Cemento dental: todos sus tipos y usos
Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa
Hablar de cemento dental puede prestarse a la confusión. Es que en odontología es un término que puede referirse a dos tipos de materiales muy diferentes.
Por un lado, el cemento dental es una de las capas que conforman el diente. Se trata de un tejido duro que recubre la raíz dentaria.
Por otro lado, también se llama así a distintos materiales artificiales que se utilizan en algunos tratamientos odontológicos para unir dos estructuras. Consisten en productos con características biológicas y mecánicas particulares que los hacen ideales para usar sobre las superficies dentales o las prótesis.
Para evitar la confusión entre el cemento dental de los dientes y el que se usa en los consultorios, en este artículo te contaremos sobre los dos. De esta manera, podrás comprender sus diferencias.
Además, te explicaremos en detalle los usos que se les da a los cementos dentales artificiales y cuáles son los diferentes tipos que se emplean con más frecuencia. Sigue leyendo y entérate.
El cemento dental de las piezas dentarias
El cemento dental que conforma los dientes es un tejido duro mineralizado similar al hueso. Se encuentra recubriendo el exterior de las raíces de las piezas dentarias.
Su función principal es la de proteger la dentina subyacente de la zona radicular. Además, sirve de superficie de fijación de las fibras del ligamento periodontal, que mantienen al diente sujeto al hueso alveolar.
La apariencia del cemento dental es de color amarillo claro y se adelgaza en la zona del cuello. De todos modos, al estar en la zona radicular, en bocas sanas no es habitual visualizarlo, pues está cubierto por las encías.
Su consistencia es ligeramente más blanda que la dentina. Está conformado por minerales inorgánicos, como cristales de apatita, por materia orgánica, principalmente colágeno, y por glucoproteínas y agua.
El cemento se forma de manera continua a lo largo de la vida. A medida que las zonas más superficiales se desgastan, se deposita nuevo tejido, capa sobre capa, para mantener intacta la unión con el ligamento periodontal.
Algunas personas pueden sufrir recesión de las encías y pérdida de cemento. Estas situaciones provocan sensibilidad en quien sufre estos problemas.
El dolor y las molestias aparecen porque el cemento ya no cumple su función protectora y queda dentina expuesta. Este tejido sensible no está preparado para contactar con el exterior.
La periodontitis es otra afección que puede causar pérdida de cemento. Esta infección provoca la destrucción del hueso alveolar, el ligamento periodontal y el cemento. Con esto, los dientes se aflojan y mueven. En los casos más severos, hasta se pueden perder.
¿Qué es el cemento dental artificial?
Ahora que ya te contamos sobre el cemento dental que compone la raíz dentaria, es momento de que hablemos sobre el artificial. Como te adelantamos al principio del artículo, en odontología llamamos con este nombre a algunos productos que se utilizan en el consultorio para determinados tratamientos.
El cemento dental artificial es un material formado por la mezcla de distintos componentes. Lo más común es combinar un polvo y un líquido hasta obtener un producto fluido que se aplica entre dos superficies para unirlas.
Luego de un determinado tiempo, el material endurece, adquiriendo resistencia mecánica y firmeza. Así, las dos superficies sobre las que se aplicó parecen una sola pieza.
Otras presentaciones para obtener el cemento dental consisten en mezclar Pasta A y Pasta B, o a través de cápsulas para automezcla. En general, al combinar los componentes se produce una reacción ácido-base que les otorga la resistencia que necesitan. Es así que se los puede colocar como rellenos, para proteger la pulpa o para adherir restauraciones permanentes o temporales.
Los cementos dentales cumplen una serie de objetivos principales:
- Mantener las restauraciones dentales en su correcta posición durante un tiempo indefinido. Pueden utilizarse sobre restauraciones temporales que luego se reemplazarán o sobre prótesis definitivas que ya no se quitarán.
- Evitar la microfiltración entre el elemento dentario y el cemento. El material debe lograr una fuerte unión con el diente y generar un sellado que evite la entrada de bacterias y residuos.
