Callo solar: de qué se trata el reto de TikTok que pone en riesgo la salud
Escrito y verificado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez
El reto del callo solar es una peligrosa práctica que ha ganado popularidad en las redes sociales durante el último tiempo. Consiste en exponerse al sol sin protección durante períodos prolongados con el objetivo de conseguir un bronceado más rápido.
Los influencers promueven esta técnica, alegando que fortalece la piel y que es saludable. Sin embargo, esta tendencia representa una grave amenaza para la salud, con potencial de causar daños peligrosos e irreversibles. Te contamos los riesgos de este reto viral y por qué nunca deberías ponerlo en práctica.
¿En qué consiste el reto?
Las redes sociales están repletas de falsos expertos que difunden consejos de salud cuestionables. La última moda que ha surgido en plataformas como TikTok es el reto del callo solar.
Esta tendencia promulga, de manera errónea, que el sol no es perjudicial para la piel, sino que la misma debe estar preparada para recibirlo. La práctica insta a las personas a exponerse a los rayos de manera progresiva y sin protección durante los meses previos al verano para poder crear un callo que, a largo plazo, permite tomar sol sin usar protector y evitar quemarse.
«La piel se acostumbra y se evitan quemaduras» es uno de sus falsos argumentos.
El reto surgió en la comunidad de TikTok, donde los usuarios comenzaron a compartir videos de ellos mismos tomando el sol sin ningún tipo de loción o crema protectora. Acompañados de hashtags como #bronceadosaludable y desafíos entre amigos, la tendencia creció con rapidez, sobre todo durante el verano.
¿Se puede crear un callo por el sol?
Las callosidades son capas de piel engrosada que surgen como una reacción protectora del cuerpo ante la presión o fricción repetitiva. Generalmente, se forman en puntos específicos —como los callos de las manos y pies— y actúan como una defensa natural contra el trauma continuo.
El reto de TikTok sugiere que, al exponerse de manera deliberada y prolongada al sol, se desarrolla una piel más gruesa y oscura, menos sensible y más resistente a la luz solar, similar a un callo. Sin embargo, el sol no se comporta igual que los traumas físicos y puede causar daños irreversibles.
Es cierto que la radiación ultravioleta (UV) estimula la epidermis para producir melanina y causar acantosis e hiperqueratosis con el fin de bloquear los efectos de la luz y proteger la piel de una mayor radiación. Aunque este proceso se manifieste con un bronceado atractivo, no debe interpretarse como beneficioso. Al contrario, es una demostración de la reacción del cuerpo ante algo dañino.
Los rayos solares ocasionan manchas y arrugas, disminuyen la elasticidad y el colágeno y hacen la piel más frágil. Lo único que se consigue es un envejecimiento prematuro y altas probabilidades de desarrollar cáncer.
Si la exposición al sol es progresiva, puede evitarse que la piel se ponga roja y que las quemaduras duelan o ardan al principio. No obstante, el daño celular subyacente sigue ocurriendo. La exposición prolongada y sin protección al sol tiene un efecto acumulativo que incrementa el riesgo de sufrir graves problemas de salud.
Riesgos de practicar el callo solar
Exponerse al sol sin protección adecuada puede causar graves daños a la piel. La radiación UV es una de las principales causas de problemas cutáneos, lo que incluye quemaduras solares, envejecimiento prematuro y, en casos severos, cáncer de piel.
A corto plazo, las consecuencias de este reto incluyen quemaduras solares, deshidratación y dolor intenso en la piel. A largo plazo, los riesgos son aún más serios: envejecimiento prematuro, manchas y un aumento significativo en el riesgo de cáncer de piel.
Efectos inmediatos
Los primeros efectos de este reto son las dolorosas quemaduras solares. La piel ardida, roja y tirante no solo causa incomodidad, también indica un daño celular profundo.
La exposición prolongada a los rayos solares también puede llevar a una deshidratación significativa o golpes de calor. Además, algunas personas también desarrollan reacciones alérgicas al sol como erupciones cutáneas y picazón.
Daños a largo plazo
La exposición solar sin protección acelera el envejecimiento prematuro de la piel. Lo que hoy provoca un color moreno, con el tiempo se traduce en arrugas, manchas y pérdida de elasticidad.
La pigmentación que se observa como bronceado es en realidad un mecanismo de defensa del cuerpo contra una agresión, e indican una alteración subyacente en las células de la piel. Este daño acumulativo puede resultar en mutaciones del ADN que, con el tiempo, pueden derivar en cáncer.
La exposición excesiva al sol es el principal factor de riesgo para desarrollar melanoma. El carcinoma basocelular y el carcinoma de células escamosas también están directamente relacionados con la radiación solar.
Las quemaduras solares, en especial las que ocurren durante la infancia y la adolescencia, pueden duplicar el riesgo de sufrir cáncer de piel en la edad adulta.
¿Quiénes deben tener más cuidado?
Hay algunos tipos de piel que necesitan protegerse de manera especial del sol y sus radiaciones. Las personas con tez muy clara son las más vulnerables a los daños causados por este desafío.
Esto se debe a que tienen menos melanina, el pigmento que ayuda a proteger la piel de los daños causados por los rayos UV. Esta sustancia actúa como una barrera natural absorbiendo y dispersando la radiación solar. Su deficiencia aumenta el riesgo de sufrir quemaduras y daño celular.
Las personas con piel y ojos muy claros, como pelirrojos o rubios, son especialmente sensibles. Los niños también son vulnerables, ya que su piel aún está en desarrollo y es más susceptible a los efectos nocivos de la radiación solar. Además, deben tener más cuidado aquellos que han tenido cáncer dérmico o tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
Sin embargo, esto no significa que las personas con piel más oscura estén exentas de riesgos. Todos podemos sufrir daños significativos con la exposición prolongada y sin protección al sol.
La piel no entiende de modas
Seguir desafíos, experiencias de usuarios y opiniones de supuestos profesionales que no se pueden verificar puede poner en riesgo tu salud. El callo solar es una de estas tendencias peligrosas que debes evitar.
Probar esta práctica puede causarte quemaduras, dolor, deshidratación, arrugas y altas chances de sufrir problemas más serios y graves en el futuro. Los dermatólogos recomiendan siempre utilizar protector solar y evitar la exposición prolongada al sol, por lo tanto, vale la pena escucharlos.
Para prevenir el cáncer de piel y otros daños causados por la radiación UV, utiliza una crema con un factor de protección adecuado, aplícala cada dos horas y evita la exposición al sol durante las horas pico, es decir, entre las 10 de la mañana y las cuatro de la tarde. Además, complementa con otras medidas como el uso de ropa protectora, sombreros y gafas.
La moda y las tendencias pasajeras no valen el riesgo de comprometer tu salud a largo plazo. Cuidar tu cuerpo es una práctica mucho más valiosa que lucir un dorado intenso o tener un rato de fama en redes sociales.
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