisten, sus ventajas y contraindicaciones. ¡Toma nota!
¿Qué son las bolas chinas?
En este artículo te vamos hablar de los beneficios, formas de uso y contraindicaciones de las bolas chinas: un dispositivo formado por una o dos bolas (si este es el caso, se encuentran unidas por un cordón) que alojan en su interior otra bola más pequeña que produce una vibración en el suelo pélvico cuando la mujer se mueve o camina.
Hoy en día, hay amplia variedad con formas y pesos varios, y hasta el cine se hace eco de los beneficios de estos dispositivos en la sexualidad de la mujer.
Sin embargo, al igual que ocurre con la automedicación, la autoprescripción de las bolas chinas a veces no es la solución a los problemas de suelo pélvico de algunas mujeres.
Por eso, antes de usar de manera indiscriminada una bola china, acude a un profesional sanitario que evalúe el tono y la fuerza del suelo pélvico. Asimismo, en el caso de existir patología, lo mejor es que te diga cuál sería la terapia más adecuada.
¿Cómo funcionan?
El mecanismo de acción es el siguiente: al introducir la bola china dentro de la vagina, el suelo pélvico debe realizar una contracción muscular involuntaria para que esta no se caiga. Además, cuando la mujer se mueve, la bola pequeña produce una vibración que aumenta la lubricación y el tono muscular en general.
Para que la bola china cumpla su función, es fundamental que la mujer esté en movimiento. Es decir, no sirve colocárselas y permanecer tumbada en el sofá, en la cama o sentada viendo una película.
El uso de la bola china va a trabajar el tono muscular. Esto es el estado basal de la musculatura del suelo pélvico (que no se debe confundir con la fuerza, que sería la contracción voluntaria de esta zona y se podría trabajar realizando ejercicios de Kegel).
Así que, si quieres trabajar el tono y la fuerza, puedes colocarte las bolas chinas y, mientras te mueves, realizar contracciones voluntarias del suelo pélvico. De esta manera, estarás realizando un trabajo global.
Beneficios de un uso regular y continuo
Su uso estaría indicado para diferentes disfunciones del suelo pélvico. Pero no olvides que lo más recomendable sería que la pauta la marcase un profesional sanitario experto.
Dicho esto, a continuación te presentamos algunas de sus principales usos y beneficios avalados por una investigación realizada en 2014 por el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana:
- Combatir la incontinencia urinaria.
- Prevenir el estreñimiento crónico.
- Como entrenamiento del suelo pélvico antes o después de una cirugía del aparato genital femenino.
- Son recomendadas en algunos casos para prevenir prolapsos (el útero cae hacia la vía del parto porque los tejidos que lo sostienen están débiles o estirados), incontinencias u otras alteraciones.
- Son aconsejadas para mujeres que practican deporte de impacto como el CrossFit o el running. Junto con la gimnasia hipopresiva, sirven para mantener la zona tonificada.
- Mejoran el tono de la musculatura del suelo pélvico y, combinadas con ejercicios de Kegel, pueden mejorar la fuerza.
- Aumentan la lubricación de la vagina.
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Mitos y realidades en cuanto al sexo
Hay que desligarlas de los juegos sexuales como tal. Esto sería un mito alimentado, en parte, por determinadas películas de cine en las que las mujeres pueden llegar a tener orgasmos solo por ponerse las bolas chinas. Esto es un mito porque en general se colocan estos dispositivos es en una zona de la vagina que no tiene apenas terminaciones nerviosas y, por consiguiente, no genera placer alguno a la mujer.
En cualquier caso, el uso de las bolas chinas sí que puede mejorar –y lo hace– la experiencia sexual de las mujeres; ya que, cuando el suelo pélvico tiene un tono normal y está dotado de fuerza, los orgasmos sentidos y experimentados por las mujeres son más intensos y más duraderos. Asimismo, se ha visto que favorece la lubricación, lo que también favorece el momento del clímax.
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¿Cuándo no usar las bolas chinas? Consulta con el médico
Como ya te hemos adelantado, en determinadas situaciones el uso de las bolas chinas no es recomendado o puede llegar a estar contraindicado.
- Menstruación. Por el sangrado en sí y la sensibilidad que experimenta la mujer en todo su cuerpo.
- Embarazo: durante la época gestacional, no te recomendamos el uso de las bolas chinas. Sin embargo, si el ginecólogo determina que podrías beneficiarte de ellas, es importante que sigas las recomendaciones.
- Prolapsos: en el caso de que estén diagnosticados o sospeches de que tienes un prolapso, las bolas chinas no son el mejor complemento para ti. Sin embargo, si el profesional sanitario especializado te las recomienda para trabajar por ti misma la fuerza o el tono de la musculatura del suelo pélvico, compaginadas con la rehabilitación en consulta podrían ser una opción.
- Posparto: hasta pasada la cuarentena, es decir, seis semanas después o hasta que dejes de sangrar por completo, no debes introducir en la vagina ningún objeto (bola china, tampón, copa menstrual o realizar duchas vaginales). Una vez pasada esa época, según la valoración, podrías comenzar a usarlas. De hecho, un estudio llevado a cabo en la Universidad Pontificia Comillas destacó que algunos ginecólogos aconsejaban realizar entre tres y cinco sesiones a la semana de estos ejercicios para fortalecer el suelo pélvico en las mujeres que acababan dar a luz.
- Vaginismo.
- Infección vaginal.
- Molestias o dolor durante su uso.
- No ser capaz de llevarlas puestas y que se estén cayendo.
Recuerda que las indicaciones que te damos deben estar respaldadas por un profesional sanitario de confianza. Él será quien te informe mejor sobre las necesidades del cuerpo en cada momento.
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