Para cumplir con estas acciones, los materiales a utilizar tienen que tener ciertos requisitos: un mínimo espesor y soportar la solubilidad de la saliva. También han de ser resistentes a las fuerzas masticatorias y a la descomposición.
Es importante que no irriten la pulpa.
Usos del cemento dental
El cemento dental que se utiliza en los consultorios odontológicos se aplica sobre las superficies dentarias, bucales o protéticas en distintos tipos de tratamientos. Te contamos los usos más comunes:
- Cirugía bucal: luego de algunos procedimientos quirúrgicos, se coloca cemento dental sobre los tejidos intervenidos para favorecer su recuperación. Esta pasta va sobre las heridas para aislarlas del medio bucal y mejorar su cicatrización.
- Prótesis fijas: cuando se rehabilita la boca, el cemento dental se vuelve necesario para adherir las prótesis fijas a los pilares dentarios que les darán soporte.
- Endodoncia: en los tratamientos de conducto se usa cemento dental para sellar el canal de la pieza dentaria.
- Obturaciones provisorias.
- Odontología preventiva: para sellar fosas y fisuras.
- Ortodoncia: algunos cementos dentales se utilizan para fijar los componentes del aparato a las superficies dentarias.
Tipos de cemento dental
Ya hemos visto que el cemento dental se puede aplicar en múltiples procedimientos odontológicos, pero no siempre se trata del mismo producto. Según las necesidades de cada caso, se aplican diferentes materiales. Las características particulares llevan a que el dentista pueda escoger el más oportuno para cada una de las situaciones.
De esta elección dependen en gran medida los resultados. El profesional debe conocer en detalle la composición, las ventajas y las peculiaridades de cada producto para optar por el más adecuado.
La composición química de los cementos dentales es muy variada. Algunos se utilizan en odontología desde hace mucho tiempo. Otros, en cambio, se han introducido en el mercado hace poco.
Cemento dental de fosfato de zinc
El fosfato de zinc es uno de los cementos dentales con más antigüedad en la odontología. Este material se utiliza para tratamientos bucales desde hace más de un siglo.
El cemento se consigue mezclando un polvo, que es el óxido de zinc, con un líquido, que es el ácido ortofosfórico. De esta combinación surge una reacción ácido-base que da lugar al material de unión.
El fosfato de zinc es muy popular por ser radiopaco (se observa de color blanco en las radiografías), económico y fácil de mezclar y manipular. Además, consigue un sistema de cementado de alta resistencia y de baja solubilidad.
Otra ventaja de este cemento dental es su compatibilidad con todos los materiales que se utilizan en las restauraciones. Asimismo, es fácil retirar los excesos que hayan quedado luego de utilizarlo.
De todos modos, el fosfato de zinc también posee algunas desventajas. La adhesión que logra con la estructura dentaria es relativamente baja; puede provocar microfiltraciones y no es muy estético.
En algunos casos suele causar pulpitis por ser irritante. Esto provoca problemas de sensibilidad en los dientes.
Cemento de policarboxilato
El cemento dental de policarboxilato es otro agente de unión con uso odontológico. Posee una capacidad adhesiva de alta calidad que permite una unión solida con la estructura dentaria.
Este cemento también surge de una reacción ácido-base entre el óxido de zinc (polvo) y el ácido poliacrílico (líquido). Este componente fluido tiene la particularidad de tener moléculas grandes que evitan que el material atraviese el espacio peritubular de la dentina. Así se logra un buen sellado y se evita la irritación de la pulpa, que luego causaría sensibilidad.
Se destaca por tener una mayor fuerza de tracción en comparación al óxido de zinc, pero la fuerza de compresión es menor. No es capaz de aguantar bien las cargas oclusales.
Es difícil de limpiar y de manipular, ya que suele sufrir cambios de viscosidad al mezclarlo. La película de material que se coloca sobre las superficies a unir es muy gruesa; esto provoca posteriores desadaptaciones de las restauraciones y un pobre sellado.
No es tan utilizado.
Cemento dental de ionómero vítreo
El ionómero vítreo es un cemento dental capaz de adherirse de manera muy eficiente al esmalte y la dentina. Además, tiene la particularidad de liberar flúor una vez colocado. Por este motivo, es muy utilizado en procedimientos preventivos, como restauraciones y sellados de fosas y fisuras.
