Cataplexia: qué es y cómo manejarla

La cataplexia es una afección que genera una parálisis muscular transitoria, disminuyendo la calidad de vida de quien la padece. Por fortuna, la identificación temprana mejora el pronóstico.
Cataplexia: qué es y cómo manejarla
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 25 mayo, 2023

La pérdida del tono muscular y la debilidad son afecciones ligadas a desórdenes neurológicos y psiquiátricos. La cataplexia describe la abolición repentina del control voluntario sobre la musculatura, que aparece durante la vigilia y suele ser desencadenada por emociones fuertes. A continuación te contamos más sobre el tema.

La cataplexia o cataplejía es una afección vinculada a la narcolepsia, una patología crónica caracterizada por trastornos del sueño y debilidad generalizada. Estudios afirman que esta afección se presenta entre el 60 y el 90 % de los narcolépticos.

Causas de la cataplexia

En la actualidad, se teoriza que las alteraciones a nivel del sistema hipocretina/orexina, que regula el ciclo de sueño-vigilia, son responsables de la sintomatología clásica de la narcolepsia. El sueño normal se fundamenta en una fase de movimientos oculares no rápidos (NREM) y otra de movimientos oculares rápidos (REM). Durante esta última el cuerpo se mantiene paralizado de forma temporal al dormir.

De esta forma, la teoría de disociación del sueño sugiere que la cataplexia es resultado de la intromisión del sueño REM durante la vigilia. En este sentido, la deficiencia de la sustancia encargada de inhibir al sueño REM o hipocretina, promueve la aparición del estado de parálisis temporal mientras la persona está despierta.

Algunas investigaciones sugieren que el déficit de hipocretina está asociado a una respuesta autoinmune mediada por anticuerpos. De esta manera, el propio sistema inmunitario podría ser el responsable de la degeneración de las vías neuronales productoras de hipocretina.

Las emociones intensas, como la risa, la alegría, la excitación, la sorpresa y la ira suelen ser los principales desencadenantes del estado catapléjico. De igual forma, el estrés y la falta de sueño pueden contribuir a la presentación y la intensificación del cuadro clínico.

Otras enfermedades que pueden cursar con cataplexia son las siguientes:

  • Narcolepsia secundaria.
  • Encefalitis paraneoplásica.
  • Síndrome de Prader Willi.
  • Enfermedad de Norrie.
  • Enfermedad de Newman Pick tipo C.
  • Epilepsia.
Convulsiones y epilepsia.
La epilepsia es una enfermedad de base que se asocia a cuadros de cataplexia.

Síntomas

En la mayoría de las personas, los episodios catapléjicos se manifiestan al mismo tiempo que el insomnio. Por lo general, los neurolépticos experimentan por primera vez esta afección durante la infancia y la adultez temprana, entre los 10 y los 25 años.

Los episodios de debilidad muscular suelen aparecer de forma súbita, afectando un músculo o grupo muscular específico. Durante los mismos, la persona es consciente de la afección y de todo lo que pasa a su alrededor. La cataplexia suele durar 1 a 2 minutos y se revierte de forma espontánea.

Dentro de los principales síntomas asociados están los siguientes:

  • Temblor de mandíbula.
  • Descenso de la cabeza.
  • Parpadeo y muecas faciales anormales.
  • Ptosis o caída del parpado.
  • Espasmos musculares localizados o generalizados.
  • Dificultad para mover la lengua y articular palabras.

El estado de cataplexia puede ser leve o severo. De igual forma, es común la manifestación de dificultad respiratoria, palpitaciones, sudoración profusa y pérdida de los reflejos musculares.

La frecuencia de presentación es muy variable. Las personas pueden tener desde un episodio al mes hasta 10 al día. Además, es posible que empeore con el tiempo, manifestando episodios repetitivos durante varias horas. Este estado es conocido como mal parapléjico y se puede producir de forma súbita.

Tipos de cataplexia

En general, esta condición puede manifestarse como episodios de cataplexia parciales o completos. En este sentido, se habla de cataplexia parcial cuando se ven afectados solo algunos grupos musculares. Este hecho lleva a manifestaciones típicas como el habla titubeante y la caída de la cabeza.

Por otro lado, en la cataplexia completa o total existe una pérdida del tono en todos los músculos posturales, lo que conlleva al colapso del paciente. Investigaciones afirman que en los episodios completos no se ven afectados lo músculos extraoculares o el diafragma, lo que hace que la persona permanezca conciente y respirando, pero inmovil.

