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Cigarrillos electrónicos: ¿una alternativa real?

3 minutos
Mucho se ha dicho sobre los cigarrillos electrónicos. De hecho, se popularizaron como posibles aliados para dejar de fumar. Sin embargo, ¿son tan buenos como dicen? Aquí te lo contamos.
Cigarrillos electrónicos: ¿una alternativa real?
Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito por Valeria Sabater
Última actualización: 30 septiembre, 2024

En los últimos años, los cigarrillos electrónicos se hicieron populares como una alternativa para intentar detener el consumo de nicotina de forma gradual. El producto fue creado por las grandes industrias bajo el eslogan «dejar de fumar es posible», y pareciera que tiene aceptación por parte del público, pues se está comercializando de manera rápida.

Sin embargo, ¿son realmente seguros? ¿Qué dicen los expertos sobre este producto? ¿Son menos nocivos que los cigarrillos ordinarios llenos de nicotina y alquitrán? Veamos en detalle cómo funcionan este tipo de cigarrillos y qué dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto a su uso.

¿Cómo funcionan los cigarrillos electrónicos?

A simple vista parecen bolígrafos de elegantes diseños. Funcionan mediante un mecanismo donde el usuario se limita a aspirar el vapor a través de una boquilla, lo cual es posible porque dispone de una batería y un atomizador, donde se almacena el líquido que luego se transforma en vapor a su paso por una resistencia.

Como lo detalla una publicación en Archivos de Bronconeumología, el líquido que se inhala (o se vapea) incluye nicotina en distintos niveles, además de propilenglicol, glicerina vegetal y sabores obtenidos de extractos de hierbas o frutas.

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El líquido que se inhala a través de los cigarrillos electrónicos contiene nicotina, entre otras sustancias.

La otra cara de los cigarrillos electrónicos

Empezaremos diciendo algo que, seguramente, dejará clara la actual situación de los cigarrillos electrónicos: la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda el uso del cigarrillo electrónico. Por el contrario, alerta de que:

Este contiene algunas sustancias idénticas al cigarrillo convencional (nicotina y alquitrán) y que, además, dispone de efectos a largo plazo aún desconocidos.

Ante esta recomendación, la realidad de estos dispositivos se presenta ya con algunas dudas. Las personas han accedido a ellos con la idea de dejar de fumar a través de un mecanismo que no sea nocivo para su salud.

Sin embargo, de momento, parece que no existe la suficiente información, investigaciones o estudios que demuestren que no afecta la salud en el largo plazo. Veamos entonces más aspectos que respaldan esta teoría:

  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) inició varias investigaciones donde aún quedan algunos aspectos pendientes de confirmación. Por eso, señala que los beneficios implícitos para la salud asociados a los cigarrillos electrónicos son infundados o pueden estar basados en informaciones falsas de las empresas que los comercializan.
  • No ayudan a dejar de fumar, contienen concentraciones de glicol de propileno, el cual es irritante cuando se inhala. Además, es tóxico y puede hacer daño a los pulmones.
  • Un estudio de la Universidad Estatal de Portland encuentra que los cigarrillos electrónicos producen 15 compuestos que cuando se calientan, el líquido del cigarrillo electrónico genera sustancias químicas que podrían no ser beneficiosas para la salud.
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La OMS advierte que los beneficios sugeridos de los cigarrillos electrónicos no son más que informaciones falsas de las empresas que los comercializan.

Entonces, ¿es bueno optar por el cigarrillo electrónico?

No podemos decir que el cigarrillo electrónico sea un aliado adecuado para dejar fumar, ya que existen diferentes estudios que se inclinan más hacia lo nocivo que es para la salud. Sin embargo, no existen resultados finales de dichas investigaciones y aún se sigue estudiando este producto.

Lo que sí podemos afirmar es que abandonar el cigarrillo tiene efectos positivos desde el primer momento. Si bien puede ir de la mano con el síndrome de abstinencia, la fuerza de voluntad y algunas estrategias pueden ayudar en este objetivo.

Una buena alimentación, la práctica de ejercicio físico y técnicas de relajación apoyan el proceso para dejar de fumar. Además, se puede buscar ayuda psicológica para descubrir otros métodos que permiten dejar por completo este mal hábito.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


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  • Jensen, R., Strongin, R. & Peyton, D. Solvent Chemistry in the Electronic Cigarette Reaction Vessel. Sci Rep 7, 42549 (2017). https://doi.org/10.1038/srep42549

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