El cemento de ionómero de vidrio se basa en una reacción ácido-base y química. Su composición consta de un polvo, el óxido de aluminio, que se combina con un líquido, el ácido poliacrílico.
En un principio, fue diseñado para utilizarse en restauraciones estéticas de dientes anteriores. Pero al comprobarse su adhesión a las estructuras dentales y su eficacia para prevenir las caries, sus usos se extendieron.
En la actualidad, sus propiedades son aprovechadas en múltiples procedimientos:
- Selladores.
- Recubrimientos.
- Restauraciones inmediatas.
- Reconstrucciones de muñones.
- Tratamientos atraumáticos en niños.
Ya mencionamos que una de sus mayores ventajas es la liberación de flúor, lo que disminuye la proliferación bacteriana y previene las caries. Además, posee una resistencia a la tracción similar y a la compresión mayor que el fosfato de zinc, es fácil de manipular y su coloración es translúcida o similar al diente.
Entre sus limitaciones debemos mencionar que este material es capaz de absorber agua durante su fraguado. Esto provoca cambios en sus características físicas. Además, debido a su acidez, puede irritar el tejido pulpar.
Cemento de ionómero vítreo reforzado con resina
Los cementos de ionómero de vidrio reforzados con resina son una variación de los anteriores, utilizando tecnología más moderna que mejora sus propiedades. Combinan la reacción ácido-base y química del óxido de aluminio (polvo) con ácido poliacrílico e hidroxietil metacrilato (líquido).
Son fáciles de mezclar, manipular y limpiar, y ofrecen gran estabilidad por mucho tiempo. Al igual que los ionómeros vítreos tradicionales liberan fluoruros, pero también pueden provocar pulpitis por su acidez o absorber humedad mientras endurecen.
Cemento dental de resina
Los cementos de resina están conformados por polímeros diseñados para adherirse fuertemente al diente. Se usan sobre todo en cementaciones de coronas, carillas y puentes o para la colocación de brackets de ortodoncia.
Se caracterizan por tener una alta resistencia y por lograr un sellado efectivo. Otra ventaja es la posibilidad de disponer de varias coloraciones, que permiten elegir el más similar a las piezas dentarias, ofreciendo una mejor estética.
Como desventaja, cuando quedan excesos, no son fáciles de retirar. Además, el costo es mucho más elevado que las otras opciones que te contamos.
Diferencias entre el permanente y el temporal
La composición química del cemento dental es lo que determina sus aplicaciones, usos y durabilidad. Es así que podemos encontrar dos tipos de materiales:
- Cementos dentales permanentes, que tienen una acción indefinida.
- Cementos provisorios o temporales, cuya acción tiene una duración determinada.
Los últimos se utilizan para tratamientos que requieren una cementación temporaria que luego se pueda retirar. Son de utilidad para la cementación de prótesis, coronas o puentes provisorios, por ejemplo.
Suelen ser compuestos que utilizan óxido de zinc como principal componente. Se trata de un cemento dental fácil de manipular y de retirar cuando el odontólogo ya pueda colocar el tratamiento definitivo.
Los cementos definitivos son aquellos que se colocan para que permanezcan sellando y uniendo las estructuras dentarias y protéticas por largos períodos. Los resinosos son los más usados en la actualidad.
La importancia del cemento dental
Cada cemento dental, tanto el que constituye las raíces como los materiales de los que se valen los odontólogos para sus tratamientos, cumplen funciones muy importantes.
En el caso de la estructura de los dientes, es fundamental mantenerlo íntegro y cuidado para evitar complicaciones o molestias. La higiene oral y las revisiones regulares te ayudarán a atender este tejido de manera adecuada.
Con respecto al cemento dental que usan los dentistas para unir diferentes estructuras, como parte de los tratamientos, debes saber que cada uno posee beneficios diferentes y algunas limitaciones. Confía en el criterio de tu odontólogo que, de seguro, elegirá el material que mejor se adapte a tus necesidades.
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