¿Cómo se diagnostica la cataplexia?

El diagnóstico de la cataplexia se basa en la exploración clínica completa con énfasis en la descripción de los episodios de debilidad muscular. Por lo general, se asocia con insomnio diurno y alucinaciones.

En este sentido, se pueden emplear las siguientes pruebas como parte del reconocimiento de la causa:

  • Actigrafía: esta prueba utiliza una pulsera que mide el patrón de sueño-vigilia para cuantificar de forma objetiva la duración del descanso y el horario. Permite descartar trastornos del ritmo circadiano.
  • Polisomnografía: es uno de los estudios más empleados en el diagnóstico de la narcolepsia asociada a cataplexia. Investigaciones afirman que se evalúa la cantidad y la calidad del sueño basándose en las variables neurofisiológicas y cardiorrespiratorias.
  • Prueba de latencia múltiple del sueño: consiste en una serie de 4 a 5 siestas programadas. Se tomará registro de las características del sueño y la latencia REM. Por lo general, las personas narcolépticas tienen una latencia REM inferior a 8 minutos.
  • Niveles de hipocretina: la determinación de los niveles de hipocretina en el líquido cefalorraquídeo es de gran utilidad en la identificación de la narcolepsia con cataplexia. Los valores de hipocretina inferiores a 110 picogramos por mililitro o un tercio de los niveles basales normales suelen ser orientativos.

Tratamiento

En la actualidad, no existe una cura definitiva para la cataplexia. Sin embargo, es posible emplear ciertos medicamentos para controlar y reducir la aparición de los episodios de debilidad muscular durante la vigilia.

La Asociación Americana de Medicina de Sueño (AASS) sugiere el empleo de los siguientes fármacos como parte del abordaje terapéutico de la cataplexia en los pacientes narcolépticos:

  • Oxibato sódico: es un neuromodulador que actúa como metabolito de los receptores inhibidores del ácido gammaaminobutírico (GABA). Aumenta el sueño de ondas lentas y favorece al alivio del insomnio diurno y la cataplexia. Algunos efectos secundarios incluyen las náuseas, el dolor de cabeza, la enuresis y la confusión matutina.
  • Venlafaxina: es un inhibidor de la recaptación de serotonina-norepinefrina que forma parte de la primera línea de abordaje de la cataplejía. De igual forma, es útil en el manejo de la depresión, los trastornos de ansiedad y las fobias.
  • Reboxetina: es un potente inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina, recomendado como segunda línea terapéutica. Los efectos adversos incluyen dolor abdominal, dolor de cabeza, pérdida del apetito y estreñimiento.

Por otro lado, estudios europeos sugieren el uso de los antidepresivos tricíclicos inhibidores de la recaptación de noradrenalina y serotonina como segunda línea de abordaje. De igual forma, existen medidas no farmacológicas que pueden emplearse en el manejo de la afección, como la adecuada higiene del sueño y la psicoterapia.

Psicoterapia para la cataplexia.
Las medidas de soporte para la cataplexia complementan el abordaje farmacológico que es ineludible.

¿Cómo prevenir lesiones si se padece cataplexia?

En los casos graves de cataplexia con afección generalizada de los músculos dorsales y de los miembros inferiores es común el colapso y la pérdida del equilibrio. Este hecho favorece al desarrollo de múltiples lesiones, al impactar con el suelo u otros objetos contundentes.

Algunas recomendaciones para reducir el riesgo en las personas con cataplexia son las siguientes:

  • Aplicar métodos de manejo de la ira y control del estrés.
  • Evitar permanecer mucho tiempo cerca de objetos filosos o en áreas muy elevadas.
  • Organizar el horario de sueño.
  • Buscar apoyo en una silla o compañero al experimentar una emoción fuerte.
  • No conducir un automóvil o emplear equipo pesado hasta obtener certificación médica.
  • Informar a los familiares y amigos de la afección y su gravedad.


Los cambios en el estilo de vida marcan el buen pronóstico

La cataplexia es una afección vinculada comúnmente con la narcolepsia, caracterizada por la pérdida del control muscular voluntario mientras se está despierto. La identificación y tratamiento oportuno ofrecen una mejor calidad de vida para las personas afectadas.

En este sentido, si padeces de debilidad muscular generalizada o pérdida del control sobre algún grupo muscular, no dudes en buscar atención médica. Los profesionales de salud están capacitados para identificar tu problema y brindarte el apoyo necesario.


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